miércoles, 6 de octubre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* ¿A cambio de qué?
Por Gilberto Lavenánt

Un dicho popular advierte claramente que nadie da nada, sin esperar algo a cambio. Como otro señala que nadie hace rico a alguien, quedando pobre, o algo chusco, como aquello de ¨…dando y dando, palomita volando¨.

Pero además, hay de regalos a regalos. Hay obsequios, cuyo valor económico, es sumamente modesto, pero con un enorme valor moral.

Solo que en el caso que nos ocupa, es a la inversa : el regalo, o los regalos, tienen un enorme valor económico y, aparentemente, están exentos de moral. De ahí pues que surge el cuestionamiento ; ¿a cambio de qué?

Otra cosa que también es importante observar o distinguir, es la identidad, personalidad, cargo o posición de quien hace el obsequio, e igualmente de quien lo recibe.

Por ejemplo, si un galancete se desvive haciendo obsequios a una dama, de inmediato salta a la imaginación en qué consisten sus pretensiones. Cualquiera adivina, cuál es el objeto del deseo, que motiva los obsequios.

En otros casos, las pretensiones no se detectan o perciben a simple vista. Mucho menos si entre quien da y y quien recibe, no hay relación alguna. Pero quien recibe, sin merecimiento alguno, se obliga a responder positivamente ante tal ¨generosidad¨. De ahí que se insista : ¿a cambio de qué?

Y si el que obsequia, no es precisamente un magnate o próspero empresario, pues…¿de dónde se hizo mulas Pedro? O bien ¿ quien es el dadivoso patrocinador?

Estas y muchas más conjeturas han surgido al observar que cinco de los trece diputados priístas locales, recibieron automóviles 2011 que desde hace días les había prometido el líder nacional de la FSTSE, Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, el diputado Joel Ayala Almeida.

El costo de cada unidad anda alrededor de los 500 mil pesos. En esos primeros cinco, fueron aproximádamente 2.5 millones de pesos. En los trece, que se supone serán en total, serán 6.5 millones de pesos. Regalados?

¿Quién regala, más de 6 millones de pesos, así como así, sin que, aparentemente, pretenda recibir o exigir, algo a cambio ? Ni Carlos Slim, seguramente.

¿Y cual es la calidad moral de quien recibe un regalo tan caro y ostentoso, sabiendo que no tiene merecimiento alguno para ello y que por lo tanto le compromete a hacer algo, para beneficiar al dadivoso o compensar tal generosidad?

La voz popular advertiría que solamente el dinero sucio, proveniente del crimen organizado, podría ser utilizado para hacer obsequios tan especiales, porque el dinero ganado con muchos esfuerzos, no lo regala nadie. Salvo que no se trate de un regalo, sino de una inversión, para realizar un negocio futuro, que obviamente deberá rendir mucho más que lo invertido.

Entonces, surgen otros cuestionamientos :

¿A quien representa el líder de la FSTSE, que hace tales obsequios a los diputados priístas y que estos reciben sin rubor alguno?

¿A qué se comprometen los diputados locales, al recibir regalos tan caros, sin merecimiento previo para ello?

¿Podrá considerarse esto como un acto de corrupción, pues con ello los diputados locales adquieren compromisos, aún no revelados?

¿De qué cuenta salieron los pesos y centavos –muchos por cierto- para pagar tan lujosos automóviles, precisamente cuando aquí en la frontera se restringe el manejo de dólares, supuestamente para frenar el lavado de dinero?

¿No decían que legalmente hablando, no es posible hacer regalos caros a ningún funcionario y en caso de que alguien les regale algo en tales condiciones, los deben rechazar?

Parece ser que nada de eso preocupa a los flamantes diputados priístas. Lo único que les preocupa es que se van a ampollar las sentaderas. Ufff…!

gil_lavenant@hotmail.com

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