COLUMNA: Expediente Político

* El debacle político de “El Tito” Robles
Por Alfredo Calva

La imagen sana y de aparente probidad, de Javier Robles Aguirre, mejor conocido entre los rosaritenses como “El Tito”, gracias a los intereses mezquinos, ambiciones personales y de grupo, fue enviada a la letrina y provocaron su debacle politico.
Personajes de la vida politica de militancia priísta y del albiazul, alentaron a este joven y puberto político, a registrarse como precandidato del tricolor, sin importarles el daño que generarían a Robles Aguirre, lo importante era y es, salir avante con sus ambiciones personales, a través de intrigas y falsas expectativas generadas a su alrededor, que le hicieron creer y por ende caer en el campo de la ilusión de obtener la nominación oficial del PRI, para contender en la campaña electoral del próximo cuatro de julio.
La denuncia penal presentada ante el ministerio publico del orden común, en el mes de agosto del pasado año, por el Sindico Procurador, Arístides Valdespino (ferviente impulsor de su candidatura), en contra del cabildo de la administración del III Ayuntamiento de Playas de Rosarito, del que formo parte Javier Robles Aguirre, por la venta de un predio propiedad del gobierno local, pero que, en este se encuentran asentadas una biblioteca publica y una cancha de usos múltiples, y que en su momento, el “Tito” Robles dio su consentimiento a través de su voto, será consignada al juzgado, y en consecuencia, tendrá que enfrentar al igual que sus compañeros de ese cuerpo colegiado a la justicia a través de un juicio, que lo coloca en calidad de indiciado, y de acuerdo a la ley electoral, este es un impedimento para que pueda contender en el proceso electoral.
Como señalo en el anterior párrafo, el Sindico conocía de este detalle, y no tuvo la intención, ni vocación de alertar sobre el particular a Robles Aguirre, o cuando menos, sugerir dar solución a un problema de orden legal que ya se ventilaba en los medios de comunicación y la opinión publica, sin embargo, el afán de utilizar al “Tito” para saciar su deseo de venganza en contra de Javier Hernández Tovalin, impulso lo que ya se ve irremediable, la caída de Javier Robles Aguirre, como precandidato a la nominación oficial del tricolor, y lo que es peor, en caso de que la ganara, de llegar a la alcaldía de Rosarito.
De forma paralela se suma el acuerdo del senador priísta Fernando “El Diablo” Castro Trenti, con el gobierno de José Guadalupe Osuna Millán, para entregar la elección local, a través de la imposición de candidaturas débiles que permitan el triunfo holgado de los abanderados del PAN las alcaldías y curules en el congreso del estado.
Para ello utiliza a sus operadores oficiales, en esta localidad, son dos, el de planta, Antonio Serret Rodríguez, y el intermitente, Catalino Zavala Márquez, quien por cierto, es una lacra política, que ha vivido del erario presupuestal desde hace décadas, juntos han llevado a efecto acciones que no solo van en detrimento de la imagen de “Tito” Robles, si no que, además, alimentan la desestabilización del proceso interno con el fin de que este se elimine y su patrón designe al emergente, si no es que ya lo tiene a través del registro soterrado del mundialmente desconocido en el ámbito político local, Jorge Sánchez Rodríguez.
Lo cierto es que, el “Tito” Robles, desgasto en infiernitos su polvora politica, su capital de imagen, en aras de obtener un beneficio personal, y en correspondencia hacia aquellos, en especial a sus dos patrocinadores, Antonio Macias Garay y Alfredo Amaro Mata, daño que le sera en lo futuro dificil restaurar.
Y si no, al tiempo.