PUERTO VALLARTA.- El ritual de colocación de medallas simbólicas en un tablero ubicado en la carpa de campaña, al igual que la tradicional reunión al final de cada competencia no se hicieron esperar.
Pero en esta ocasión se vivía un ambiente diferente. Ya no era la preocupación por aquellas finales en las que se complicaban los cierres, o bien en las que un segundo o las centésimas marcaban la diferencia entre el primer y el segundo lugar.
La última noche dentro de la fase de alberca se convirtió en una gran fiesta a pesar de que en esta ocasión, la delegación de Baja California compitió en calidad de visitante.
La alberca de la Unidad Deportiva “Alfonso Díaz Santos”, esa que fue una prueba de fuego para las selecciones participantes, principalmente por algunos inconvenientes en la adecuación de espacios, se convirtió en un territorio conquistado por la armada peninsular.
Cuando todos los equipos partían rumbo a sus hoteles, la delegación de Baja California sostenía sus reuniones de evaluación y trabajo con coaches, integrantes del área metodológica y de desarrollo del deporte, con los médicos y fisiatras.
“Queremos felicitarlos y agradecer por este esfuerzo, por tener un grupo unido y trabajador, por la labor incansable del cuerpo médico que estuvo trabajando y tocando el tambor con ustedes, por su disciplina”, dijo el entrenador Aarón Fernández Pinto.
“Se vieron descansados, estuvieron en sus habitaciones a la hora indicada, se mantuvieron apegados a las instrucciones que les dimos, eso habla bien de ustedes y de la selección, y lo más importante, es que se vio reflejado en la alberca con los resultados”, agregó.
Cada una de las áreas que conformaron el colectivo bajacaliforniano externó sus puntos de vista sobre esta experiencia compartida, en la que se ganó el primer puesto en una disciplina donde se ha crecido en los últimos años.
“Era un panorama distante, un sueño lejano, pero finalmente se consigue cumpliendo con una máxima acorde con el lema que adoptamos para la Olimpiada Nacional este año, el de todo es posible”, dijo el metódologo cubano-mexicano, Manuel Aguilera Lage.
A nombre de los nadadores, el capitán Felipe Alberto Moreno Cervantes se mostró agradecido por el apoyo brindado, la confianza y el esfuerzo que de manera conjunta se proyectó tanto en el medallero como en el cuadro de puntos.
Además, gracias al programa psicológico, se desarrolló un trabajo en el que la Baja lució verdaderamente como una delegación integrada y unida, en la que también el soporte moral lo dieron los padres de familia que viajaron más de mil millas para compartir el sabor de la hazaña.
Fue por ello que para cerrar de manera especial la reunión en la alberca, el entrenador en jefe de la delegación Ascanio Fernández Pinto, dejó en claro la última impresión de este campeonato obtenido al preguntar a los pupilos: “¿Saben ustedes, a qué sabe el triunfo? Esta noche el triunfo sabe a Baja California.”
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