Por Alfredo Calva
* Desaires políticos, sinónimo de derrota priísta
Si los desaires que miembros y políticos destacados del PRI a nivel nacional han hecho al abanderado del tricolor a la alcaldía de Rosarito, Javier Robles Aguirre, no son augurios de que, para ellos el candidato esta derrotado, pues entonces, su interés político electoral no se encuentra en este municipio y en especial en Robles Aguirre.
Desde Beatriz Paredes, líder nacional del tricolor, pasando por Emilio Gamboa Patrón y concluyendo con el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, ninguno a dispuesto de tiempo para apersonarse en este bello y sufrido municipio para saludar al candidato y los miembros de su partido, y como en el resto de las otras cuatro demarcaciones municipales, manifestar de manera publica su respaldo y apoyo, en aras de que este joven imberbe de la política, pueda lograr el triunfo el próximo cuatro de julio.
Pese a que en su oportunidad, con cada uno de los visitantes distinguidos, se ha programado una estancia en estas tierras con la finalidad de que el político o funcionario en cuestión, respalden la nominación priista en favor de Robles Aguirre, y expresen como en todo sitio en que se anclan, que su partido ganara, sin duda alguna, la elección, a pesar de que esta, es una elección de estado (curiosamente los panistas dicen lo mismo en las entidades en que gobiernan los tricolores), en otras palabras, escupen hacia arriba.
Lo curioso de estos plantones a Robles Aguirre, es que mantienen un común denominador, es el senador Fernando Castro Trenti, guía político-turístico de los visitantes, quien ha programado las cortesías para Robles Aguirre y su cuadrilla, y es él, quien cancela las mismas, y no es para que se piense mal, o se rumore que, perdiendo el PRI, él resulta ganador, no para nada, la óptica en este sentido y la percepción de sus correligionarios es errónea, él solo se fortalece con las derrotas, PERO ECONOMICAMENTE.
Pues bien, faltan unos cuantos días para conocer la realidad, podremos saber a ciencia cierta si los desaires fueron por que visionaron los visitantes la derrota de Robles Aguirre, o simplemente no arribaron a este lugar por la simple razón de que, no les agrada el abanderado de su partido,
Y alo lo veremos, dijo un ciego.
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