miércoles, 12 de junio de 2013

Rosarito Blues: Cecilia Castro

Por Gerardo Díaz  
Aquello de que "Lo que no te mata, te fortalece", le cae al mero pelo a Cecilia Castro Moreno, postulante que está de regreso en la contienda, tras una pausa obligada a capricho, de dos semanas en su búsqueda de la Diputación Local del XVII Distrito en Playas de Rosarito, por el Partido Naranja del Movimiento Ciudadano.
Al ser convalidada su candidatura por parte del Tribunal de Justicia Federal que consideró infundado y fuera de todo orden la impugnación promovida por la, nada inocente, Blanca Nieves Alvarez, en su calidad de representante ante el Consejo Electoral y de Participación Ciudadana, nada menos que de Felipe Mayoral, candidato también a diputado por éste Distrito a nombre de la "Alianza Unidos por Baja California", con lo que Mayoral evidencia por un lado su temor y odio misógino contra las damas como Cecilia. Además de que al aún regidor "chapulín" con licencia, confirma con sus actos, que para nada le importan las formas o reglas de etiqueta en esta contienda para saciar su voraz actitud. Cual vulgar enclenque luchador de "vale todo". Zancadilla , piquete de ojos y jalón de cabellos incluidos. Pero la pregunta es Quién carambas es Cecilia Castro?. Y lo que pudimos saber en reciente encuentro de ella con colegas, es que es una joven madre profesióninsta, luchona e inquieta ex panista en dónde militó por casi dos décadas de donde renunció por el desaseo en que se definieron las actuales candidaturas. "Se limpiaron con los principios de doctrina, la historia del partido", expuso molesta sin "andarse por las ramas". Mujer de hablar franco y directo, al fin Sinaloense, y que por casi 25 años de residir en Rosarito, siempre abogó por mejorar las condiciones de vida de los rosaritenses, se ganó calificativos de mujer brava por parte del entonces gobernador, Eugenio Elorduy. Ante tanto mendigo político bipolar, caprichoso, gandalla y prepotente. Basta ya de miserias y bien venida esta guerrera de casa. No la dejemos sola. Fuera caciques verdugos del pueblo! He dicho!.

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