lunes, 13 de septiembre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Los “Fórmula del pato”
Por Gilberto Lavenánt

Cuando se trata de cnocer la verdad respecto de un hecho, la “Fórmula del pato” es infalible. Nunca falla.

Porque resulta sencillo el análisis o deducción : si tiene plumas de pato y camina como pato; si tiene pico de pato y hace cuac cuac, pues no hay duda alguna de que es un pato.

Aplicando esa genial y sencilla o simplista fórmula, para tratar de conocer el trasfondo de las reformas legislativas, promovidas por los diputados panistas de la Legislatura local, en torno al Poder Judicial del Estado, se puede determinar claramente que dos grupos, de partidos políticos opositores, se aliaron, panistas y priístas, destacando la figura del excandidato priísta a la gubernatura estatal, el Ing. Jorge Hank Rhon.

Quien lo fuera a imaginar, que un día verían al gobernador panista, José Guadalupe Osuna Millán y a su contrincante, Jorge Hank Rhon, haciendo alianzas o negociaciones en lo oscurito. Pero ya está claro, la “Fórmula del pato”, así lo indica.

Veámoslo más despacio. Los panistas estaban empeñados en reformar la Constitución local, para reconocer o confirmar la inamovilidad de los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado y además modificar la conformación de los integrantes del Consejo de la Judicatura. Todo, se dice, para manipular a su antojo a los juzgadores.

Para ello requerían 17 votos. Panistas y sus aliados, solo sumaban 16 votos. Les hacía falta uno. Entonces vino la negociación. Osuna y Hank, no la podían hacer en forma directa. Tuvieron que recurrir a sus respectivos operadores políticos, Francisco Blake Mora, por parte de Osuna, y Mario Madrigal, por parte de Hank. Debido a esta alianza, mandaron al “sacrificio” a la diputada local Edna Mireya Pérez Corona, la que el único esfuerzo que tuvo que realizar, fue levantar su manita cuando se sometieron a votación las reformas. Era un esfuerzo “grande”, pero la legisladora puede eso y mucho más.

Así fue como salieron las reformas propuestas por los panistas, burlando a los diputados priístas que ya habían conformado un bloque para evitar que pasaran e incluso habían firmado un compromiso en tal sentido. Compromiso que Edna violó, sin ningún rubor.

Cada quien logró sus propósitos. Osuna, afirman, un Poder Judicial incondicional, para lo que se le ofrezca en el futuro, cuando el PAN ya no sea mayoría en la Legislatura estatal. Hank, mayores y mejores atenciones para el fortalecimiento de sus negocios personales, los casinos. En su defensa puede argumentar que los negocios, no tienen filiación partidista.

Pero además, hubo “pilón”, en esta negociación. En la nueva conformación del Consejo de la Judicatura, los diputados panistas podrían designar a dos Consejeros y el Gobernador a uno más. Los panistas, de inmediato hicieron el simulacro democrático para cubrir esas dos posiciones. Hicieron la convocatoria correspondiente, aunque todo ya estaba decidido. En total se registraron 19 aspirantes a obtener los dos puestos de Consejeros, que previamente ya estaban apartados y destinados, uno para el PAN, que ocuparía Carlos Enrique Jiménez Ruiz, y otra para Hank, que ocuparía Andrés Garza Chávez. De antemano se sabía la decisión en ambos casos, pues además todo se hizo en forma tan burda o descarada, que era fácil descubrirlo.

Y así ocurrió. Ambos personajes resultaron electos Consejeros. Nadie puede argumentar que fueron los mejores candidatos, sino por el contrario, los peores. Pero ganaron, no precisamente por méritos propios, o sea no por capacidad y experiencia profesional, sino porque ese era el trato entre los negociadores. Una para mí y otra para ti. Cabe recordar que Garza Chávez fue Secretario General en el Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por Jorge Hank. Más claro, ni el agua.

Los demás aspirantes registrados, con excepción del ensenadense Juan Antonio Sánchez Zertuche, que renunció dos días antes de que se emitiera la reslución, y además denunció la farsa, los otros 16, podría decirse que fueron simples paleros. Solo fueron a hacer bola, para darle apariencia democratizadora al simulacro.

Entonces, aplicando la “Fórmula del pato”, corroboremos lo dicho.

Edna Mireya, es del grupo de Hank. No hay duda de eso. Al igual que lo es Mario Madrigal e incluso el propio Andrés Garza Chávez.

Blake Mora, Secretario de Gobernación, desde esa posición, controla los negocios de las apuestas en el país. Hank es unode los más prominentes empresarios de casinos en México. En este caso, le apostó a ganar, y ganó.

Carlos Enrique Jiménez Ruiz, es panista Andrés Garza Chávez, además de priísta, es hijo político de Hank. Por eso, y no por otra razón, ahora ambos son Consejeros del Consejo de la Judicatura.

Si alguien tenía alguna duda que en el caso de la traición partidista, protagonizada por Edna Mireya, estaba metida la mano de Hank, seguramente ya corroboraron esto, con la designación, que no elección, de Andrés Garza, como Consejero del Consejo de la Judicatura.

La “Fórmula del pato”, no falla : si tiene plumas de pato y camina como pato; si tiene pico de pato y hace cuac cuac, pues no hay duda alguna de que es un pato. Así es que, no se hagan patos, panistas y priístas, se repartieron el control del Poder Judicial del Estado, como si fuese un botín político. La supuesta autonomía de este, se la pasaron por el arco del triunfo. Vulgar, pero real. Así fue.

gil_lavenant@hotmail.com

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