TIJUANA.- A través del sistema “afis” fueron identificados dos de los reos que murieron la semana pasada en el Hospital General de Tijuana y que permanecían como desconocidos, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE)..
La autoridad explicó que estos sujetos son son parte de los 23 occisos registrados hasta el momento en los dos motines ocurridos en la Penitenciaria.
Estas dos personas ingresaron graves al Hospital General y no estaban identificadas, agregó la dependencia al abundar que como resultado de las comparativas dactilares en el sistema “afis”, se logró conocer su identidad.
Los reos identificados son: Alfredo Rodríguez Castillo de 28 años, originario de Tijuana, preso por delitos contra la Salud en materia de enervantes y posesión, y José Estrada Mendoza, alias Arnulfo estrada Conrado, o “El Flaco” de 31 años, originario de Puerto Vallarta, Jalisco.
El occiso estaba acusado de robo de Vehículo y contra la seguridad pública modalidad armas prohibidas.
La PGJE precisó que aún se encuentra vivo y bajo tratamiento en el Hospital General, el interno identificado como Pablo Ortiz García, alias “El Cat” de 29 años, originario de Tijuana, acusado del delito robo equiparado.
Los datos anteriores fueron obtenidos luego de las comparativas mediante el Sistema Automatizado de Identificación de huellas dactilares (AFIS por sus siglas en inglés).
Acción penal contra familiares
Mientras tanto, la Agencia del Ministerio Público de La Mesa, determinó ejercitar acción penal en contra de 21 personas relacionadas con los disturbios y actos de vandalismo generados en el exterior del Cereso de Tijuana el miércoles 17 de septiembre pasado.
La PGJE, indicó que el Ministerio Público recabó datos suficientes para establecer como probables responsables de los delitos de daño en propiedad ajena intencional agravado por incendio y motín a las siguientes 14 personas:
1.- Edgar Tinoco Rodríguez
2.- Raúl Humberto Espinoza González
3.- Cesar Pedroza Villegas
4.- Pablo Granados Morales
5.- Daniel Román Laguna
6.- Jonathan Gudiño Sánchez
7.- Gerardo Geraldo Vargas
8.- Armando Rodriguez Hernández
9.- Miguel Angel Romualdo Cruz
10.- Ramón Peña Peña
11.- Mario Salgado Herrera
12.- Mario Arvizu Reyes
13.- Hilario Gómez Jiménez, y
14.- Anabel López Gutiérrez.
Asimismo a los siete siguientes por los delitos de daño en propiedad ajena intencional y motín a los de nombre:
15.- Edgar Enrique Cortez, alias Sergio Armando Solís
16.- Carlos Ponce González
17.- Jesús Noyola Hernández
18.- Juan Antonio Delgado Valdés
19.- Óscar Rubén Rodríguez
20.- Óscar Rubén Silva Bastida y
21.- María Alicia Aguilar Dávalos.
Los 21 detenidos quedaron a disposición del Juez Séptimo de Primera Instancia Penal para el inicio del procedimiento correspondiente.
martes, 23 de septiembre de 2008
Identifican a policía autor de amenazas vs comunicador
TIJUANA.- Un agente de la policía municipal, fue denunciado ante la Sindicatura Municipal por el fotoperiodista tijuanense, Abel López, ante las amenazas de muerte recibidas por parte del elemento policiaco..El colaborador de diferentes sitios web, sorprendió con su cámara al oficial preventivo estacionado en segunda fila en la entrada del estacionamiento de prensa del Ayuntamiento.
Al descubrir que el comunicador lo captó in fraganti, el policía adscrito a la sección de Tránsito, vociferó una serie de insultos y amenazas de muerte en contra del fotógrafo de esta casa editorial.
El policía manejaba una camioneta tipo Cherokee color negro con placas nacionales AHN-59-24. Antes de retirarse, el oficial hizo alarde de su actividad mafiosa y le advirtió al comunicador que "lo iba a levantar y darle p'a bajo".
Tras la sentencia, Abel López presentó una denuncia en la Sindicatura contra el uniformado, a quien responsabilizó de cualquier agresión en su contra.
Custodios calcinados durante el motín sangriento: PGJE
TIJUANA.- El procurador general de Justicia de Baja California, Rommel Moreno Manjarrez, reconoció que podría haber custodios entre las 22 personas que murieron durante dos motines suscitados en la Penitenciaría de la Mesa en Tijuana el 14 y 17 de este mes..
Asimismo, admitió la posibilidad de que cinco reclusos se fugaran, además de otros que se habían evadido aprovechando la confusión de los motines pero que fueron reaprehendidos poco después.
Un día posterior a la primera asonada, las autoridades penitenciarias habían constatado la "ausencia" de al menos 40 internos, pero después de la segunda revuelta se desconoce cuántos faltan.
Aseguran que quienes se consideran "desaparecidos" actualmente podrían encontrarse en las celdas pues no todos han sido censados, pero también admitieron que algunos podrían estar muertos y sus cuerpos entre los escombros, o ser parte de las evasiones.
Sobre la crisis en el penal, el procurador reiteró que la violencia fue producto de confrontaciones entre grupos internos que pertenecen al crimen organizado; incluso responsabilizó al líder de una de las bandas denominada "los sureños" de ser "el artífice de la insurrección".
Se trata de Víctor Eduardo Aguilar Sánchez, alias "el Perro", quien antes del segundo motín fue trasladado al penal de mediana seguridad de El Hongo en Tecate, desde donde supuestamente ordenó a sus cómplices que se encontraban en La Mesa matar a varios internos del bando contrario.
"Los sureños" se enfrentaron a "los Paisas" y el choque provocó la segunda revuelta, según el procurador, pero no confirmó si los internos usaron armas de fuego, ya que sólo a siete de los fallecidos se le encontraron restos de pólvora o evidencias de que habían disparado.
En cambio, la mayoría de los muertos cayeron por armas de fuego y sólo un policía resultó lesionado de bala.
Sin embargo, el procurador admitió que el primer motín se suscitó a consecuencia del homicidio de un recluso a manos de custodios. Ese día los sublevados denunciaron prácticas de tortura y malos tratos, así como abusos a los visitantes.
Peritaje complicado
Justificó que el escenario se encuentra totalmente alterado durante y después de ambas revueltas y por ello han retrasado los resultados de los peritajes. Incluso aún se desconoce el número total de fallecidos y no se ha determinado la identidad de algunos occisos y heridos, pues parte de los archivos fueron destruidos.
Esta misma situación ha impedido conocer si hay reos evadidos, pues todavía no se ha logrado hacer una lista completa de los que se encuentran en el penal, sumados a los que fueron heridos, muertos y más de 200 trasladados a las cárceles de El Hongo, Ensenada, Mexicali, en Baja California, y el Altiplano en el Estado de México.
En el lugar se localizaron hasta el domingo casi 500 cartuchos calibres .223 y 9 milímetros que se utilizan en las armas de cargo de policías municipales y custodios, pero también hay casquillos 7.62 x 51 que abastecen los rifles G-3, en poder de elementos de la Policía Federal y la Estatal Preventiva.
Entre los escombros han encontrado huesos humanos que podrían pertenecer a más de una persona, pero su identificación es muy complicada debido a que están calcinados. En cuanto se manipulan prácticamente se desintegran, explicó uno de los peritos que pidió anonimato.
Moreno Manjarrez admitió que entre estos restos podría encontrarse al menos un custodio que según declaraciones de los reclusos fue incinerado durante las revueltas.
De acuerdo con datos oficiales, 20 internos fallecieron durante los motines (tres en el primero y 17 en el segundo), pero días después murieron otros tres, lo que da un saldo total de 23.
Sin embargo, no se han contabilizado los restos óseos que se localizaron entre los escombros de la penitenciaría destruida, y tampoco se ha descartado que puedan encontrar más cuerpos.
Asimismo, admitió la posibilidad de que cinco reclusos se fugaran, además de otros que se habían evadido aprovechando la confusión de los motines pero que fueron reaprehendidos poco después.
Un día posterior a la primera asonada, las autoridades penitenciarias habían constatado la "ausencia" de al menos 40 internos, pero después de la segunda revuelta se desconoce cuántos faltan.
Aseguran que quienes se consideran "desaparecidos" actualmente podrían encontrarse en las celdas pues no todos han sido censados, pero también admitieron que algunos podrían estar muertos y sus cuerpos entre los escombros, o ser parte de las evasiones.
Sobre la crisis en el penal, el procurador reiteró que la violencia fue producto de confrontaciones entre grupos internos que pertenecen al crimen organizado; incluso responsabilizó al líder de una de las bandas denominada "los sureños" de ser "el artífice de la insurrección".
Se trata de Víctor Eduardo Aguilar Sánchez, alias "el Perro", quien antes del segundo motín fue trasladado al penal de mediana seguridad de El Hongo en Tecate, desde donde supuestamente ordenó a sus cómplices que se encontraban en La Mesa matar a varios internos del bando contrario.
"Los sureños" se enfrentaron a "los Paisas" y el choque provocó la segunda revuelta, según el procurador, pero no confirmó si los internos usaron armas de fuego, ya que sólo a siete de los fallecidos se le encontraron restos de pólvora o evidencias de que habían disparado.
En cambio, la mayoría de los muertos cayeron por armas de fuego y sólo un policía resultó lesionado de bala.
Sin embargo, el procurador admitió que el primer motín se suscitó a consecuencia del homicidio de un recluso a manos de custodios. Ese día los sublevados denunciaron prácticas de tortura y malos tratos, así como abusos a los visitantes.
Peritaje complicado
Justificó que el escenario se encuentra totalmente alterado durante y después de ambas revueltas y por ello han retrasado los resultados de los peritajes. Incluso aún se desconoce el número total de fallecidos y no se ha determinado la identidad de algunos occisos y heridos, pues parte de los archivos fueron destruidos.
Esta misma situación ha impedido conocer si hay reos evadidos, pues todavía no se ha logrado hacer una lista completa de los que se encuentran en el penal, sumados a los que fueron heridos, muertos y más de 200 trasladados a las cárceles de El Hongo, Ensenada, Mexicali, en Baja California, y el Altiplano en el Estado de México.
En el lugar se localizaron hasta el domingo casi 500 cartuchos calibres .223 y 9 milímetros que se utilizan en las armas de cargo de policías municipales y custodios, pero también hay casquillos 7.62 x 51 que abastecen los rifles G-3, en poder de elementos de la Policía Federal y la Estatal Preventiva.
Entre los escombros han encontrado huesos humanos que podrían pertenecer a más de una persona, pero su identificación es muy complicada debido a que están calcinados. En cuanto se manipulan prácticamente se desintegran, explicó uno de los peritos que pidió anonimato.
Moreno Manjarrez admitió que entre estos restos podría encontrarse al menos un custodio que según declaraciones de los reclusos fue incinerado durante las revueltas.
De acuerdo con datos oficiales, 20 internos fallecieron durante los motines (tres en el primero y 17 en el segundo), pero días después murieron otros tres, lo que da un saldo total de 23.
Sin embargo, no se han contabilizado los restos óseos que se localizaron entre los escombros de la penitenciaría destruida, y tampoco se ha descartado que puedan encontrar más cuerpos.
Venganza de la mafia, el móvil del doble crimen
MEXICALI.- La mafia ajustó cuentas con una jovencita mexicalense que al parecer delató un cargamento de drogas. De acuerdo a los detectives, por ese motivo la joven y su madre fueron ejecutadas el fin de semana pasado..
Agentes ministeriales consideran que una de las líneas de investigación sobre la ejecución de dos mujeres -madre e hija- la noche del 18 de septiembre en el interior de las Fiestas Patrias de Palaco fue por delación de un cargamento de estupefacientes en Mexicali que se convirtió en "un gane" de droga.
De manera circunstancial, señala un informe, Samatha López Barraza, de 16 años de edad, se enteró de una operación del crimen organizado y se lo comentó a su madre Araceli Barraza Camacho -una activista del Partido Revolucionario Institucional- que, a su vez, lo comentó con algunas personas que incautaron el estupefaciente.
La noche de la ejecución, un sicario solitario se apersonó para disparar contra las dos mujeres en venganza por dar a conocer el operativo de tráfico de drogas que terminó en manos de bajadores de droga, según las fuentes consultadas.
La investigación continúa con la intención de identificar para su detención a un hombre vinculado sentimentalmente con la joven victimada..
Agentes ministeriales consideran que una de las líneas de investigación sobre la ejecución de dos mujeres -madre e hija- la noche del 18 de septiembre en el interior de las Fiestas Patrias de Palaco fue por delación de un cargamento de estupefacientes en Mexicali que se convirtió en "un gane" de droga.
De manera circunstancial, señala un informe, Samatha López Barraza, de 16 años de edad, se enteró de una operación del crimen organizado y se lo comentó a su madre Araceli Barraza Camacho -una activista del Partido Revolucionario Institucional- que, a su vez, lo comentó con algunas personas que incautaron el estupefaciente.
La noche de la ejecución, un sicario solitario se apersonó para disparar contra las dos mujeres en venganza por dar a conocer el operativo de tráfico de drogas que terminó en manos de bajadores de droga, según las fuentes consultadas.
La investigación continúa con la intención de identificar para su detención a un hombre vinculado sentimentalmente con la joven victimada..
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