Si el día de ayer, les tocó observar a un trabajador común y corriente, de maquiladora o de cualesquier otro tipo de empresa, de vestimenta modesta, que parecía caminar sobre las nubes, algo así como “pavo real”, casi seguro fue porque se acababa de enterar que a partir del 1 de enero del 2014 se incrementará el salario que percibe. “Suertudote”.
Imaginen nada más, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, encargada precisamente de fijar los salarios mínimos que deben regir en el país, determinó incrementar en 2.52 pesos los vigentes para esta zona del país. Esto representa un incremento de 3.9% respecto al que hasta el momento han venido percibiendo. Incremento similar al que se aplicó este año.
El nuevo salario mínimo, que regirá en Baja California, durante el 2014, será la “fabulosa” cantidad de 67.28 pesos diarios, por 8 horas de trabajo. Lo que implica que ganarán 8.41 pesos por cada hora que laboren y a la semana 470.96 pesos. Apenas 2.52 pesos más que los 64.76 pesos que han estado recibiendo en este 2013.
Ese es el motivo del “orgullo” y “satisfacción” que ya desde ayer se refleja en los rostros de muchos trabajadores mexicanos. Lo único que ahora les debe preocupar, es decidir en qué van a gastar esos 2 pesotes con 52 centavos. “Suertudotes”.
El anuncio lo hizo ayer el Secretario de Trabajo del gobierno federal, Alfonso Navarrete Prida, quien señaló que ahora el país fue dividido en solamente dos zonas, la A y la B, con dos salarios mínimos diferentes.
En la Zona A, supuestamente la mejor pagada, que comprende más del 70% del país, y que abarca Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Distrito Federal, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Veracruz, donde ganarán 67.28 pesos. Son los “ganones”.
“Amolados” los de la Zona B, que comprende a Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas. Pobres, ganarán 3.51 pesos menos, por día laborado, que los de la Zona A.
Todo esto parece peor que una broma de mal gusto. Y si entienden lo “chistoso” de esto, deben saber que el Artículo 123 de la Constitución General de la República, claramente señala que : “Los Salarios Mínimos Generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.
Esto hace recordar una de las canciones favoritas de Pedro Infante, la de Peso Sobre Peso, de Chava Flores, conocido como el cronista autor de la Ciudad de México, que, entre otras tonadillas, dice : “Mira, Bartola, ahí te dejo esos dos pesos. Pagas la renta, el teléfono y la luz. De lo que sobre, coge de ahí para tu gasto. Guárdame el resto, para echarme mi alipús”.
Obviamente, los políticos, que nunca han trabajado, pero que perciben salarios extraordinarios, ni idea tienen del esfuerzo que implica laborar una hora, para percibir solamente 8.41 pesos, o incluso los 57.28 pesos por todo un día. No alcanza, ni para la torta o el transporte. Mucho menos para cubrir el sustento diario de esposa e hijos.
Y la Constitución afirma que el salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Esto, más que evidente, es una pésima broma constitucional. Una broma de humor negro.
Los tecnócratas mexicanos invierten su “valioso tiempo” en tratar de encontrar “la cuadratura del círculo”, a fin de determinar las causas de la delincuencia y la problemática social en México. No entienden, que con tales salarios mínimos, condenan a los trabajadores mexicanos a morirse en la pobreza, o a convertirse en delincuentes.
Vivir con un salario mínimo de 67.28 pesos diarios, o el doble, 134.56 pesos, pagando renta, transporte y los alimentos en un acelerado proceso inflacionario, es una proeza o un milagro. Irónicamente, gana más, un limpiador de vidrios en los cruceros, o el vendedor de chicles. Por cada auto que dizque limpian, perciben propinas de 5 a 10 pesos. Laboran una 4 horas diarias y logran el doble de lo que recibe un trabajador formal.
Por ese sistema económico tan injusto, más de 50 millones de mexicanos viven en pobreza extrema, sin una casa digna. Los hijos no estudian, se dedican a la vagancia, primero, y a la delincuencia después.
Todavía más. Los residentes de la frontera, como Tijuana, enfrentan contrastes que son peor que una grosería. Mientras que los trabajadores tijuanenses percibirán salario mínimo de 67.28 pesos, por día, los que tienen documentos para laborar en Estados Unidos, perciben salario mínimo de 8.00 dólares por cada hora, o sea 192.97 pesos, lo que representa 64.00 dólares por día, el equivalente a 823.68 pesos. En total, a la semana, los trabajadores de allende la frontera, de salario mínimo, perciben 448.00 dólares, o sea 5,965.76 pesos.
En tales condiciones, un trabajador estadunidense, de salario mínimo, percibe 12.24 veces más que un tijuanense. Y hay quienes perciben hasta el doble de eso.
Pero los políticos mexicanos, viven en otro mundo, pues están necios en obligar a los trabajadores mexicanos a vivir en un submundo, con una “vida de angel”, a puro aire. Cada día crecen los cinturones de miseria. El estallido social está a la vista.
gil_lavenants@hotmail.com
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