Por Marco Antonio Islas Parra
PLAYAS DE ROSARITO.- Al inicio de la administración del alcalde de la tercera palabra, Silvano Abarca Macklis, se vio el poder que ejercía el homónimo del ex presidente municipal de Tijuana, Jorge Ramos Llerenas que por “diferencias irreconciliables” salió como tapón de sidra del Ayuntamiento de Playas de Rosarito y quedó en ese puesto sabrá Dios o el ánima de la basura quien. Hoy en día se puede decir que el mismo sujeto que no tuvo diferencias con él toma alkazeltzer, por estar más guapo y en consecuencia tener más pegue con las mujeres, asumió la misma responsabilidad y hagan de cuenta que “aquí no a pasado nada, que siga la fiesta”.
Incluso, hace rato, al término de la sesión de Cabildo donde con la abstención del Sindico, la ausencia de un edil y la aprobación del resto de regidores acordaron endeudarse para obras o sepa la bola, ambos, alcalde y encargado de logística, intercambiaron miradas tipo de águila con temperamento de buitres aunque saludándose, provocando que el encernádense que ha sido dos veces presidente municipal en este municipio casi se tropezara pero afortunadamente no pasó a mayores.
Cuando salió no hubo explicaciones del por qué, aunque se descarta que se haya robado algo no porque sea muy decente Jorge Ramos Llerenas, si no porque era demasiado corto el lapso de tiempo que había estado dentro del gobierno y cuando regresó, en consecuencia, no fue lo que se llevó, así que viene por “la venganza del burro prieto”.
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