jueves, 3 de febrero de 2011

Denuncian abusos de la policía de Tijuana en Marcha Migrante VI

Por Jorge Morales Almada
En la mera esquina de Latinoamérica, donde unos barrotes de acero enmohecido en medio de la playa dividen a dos países, activistas defensores de los inmigrantes se reunieron este miércoles para dar inicio a la Marcha Migrante VI, que en esta ocasión tuvo entre sus reclamos el abuso que padecen por parte de la Policía Municipal de Tijuana.

Al sur de la barrera, donde una plaza de toros y un faro lucen imponentes, estaban Cornelio Cervantes y Joel Barba, quienes recientemente fueron deportados y a manera de protesta llevan consigo un cartel donde denuncian esos abusos policíacos.



Los dos participaban en el arranque de lo que será una caminata a lo largo de la frontera entre California y Baja California, de Tijuana a Mexicali, para gritar, una vez más, las injusticias y abusos que padecen quienes buscan el "sueño americano".



Ahí, teniendo de por medio esa tras la reja, me contaban que los policías municipales les roban y detienen con cualquier pretexto, y que las casitas de carton y plástico que instalan en el Cañón del Matadero para pasar la noche, son destruidas por los oficiales que no dejan ir la oportunidad para propinarles un reporterio de sopapo, patín y coscorrón.



"Porque somos migrantes, por eso estamos aquí, para denunciar lo que nos hace la policía (de Tijuana), a cada rato nos roba y nos detiene", decía Cornelio.



Al norte, donde un abandonado Parque de la Amistad ya no recibe visitantes, Enrique Morones sostenía una cruz con la leyenda: "Ni una muerte más. No More Deaths".



Eso, decía el activista de San Diego, de la organización Ángeles de la Frontera; es el mensaje de esta sexta marcha por la defensa de los migrantes.



"Que no queremos ni una muerte más, queremos reforma (migratoria), y la lucha sigue", mencionó. "Porque si no presionamos no se va a hacer".



De lado mexicano, el diputado Francisco Javier Sánchez Corona, representaba a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Baja Califronia en solidaridad a la marcha.



"Venimos a reclamar la violación de los derechos humanos que sufren los migrantes que pasan por nuestro país en busca de mejores condiciones de trabajo y de una mejor vida", dijo el legislador estatal. "Porque sabemos de las violaciones que se viven a diario por las propias autoridades y de grupos del crimen organizado, como secuestros, amenazas, violaciones y hasta la muerte".



Del lado estadounidense, Morones daba los pormenores de la ruta que seguirán, pasando a visitar un refugio de migrantes en Tecate, donde se reunirán con el alcalde de esa ciudad, luego una visita a la zona desértica del Valle Imperial para llevar agua a las estaciones migrantes y para finalizar, el domingo 6 de febrero, una misa binacional en la frontera de Mexicali con Caléxico.



La primera marcha migrante se llevó a cabo en 2006 por todo el país como un llamado a la participación en las megamarchas de migrantes de ese año, luego para contar las historias de los migrantes, la tercera fue para llamar al voto de los inmigrantes, la cuarta para llevar 50 mil firmas a la Casa Blanca en apoyo a una reforma migratoria y la del año pasado fue por el desierto de Arizona.

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