miércoles, 8 de septiembre de 2010

Incumple compromisos Hospital General de Tijuana

TIJUANA.- Luego del conflicto que se generara en semanas pasadas por la falta de atención a pacientes de insuficiencia renal crónica terminal (IRCT) de bajos recursos que requieren del servicio de hemodiálisis, y que no cuentan con cobertura de IMSS, ISSSTE o Isstecali, el director del Hospital General de Tijuana, doctor José Manuel Robles Barboza, vuelve a encender la mecha al negar dicho servicio y desmentir lo afirmado por el propio gobernador José Guadalupe Osuna Millán, y el doctor José Guadalupe Bustamante Moreno, Secretario de Salud en el Estado.
La Asociación de Trasplantados y Enfermos Renales, TIROMET AC, hace un nuevo llamado sobre la situación de pacientes de IRCT de bajos recursos, particularmente aquellos que sólo cuentan con el Seguro Popular, pues este no cubre el servicio de hemodiálisis.

Debido a la lamentable muerte de pacientes de IRCT que, por no contar con recursos para pagar una hemodiálisis que puede llegar a costar los 1200 pesos por sesión, fallecieron. Se señaló particularmente el caso de la señora Otilia Roldán, quien falleciera el pasado 14 de agosto. TIROMET presentó dicha situación ante medios de comunicación, para sostener posteriormente una reunión, a petición del propio Secretario de Salud, el doctor Bustamante Moreno, con el propio funcionario, con el propio director del Hospital General, y el doctor Ismael González Contreras, médico trasplantólogo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Trasplantes.

En dicha reunión, el señor Secretario de Salud informó al señor Alejandro Vizcarra, presidente de Tiromet, que serían instaladas en el Hospital General cuatro máquinas para hemodiálisis, también se ofreció a cubrir vía subrogación, las hemodiálisis de pacientes de bajos recursos que requirieran de hemodiálisis canalizados por Tiromet al Hospital General de Tijuana, en tanto no se colocaran dichas máquinas. Posteriormente, con la presencia de más miembros de Tiromet, y de los doctores Bustamante, Barboza y González Contreras, incluso se le mostró a Alejandro Vizcarra el espacio donde serían instaladas dichas máquinas.

Partiendo de esta información, Tiromet canalizó los casos de cinco pacientes que requieren de manera urgente el servicio de hemodiálisis: Fernando Guzmán Mancera, Francisco Covarrubias, Angélica Vázquez Luna, José María Martínez Robles y la niña Dalia Paola Vázquez López, con la idea de que su problema de salud tendría una solución satisfactoria. Para sorpresa de todos, el doctor Robles Barboza, personalmente, negó ante la señora Patricia Martínez, hija de José María Martínez, el hecho de que se fuese a instalar máquina alguna para hemodiálisis, o que dicho servicio se fuera a proporcionar a ningún paciente. Negándose, por supuesto, a proporcionar el servicio de hemodiálisis vía subrogación.

Tiromet denuncia y lamenta no sólo la negativa del doctor Barboza a negar un servicio, sino su conducta altanera e inhumana, totalmente impropia de quien tiene la responsabilidad de una institución médica. Según testimonio del propio José Manuel Martínez Robles, paciente de IRCT, y su hija, el doctor Barbosa se burló de ellos,



afirmando que en ningún momento se asumió compromiso alguno para con los pacientes de IRCT o Tiromet. Barboza afirmó también que la nota que circuló en medios de comunicación era falsa y que en ningún momento se habló de instalar máquina alguna de hemodiálisis en el Hospital General de Tijuana. De tal modo, contradice no sólo al Secretario de Salud, sino al propio gobernador José Guadalupe Osuna Millán quien ante medios de comunicación en Rosarito afirmó que la situación de los pacientes de IRCT que requieren hemodiálisis se iba a resolver.

Cabe recordar que ya en septiembre de 2009, tanto el doctor Barboza cómo el personal de seguridad del Hospital General fueron señalados por el trato irrespetuoso para con los familiares de la paciente Janeth Becerra, joven que en vida decidió donar sus órganos, y cuyos padres autorizaron el traslado su cuerpo desde la ciudad de Mexicali hasta Tijuana, recibiendo un pésimo y ofensivo trato de parte de personal de seguridad, y jamás recibieron disculpa alguna de parte del directivo de la institución.

Ante la dramática situación de los pacientes de IRCT que requieren hemodiálisis, de acuerdo a información proporcionada por médicos nefrólogos, no sólo para mejorar su estado de salud sino, literalmente para sobrevivir, pues la falta de hemodiálisis reduce el termino de vida a semanas, incluso días, según la gravedad del paciente, Tiromet ha recurrido a la Procuraduría de Derechos Humanos, con el fin de buscar una solución satisfactoria para los pacientes de IRCT en general, pero particularmente para aquellos que requieren del servicio de hemodiálisis.

Tiromet reitera nuevamente la necesidad de que se realice una auditoría al funcionamiento, así como a la conducta del directivo, de una institución que recibe no solo financiamiento público, sino del propio patronato del Hospital General, así como de empresas como Soriana, que desde el pasado 28 de agosto anunció una campaña de redondeo a favor del nosocomio.

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