miércoles, 8 de septiembre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Las negociaciones
Por Gilberto Lavenánt

Una persona, involucrada en el área de la administración de justicia, comentó, afirmó, reveló y confirmó, al autor de Palco de Prensa, que lo de la traición partidista, protagonizada por la diputada priísta Edna Mireya Pérez Corona, que permitió a los panistas sacar la reforma constitucional que otorga inamovilidad a los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado, no fue precisamente un voto razonado, sino simple y sencillamente el producto de sucias negociaciones.

Cuenta, dicha persona, que estas negociaciones, fueron realizadas directamente por el Secretario General del Gobierno del Estado, Cuauhtémoc Cardona –el “temo”, para sus amigos- quien personalmente o por la vía telefónica, hizo contacto con los personajes involucrados e hizo promesas, evidentemente bastante “convincentes”, para tener los votos suficientes e inclinar la balanza legislativa a favor de la propuesta panista. Todo ello, lógico, por instrucciones o con el visto bueno del Gobernador Josá Guadalupe Osuna Millán. No fue iniciativa del “temo”.

Y aquí aparece en la escena, otro personaje, el Secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, quien metió “la mano”, para lograr negociar con el grupo “caliente”, el que resultó ser el “voto 17”, o sea el de la diputada Mireya Pérez Corona, necesario para votar legalmente la reforma constitucional.

El pago a favores o atenciones recibidas, obviamente relativas al funcionamiento de casinos en el país, o a ofertas relativas a dichos giros, permitió el entendimiento entre panistas y priístas, al grado de que a éstos últimos les “valió gorro” la postura partidista. De paso, como para calentar aún más el ambiente y “convencer” más fácilmente a Hank y a su gente, se dijo que tras la postura priísta, estaba nada más y nada menos que el Senador priísta, Fernando Castro Trenti, enemigo acérrimo de don Jorge.

Lo que nadie explica, ni ha podido justificar, cómo es que convencieron, a la jóven diputada, Edna Mireya, a arriesgar su carrera política, cuando que existen otros diputados locales, también claramente identificados con “caliente”. Tarde que temprano habrá de salir a la luz esta parte de la trama.

Otra cuestión que comenta el personaje que refiere estas negociaciones, son algunos de los motivos, razones o bases de las mismas. En principio, el propósito de los panistas es el de fastidiar a los priístas, que ya estaban preparando todo para la renovación de Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado,aduciendo que la chamba se les acaba al cumplir 15 años en funciones, a partir de su designación.

Los priístas, dicen, se lamían los labios, pensando en los amigos, socios y compadres que podrían colocar en las posiciones de los 9 Magistrados, que supuestamente deberían ser removidos. Además, estos a su vez colocarían a funcionarios menores en los tribunales. Dicho en pocas palabras, básicamente, es una cuestión de empleos, que al final de cuentas es la función primordial de la política, combatir el “desempleo”.

Pero, además, los panistas podrían colgarse el mérito de que ratificaron u otorgaron la inamovilidad a los actuales Magistrados, para que sigan en la chamba, hasta que cada uno de ellos cumpla 75 años de edad, y, de paso, contar con juzgadores agradecidos que se supone emitirán sentencias favorables a todo aquello que sea blanquiazul, además de que no desplazarán a los panistas que ya ocupan posiciones diversas en los tribunales. En especial aquellos de confianza, o sea a los que no tienen empleo de base. De nueva cuenta, salen a relucir los afanes de combatir el “desempleo”.

Esto también es entendible. Cuando el PAN no era gobierno, pocos se atrevian a manifestar abiertamente sus preferencias hacia dicho partido, pues éste, ni chamba podía ofrecerles. Una vez en el poder, ser panista implica, para muchos, tener empleo. En muchos de los casos percibiendo jugosos sueldos, que no tendrían en la iniciativa privada, ni mucho menos en el ejercicio de sus profesiones. El interés económico, pesa más que las ideologías políticas.

Ahora que el PAN perdió los gobiernos municipales de Baja California, y la mayoría en la Lgislatura Estatal, habrá muchos panistas desempleados, que obviamente estarán dispuestos a ir a entregarse en brazos de los priístas, con tal de que les den chamba. No olvidan el principio aquel que advierte que “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”.

Otro detalle interesante, que observa el personaje de esta historia, es que en el lado “caliente”, hay un “ganón”, en todo esto : el Lic. Oscar Téllez Ulloa, abogado personal de Hank Rhon y “amo y señor” de los tribunales federales y que ahora también lo será de los estatales en los próximos tres años. Sin tratar de subestimar su capacidad o experiencia profesional, cuestiona : ¿crees que perderá algún asunto en el Tribunal Superior de Justicia, luego de estas negociaciones? La respuesta, se deja de tarea.

Es mucho lo que se ha dicho sobre esta “traición partidista”, pero aún falta mucho por decir. Lo que queda claro es que el de Edna Mireya no fue un voto razonado, sino el resultado de sucias negociaciones, en las que aparece como “botín político” el poder judicial y que identifican a la justicia como simple materia de comercio. Así de burdo y vulgar.

gil_lavenant@hotmail.com

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