jueves, 3 de febrero de 2011

Kalimbiña a Top Gear

Por Jairo Calixto Albarrán
Digo, cómo se atreven los de Top Gear a atacar vilmente, trepados en destartalados estereotipos del mexicano, si aquí, donde el águila paró y su estampa dibujó, tenemos verdaderos prohombres de esos con calidad de exportación, que ni son huevones ni pedorros, y mucho menos están hechos a la imagen y semejanza de Speedy González.


Pobrediablesco James May, quien además reniega de la comida mexicana cuando nunca se ha dado un atascón de tamales en el Día de la Candelaria que, casualmente, coincide con el muy gringo Día de la Marmota para quedar como tal. Cuándo vas a comparar un desmejorado fish & chips, representante de una gastronomía muy tristita, con un menú yucateco debidamente acompañado con unas preciosas botellas de tequila en el Buda Bar.




Nomás para que en Top Gear sepan que hay vida más allá de Chano y Chon, presentamos a Leonel Cota, ex gobernador de Baja California Sur por el PRD, ex presidente del partido del sol azteca, y cuyas aspiraciones políticas lo llevaron a abrazar al partido de la maestra Gordillo para luchar por la alcaldía de Los Cabos y de paso rematar su brillante carrera haciendo un conmovedor llamado a votar por el PRI. Yo pensé que Añorve era el político más admirable, sobre todo ahora que pide recuento voto por voto, casilla por casilla, después de que lo trataron como rebelde en El Cairo.



Mucha más dignidad la del ex héroe de esta película, papá, Mario Marín, que en vez de refugiarse en el clóset, se presentó en la toma de posesión de su sucesor, Moreno Valle, para recibir de pie los tomatazos y los abucheos. Todo mientras el flamante gobernador le rendía culto a la maistra Gordillo como si fuera la Corregidora, y agradecía la querida presencia de la chica del huipil tricolor que, gentil damita, se fue antes de terminado el besamanos. Grandes expectativas genera el panista cuando promete que no habrá persecución, pero tampoco impunidad. O sea que los peces gordos pueden estar tranquilos.



Y qué decir de nuestra anti-Niurka, La reina del Pacífico, que al grito de “Antes muerta que sencilla” se aplicó su buen tratamiento estético (botox, no lipo, pese a lo que digan sus detractores) en Santa Marta Acatitla. Algo que tampoco es reprochable habida cuenta de su exposición mediática; ni modo que apareciera a cuadro con los pelos de La Chupitos.



Para que aprendan a valorar lo bueno, que a los de Top Gear les regalen un VTP por los idílicos narcobloqueos de Monterrey, Guadalajara y Zacatecas, con hospedaje en guarderías subrogadas del IMSS y en las sedes de Casitas del Sur. Todo en compañía de Zedillo cantando “Ya ganamos, ya ganamos”.



Sí, que no chinguen.

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