domingo, 22 de agosto de 2010

COLUMNA: Off The Record

* El infierno que viene
Por Bartolomé Rubio Hernández
ruherba@yahoo.com.mx
El infierno que viene



En Tijuana una mamá debe estar muy contenta, uno de sus hijos, un policía, del cual dijo que estaba segura de que era inocente, y que tarde que temprano, si había justicia en México, regresaría sano y salvo a casa, finalmente quedo libre. El hijo de esta madre, fue uno de los muchos que se llevaron a Tepic, Nayarit el 20 de enero del 2009, ella fue un militante del Partido Acción Nacional(PAN), “pero ahora a toda la gente que invito a votar por mi partido, les diré que no lo haga, porque lo que me hizo el gobierno es imperdonable”, dijo después del arresto.



Este sábado 21 de junio se supo de la liberación de varios de estos policías detenidos, en enero del 2009 y como ocurrió con Othal Namur, en tiempos del gobierno de Jorge Hank Rhon, ese jefe policiaco que fue llevado con muchos otros por su supuesta relación con el narco, después lo regresaron a Tijuana, con el clásico usted dispense, la trillada acción mexicana, de detener para investigar, no como lo prevé nuestra Constitución, que nadie es culpable hasta que la autoridad demuestre lo contrario.



Toda esta situación de violentar constantemente nuestra Carta Magna, nos lleva a un callejón si salida, en donde a nuestra máxima autoridad, el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, ha perdido total credibilidad ante la sociedad. Nadie duda que hay que poner en orden a la delincuencia organizada, hay que demostrarle que hay un Estado fuerte y que protege a la sociedad.



Todos estamos de acuerdo en que los Estados, como representantes de la sociedad, deben actuar cuando sea necesario para poner orden, pero la estrategia adoptada por el primer mandatario, está demostrado, no fue la adecuada. Para empezar porque ha faltado investigación en todas estas acciones.



Estoy en desacuerdo en que se culpe a los soldados de ser los responsables únicos de violar los derechos humanos en esta guerra contra el narco, hay más culpables, los agentes del ministerio públicos que ordenan operativos, jueces como el de Matamoros que ordenó la detención de 62 agentes ministeriales y municipales en Tijuana, el procurador y el gobernador de Baja California, que lo apoyaron.



En dónde están los que deben investigar para actuar contra un mal servidor público, nuestros soldados van a donde los mandan y hay veces, hay que decirlo, se les pasa la mano con personas que ni son culpables, pero la tropa es así en todas partes del mundo, ellos reciben órdenes, y no van a llegar con ramo de rosas si saben que van a detener por un supuesto capo o gente relacionada con la delincuencia organizada.



Los ejemplos de cómo hacer bien las detenciones los dan los policías de Estados Unidos, las autoridades investigadores, que en días pasados ,en un extenso operativo detuvieron a 43 personas, entre ellos al director de enlace de la procuraduría estatal y a un policía ministerial, así como a ex policías, tanto de la corporación estatal como de la municipal, en un operativo anti-drogas que se denominó “Luz Verde” y que arrojó además, el decomiso de drogas.



Cómo es que las autoridades mexicanas no sabían nada de estas personas en Tijuana, desde entonces, desde la detención de su colaborador cercano, nuestro procurador de Justicia, Romel Moreno Manjarrez, está muy calladito. Quienes conocieorn a Jesús Quiñonez Marquez, aseguran que durante la gestión de Juan Mnauel Salazar Pimentel, como procurador, todavía era un buen muchacho, pero en las siguientes administraciones se maleó.



EL INFIERNO QUE VIENE



Un obra cinematográfica que podría reflejar toda está situación que estamos viviendo en México es la película de Luis Estrada, que al parecer se estrenará el 3 de septiembre. Dicen los críticos que cimbrará al mundo político y a la opinión pública por su guión directo y descarnado sobre lo que vive en este momento buena parte del país respecto a la lucha contra el narco. El lector debe recordar aquella película del 2000, La Ley de Herodes, del mismo a autor: Luis Estrada, que aseguran le dio un golpe al PRI en el poder y sus 70 años de corrupción gubernamental y por supuesto le dio el triunfo a Vicente Fox.

Quienes ya tuvieron acceso al contenido de esta producción aseguran que El Infierno que viene hace alusión descarnada sobre lo que vive en este momento buena parte del país. Con una realización y una narrativa impecables, Estrada retrata y cuestiona la llamada “guerra contra el crimen organizado”, la descomposición social que le acompaña, y la degradación y penetración de todas las instituciones —tanto las de la sociedad como del Estado— que ha hecho de varios estados y regiones de México auténticos “infiernos”.

“El infierno es aquí y ahora”, dice un personaje de la cinta, en un imaginario “San Miguel (N)Arcangel”, Estrada muestra una realidad que bien podría ser la de Ciudad Juárez, Monterrey, Tepic, Veracruz, Torreón o cualquier otro municipio de México.

La película “desnuda y exhibe, lo mismo la simulación y corrupción de los gobiernos y cuerpos de seguridad federales, estatales o municipales en la lucha contra el narco, que la burda ignorancia y desmedida violencia de capos y sicaros sanguinarios que se asesinan salvajemente entre ellos, sin respetar ningún tipo de códigos, ni siquiera los familiares, o la ambición por el dinero que ha corrompido a toda una sociedad en crisis total de valores: hermanos que se asesinan y traicionan entre sí, madres que se hacen de la vista gorda ante hijos criminales a cambio de dinero para comer y algún electrodoméstico, y niños y jóvenes que sueñan con ganar dinero fácil y convertirse en un sicario “bien chingón”, dice la Critica.




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