MADRID (EFE).- La periodista mexicana Lydia Cacho, destacada activista contra la trata de seres humanos, fue distinguida hoy con el I Premio de Periodismo Internacional Manuel Leguineche, que concede la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).
El premio, dotado con 20.000 euros (unos 25.600 dólares) reconoce el trabajo de informadores y medios de comunicación empeñados en la defensa de los derechos humanos y, en particular, de la libertad de expresión, al igual que el periodista español Manuel Leguineche, de quien recibe el nombre el galardón.
Según el fallo del jurado, Cacho fue elegida por mayoría debido a su capacidad para ejercer el periodismo de una forma "valiente y decidida", en un contexto de hostigamiento e indefensión, "promovido en algunos casos por instituciones oficiales".
El jurado se reunió esta mañana encabezado por la presidenta de la Diputación de Guadalajara (centro de España), María Antonia Pérez-León, con Leguineche como presidente de honor.
Pérez-León explicó a Efe que Cacho es "una excelente referente de la defensa de los derechos humanos" y representa perfectamente el significado de este premio, como defensa de la libertad de expresión, enmarcada dentro de la justicia social.
También destacó la labor de la periodista mexicana en defensa de la igualdad de género, una actividad que Cacho ha desarrollado "poniendo en peligro su vida", recalcó.
Puso como ejemplo que "la ganadora ha sacado a la luz auténticas mafias de corrupción y prostitución de mujeres y niños, en las que incluso había implicados algunos cargos políticos, lo que ha supuesto poner su vida en peligro por la defensa de los derechos y la justicia social".
Lydia Cacho, reconocida en el mundo de la comunicación y de los derechos humanos por su activismo en favor de las mujeres y contra las mafias de la pederastia, publicó recientemente el libro "Esclavas del poder", su último trabajo periodístico sobre la trata de mujeres y niñas.
En esta obra, Cacho denuncia que 1,4 millones de personas son compradas y vendidas en el mundo, la mayoría para dedicarlas a la prostitución.
Cacho es fundadora de un refugio de ayuda a mujeres víctimas de la violencia.
En 2006 esta periodista, muy incómoda para las autoridades de su país, se convirtió en noticia cuando, tras desvelar una trama de explotación sexual de menores en el Caribe mexicano, fue víctima de una conspiración.
Secuestrada en el sureste del país por policías del central estado de Puebla, fue trasladada por carretera, entre amenazas, con el fin de internarla en una cárcel, donde se pretendía vejarla.
La presión de la prensa y organizaciones civiles libró a Cacho de ese destino, aunque la Justicia mexicana dejó sin castigo a los instigadores del secuestro, entre los que se contaban empresarios y políticos locales.
La presidenta de la Diputación de Guadalajara destacó que el jurado del premio ha valorado la resistencia individual de Cacho para enfrentarse a la violencia con riesgo de su vida por el hecho de informar.
Agregó que el acoso al que actualmente está sometida la periodista "pone de relieve las enormes dificultades que los periodistas afrontan en varios países latinoamericanos cuando tratan de desarrollar su profesión de forma independiente y crítica".
Pérez-León dijo que, en los próximas días, se informará de cuándo se llevará a cabo la entrega del premio, previsiblemente en el mes de noviembre.
Junto a la periodista mexicana, a esta primera edición del premio concurrieron las candidaturas de Gervasio Sánchez, la revista "Anoche tuve un sueño", Josep Bos, José Antonio Guardiola, Ángeles Espinosa, Jesús Torvado y Javier Reverte.
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