* El “recomendado”
Por Gilberto Lavenánt
En la integración de su equipo de trabajo, el Alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, tuvo que atender a numerosos recomendados. De entre esos, se trató de escoger o seleccionar a los más capaces o idóneos para los puestos a ocupar. Bueno, así se dijo.
Revisando el portal del XX Ayuntamiento de Tijuana, se puede detectar u observar a uno de esos recomendados, que no es precisamente el más capaz, ni el más idóneo. Se trata de un individuo, de profesión ingeniero, que responde al nombre de Mario Zepeda Herrera. Toda una ¨fichita¨.
Seguramente el Alcalde no lo conoce, ni sabe de sus ¨habilidades¨. Debe haber confiado en la palabra de quien o quienes se lo recomendaron. De haber conocido los antecedentes de este individuo, sin duda alguna no hubiese permitido que ingresara a su equipo de trabajo. Y mucho menos en el puesto en el que lo colocó: Director de Catastro.
Veamos brevemente su ¨curriculum¨. Está estrechamente relacionado con dos grupos de pillos que se ostentan como propietarios del Rancho El Rosario. Así se le conocía antiguamente al predio donde se ubica gran parte de Playas de Rosarito y que originalmente tenía una superficie de 19,300-71-00 hectáreas.
El 30 de julio de 1879, el Presidente Porfirio Díaz expidió el título de propiedad relativo a dicho rancho, a favor de Joaquin Machado, quien falleció en noviembre de 1910 y respecto de quien se han promovido 3 sucesiones intestamentarias y una cuarta en el 2000, en la que se le agrega el apellido Valdez, acumulada a las de otras 8 personas, supuestamente sus hermanos. Estas se encuentran radicadas en el Juzgado Séptimo del Partido Judicial de Tijuana, registradas bajo expediente 1692/2000.
Bueno, pues deben saber que los juicios sucesorios, se desahogan o desarrollan por etapas, siendo la primera precisamente la denuncia del fallecimiento de la persona o personas respecto de quien o quienes se reclama la herencia y la segunda se denomina de inventario y avaluo. En este caso, la supuesta herencia es precisamente ¨El Rosario¨. Aunque les parezca absurdo, se tratan de adjudicar el municipio de Playas de Rosarito.
En todas las cuatro sucesiones, las primeras tres a bienes de Joaquin Machado, y la cuarta a nombre de Joaquin Machado Valdez, acumulada a la de otras ocho personas, y aquí es donde aparece el ahora flamante funcionario municipal, Mario Zepeda Herrera, se requería elaborar un plano del antiguo Rancho El Rosario. La elaboración se la encargaron al Ing. Cecilio Pintado.
Este, elaboró dicho plano, en base a antecedentes antiguos de El Rosario, como un caminamiento de aproximádamente cien años de antigüedad, que supuestamente Cecilio repitió, con tanta ¨suerte¨, que encontró las mismas piedritas que entonces fueron colocadas para marcar los linderos de El Rosario. Ya se imaginarán el tamaño de dicho fraude.
Pero eso no fue todo, sino que Cecilio dibujó el contorno, haciendo aparecer a El Rosario como un predio baldío, pues así se le describe aún hoy en día en las inscripciones registrales, aunque en dicho predio mayor se asienta casi todo el poblado de Playas de Rosarito.
Entonces intervino Mario Zepeda Herrera, quien laboraba en la oficina de Catastro de Playas de Rosarito y procedió a certificar el plano de El Rosario, elaborado por Cecilio Pintado, apenas en el 2000, con todas sus mañozadas, dando por cierto que el antiguo rancho, en el que se ubica Playas de Rosarito, con superficie de 19,300-71-00 hectáreas, aún está baldío. Increíble, pero cierto. Esto lo hicieron Cecilio y Mario, solitos, pasando por alto las disposiciones que regulan este tipo de actos y que además resultaba ilegal, no solo por las mentiras contenidas en dicho plano, sino porque formalmente hablando no había antecedentes del mismo en los registros catastrales de Playas de Rosarito y el predio en mención carecía de clave catastral. No pagan impuesto predial por dicho ¨Ranchito¨.
Pero además de esto, en el 2004, Cecilio Pintado, otra vez avalado o en contubernio con Mario Zepeda Herrera, elaboró un avaluo, supuestamente respecto al Rancho El Rosario, describiendo a dicho predio como baldío. Dice, por ejemplo, que no presenta densidad habitacional ni de construcción. Absurdo, pues en dicho predio se ubica el poblado de Playas de Rosarito. Talews documentos obran en el Expediente 1692/2000.
Como el predio a adjudicar por parte de dichas sucesiones acumuladas, aunque con superficie de más de 19 mil hectáreas, se describía como baldío, el juez que conoció el asunto, autorizó el procedimiento, en base al cual los representantes legales de dichas sucesiones acumuladas, se han dedicado, tanto en Playas de Rosarito, como en Tijuana, a asaltar a propietarios de predios, con superficies de varias hectáreas, despojándolos de varios millones de dólares. Este es el fraude más cuantioso de todo el país.
Ya se está promoviendo un juicio de nulidad respecto a las fraudulentas sucesiones acumuladas de las supuestas personas de apellidos Machado Valdez, en el que tendrán que comparecer tanto Cecilio Pintado como Mario Zepeda Herrera, director de Catastro del XX Ayuntamiento de Tijuana y el asunto además será encausado por la vía penal.
¿Quién recomendó a Mario Zepeda Herrera ante Bustamante, para que lo colocara en la Dirección de Catastro, para que siga haciendo sus pillerías?
Bueno, basta observar que la certificación del multicitado plano y el avaluo, elaborados por su socio Cecilio Pintado, lo hizo bajo las órdenes de Jaime Armando López Ferreiro, padre de Chris López, Delegado de San Antonio de los Buenos, ahijado del Senador Manlio Fabio Beltrones y cuates del Secretario General de Gobierno, Roberto Alcides Beltrones.
Con tales ¨recomendados¨, para qué quiere enemigos, don Carlos.
gil_lavenant@hotmail.com
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