martes, 12 de julio de 2011

Deficiencia de hierro se previene con una alimentación balanceada

TIJUANA.- La deficiencia de hierro, la cual hace que disminuya el nivel de hemoglobina -elemento de la sangre que transporta el oxígeno a los tejidos-, es evidente por la palidez del rostro, palmas de las manos y uñas, así como por el tono blancuzco-amarillento en la parte interna del parpado interior y la deshidratación de la piel. Otra característica es que se abren las comisuras de los labios.


Lo anterior fue expuesto por el doctor Jorge Mendoza Parada, jefe delegacional de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social en Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, quien detallo que este tipo de anemia (ferropenica) puede prevenirse con una alimentación balanceada que incluya los cinco grupos de nutrientes (frutas, verduras, leguminosas, cereales y carnes).








Destacó que los principales alimentos que aportan hierro son los vegetales de hojas verdes (espinacas, acelgas), el hígado de res, las carnes rojas (es suficiente en cantidades moderadas -30 gramos ya preparada), los cereales, la yema de huevo y las leguminosas (lentejas, habas, frijoles, garbanzos).







Otra causa de este tipo de anemia, explicó el doctor Mendoza, es la inadecuada absorción de hierro por el organismo, lo cual ocurre sobre todo porque el consumo de este mineral no se complementa con el de la vitamina C -principal fuente para su asimilación, contenida especialmente en cítricos como limón, naranja, toronja y mandarina.







Agregó que la deficiencia de hierro ocasiona que se reduzca la capacidad de las defensas del organismo contra infecciones, alertargamiento y mareos. En los niños, sobre todo menores de dos años, provoca, además, atraso en el crecimiento a nivel neurológico y psicomotor.







Advirtió el especialista que los suplementos o complementos alimenticios, tienen un alto costo y no sustituyen los beneficios de una alimentación balanceada, además de que con frecuencia son innecesarios, porque en caso de padecer anemia, lo principal es modificar los hábitos alimenticios, y si el problema es muy severo, se prescriben pastillas especificas de hierro, o hasta transfusiones.







Señaló el especialista que otra restricción para el consumo de esos productos es que tienen un contenido elevado de hierro, y si el organismo no requiere un aporte adicional, entonces hay una sobredosis que no se desecha a través de la orina sino que se queda en el cuerpo, lo cual puede dañar el hígado, al páncreas, y al corazón, así como a las articulaciones y glándulas endocrinas, y puede provocar reacciones alérgicas, visión borrosa, diarrea y taquicardia.







Aclaró que los lípidos adecuados son los que provienen de grasas como aceite de oliva, cártamo, girasol, semillas, aguacate, salmón (insaturadas), y no los de las saturadas como los lácteos, carnes rojas, azúcares y féculas refinadas (arroz, pastas, harinas refinadas)

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