Fieles al rescate en Rosarito

(TOMADO DE LA COLUMNA Agua Caliente Por Vigía y Cía DEL PORTAL DE INTERNET DEL PERIODICO FRONTERA)
Bien dicen que tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, y los seguidores del “padre desobediente” Raymundo Figueroa, se encuentran más que a la expectativa y con los ánimos desbordados luego de que el arzobispo de Tijuana, Rafael Romo, tomara la delantera y enviara a su gente para sacar documentos, papelería y computadoras de la parroquia del Santísimo Sacramento en Rosarito.
El caso es que entre lo mundano y la sagrado, la cosa está más caliente que en el mismísimo infierno, pues los partidarios del “padre desobediente” están dispuestos a llevar las cosas hasta sus últimas consecuencias e impedir que les quiten a su sacerdote y su templo.De hecho, el día de ayer, aunque en apariencia las cosas transcurrían con normalidad en lo que se refiere a las actividades de la iglesia, en donde a mediodía se festejó un bautizo, claro está bajo la bendición del padre Ray, decenas de ojos vigilaban con cautela que nada alterara el orden del santo templo.De hecho, los feligreses que viven en los alrededores del mismo, aseguraron que se montaron guardias día y noche para evitar otro madruguete por parte del arzobispado.Ahora sólo resta ver, qué información se encontrará en el disco duro de las computadoras que se llevaron y los documentos impresos y cuál de ella se dará a conocer de manera pública, sobre todo, por las implicaciones que este caso ha ocasionado en la iglesia católica bajacaliforniana, donde ya hay advertencias de que el asunto podría levantar piedras, para que las arañas empiecen a salir.