Por Teresa Gurza
Esta semana hubo varias noticias relacionadas con periodistas.
Dos de ellas fueron desgraciadamente malas: el asesinato de José Luis Cerda
Meléndez, conductor del programa de televisión El Club de Televisa Monterrey y
la desaparición de Nicolás López Olguín, colaborador de varios medios de
Veracruz.
Cerda fue secuestrado al salir de su trabajo junto a otras dos personas; su
cuerpo con un balazo y huellas de tortura, fue robado por un comando y apareció
después, dentro de un auto.
La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, condenó el crimen. Y su presidente
Gonzalo Marroquín, del diario guatemalteco Siglo XXI, reclamó al gobierno
mexicano cumplir sus promesas de impulsar la federalización de los crímenes
contra periodistas y crear un sistema de protección.
Y Juan Francisco Ealy Ortiz, titular de la Comisión Contra la Impunidad de la
SIP y Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL,
expresó su solidaridad con la familia y los colegas del periodista victimado.
Ealy Ortíz agregó que este es el momento de que los medios mexicanos “probemos
que estamos unidos y tenemos un compromiso común contra la violencia"
El asesinato de Cerda es el segundo de este año en contra de un periodista. En
febrero pasado fue ultimado Rodolfo Ochoa Moreno, ingeniero técnico del Grupo
Multimedios en Torreón, Coahuila.
Por otra parte, representantes de televisoras y radiodifusoras firmaron este
jueves un pacto de estrategia para la cobertura de temas de violencia que, de
acuerdo a una nota de La Jornada, contiene un decálogo de criterios editoriales
para “no interferir en el combate a la delincuencia, dimensionar adecuadamente
la información y no convertirse en voceros involuntarios” de los criminales.
A su vez, El Universal publicó un editorial en el que advierte que el crimen
organizado atraviesa diversos ámbitos económicos, políticos y sociales; por lo
que definirá y dará mayor cobertura a temas como las adicciones, las reformas al
sistema penal, la formación de jueces y fiscales, la atención a programas
exitosos en otras naciones, y la transparencia y eficacia de las políticas
públicas orientadas a enfrentar este problema.
El editorial enfatiza la necesidad de dar mayor transparencia a la
responsabilidad periodística con información veraz, equilibrada, sustentada en
hechos y fuentes reales y siempre identificables; y el respeto a las garantías
ciudadanas como la libertad de expresión, el derecho a un debido proceso y el
respeto a la dignidad.
Y reconoce a los tribunales jurisdiccionales, como la única autoridad para
juzgar conductas delictivas; por lo que previene que filtraciones de expedientes
judiciales o testigos protegidos, serán validados antes de su publicación.
Ese diario evitará reproducir total o parcialmente, mensajes textuales o
imágenes emitidos por delincuentes, por considerarlos “apología de la
violencia”.
Como periodista, me parece muy positivo que se tomen medidas como las anteriores
porque hablan bien del periodismo mexicano.
Recuerdo que hasta hace pocas décadas, los reporteros eran en general personas
“tronadas” de otras carreras; y lo digo sin que eso demerite su valor, capacidad
y entrega a la profesión; mientras que ahora salen de universidades.
Definir la vocación, sea para el periodismo o sea para otra profesión, es
esencial en los jóvenes; es por eso que me parece importante difundir un boletín
que me mandó el colega Antonio Aspiros, sobre una serie de cursos gratuitos de
orientación vocacional para ayudar a disminuir en México, el número de “ninis”.
Datos del censo de población del 2010, indican que hay casi 30 millones y medio
de jóvenes entre 15 y 29 años y la última Encuesta Nacional de la Juventud
(2005), indica que el 22 por ciento de ellos ni estudian ni trabajan; y son a
los que se conoce como “ninis”.
Los analistas han identificado la falta de orientación vocacional, como una de
las principales razones de este fenómeno social.
Ante eso, la Universidad Motolinía del Pedregal ha creado un programa gratuito
para afianzar la identidad y vocación de las nuevas generaciones.
Los cursos que repito son gratuitos, iniciarán el próximo 30 de marzo en sus
aulas; y el único requisito es la inscripción previa mediante una llamada
telefónica al tel. 5568-0559 extensiones 1019 o 1047, con el Lic. Andrés Alarcón
o con la Lic. Alejandra Bustamante.
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