Promesas electorales
Por Gilberto Lavenant
Aunque apenas están en las pre-campañas políticas, habría que advertirles a los aspirantes a ocupar cargos electorales, que sean cautos, que las promesas que hagan, para conseguir votos, sean aquellas que realmente pueden cumplir. Sobre todo, que estén dentro del ámbito de las funciones correspondientes al cargo que supuestamente habrán de asumir.
Amparados en el dicho que advierte que “el prometer no empobrece”, los políticos parece que le entran a un torneo en el que compiten a ver quien hace más promesas. Total, nada más las utilizan para engatuzar a los electores. Para que voten por ellos el día de los comicios. Después de eso, viene el olvido.
Esto lo deben tomar muy en cuenta los políticos tijuanenses que andan en pre-campaña, buscando amarrar la postulación de sus respectivos partidos.
Cabe advertirles que, según encuesta realizada por Berumen y Asociados, bajo el patrocinio del periódico capitalino El Universal, la crisis del sistema político mexicano, ha sido originada, principalmente, por el abuso de poder, la corrupción y las promesas de campaña incumplidas. Y a esto le agregan las pugnas internas de los partidos y sus sucias relaciones con otras organizaciones políticas.
Esto ha traído como consecuencia, que los mexicanos vivan desencantados de la democracia. Se dice que el 69 % ya no cree en ella. Quizás también a eso se deba el temor de que la estabilidad social del país continue dependiendo de la permanencia del ejército en las calles.
Y esto es delicado, pues aún cuando, según la encuesta en mención, el 72% de las personas encuestadas prefiere la democracia a cualquier otra forma de gobierno como la dictadura, incluso si pudiera resolver los problemas económicos y darle un empleo a cada uno de los ciudadanos, las dictaduras surgen en cualquier momento..
En días pasados, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, COPARMEX, Gerardo Gutiérrez Candadi, advirtió que se requiere una mayor participación ciudadana, para evitar que surjan liderazgos autoritarios.
De paso acusó a la política y a los partidos, de ser los causantes de la decadencia de la democracia, en tanto que conforme a la encuesta, para el 56% de los encuestados la situación política actual resulta “inestable” o “muy inestable”.
Pero quizás esto no lo entiendan los políticos tijuanenses que andan en pre-campaña. A ninguno de ellos, sean del partido que sean, no se les ve figura de estadistas. Simple y sencillamente recurren a los formatos tradicionales, a las poses de siempre, a las fotos con niños y ancianos, a hacer derroche de supuestas simpatías, y a prometer cuanto les sea posible.
Lo que se les ha visto, hasta estos momentos, y lo poco o mucho que han hablado, no garantiza que puedan llegar a ser funcionarios responsables, serios y eficaces. Ni mucho menos quienes les acompañan en sus respectivas planillas.
El concepto de “bien común”, no existe para ellos, todos evidencian que son guiados por intereses individuales o de grupo. Si se confrontaran los discursos de hoy, con los utilizados en contiendas políticas anteriores, se observará que guardan mucha similitud.
Y sobre todo, vale la pena subrayar que Tijuana ya no es un rancho grande, que la problemática que afrontan los tijuanenses es variada, compleja, que se requiere de enormes inversiones para aplicar posibles soluciones.
Que los precandidatos entiendan que las posibles soluciones a los problemas que aquejan a los tijuanenses, no las van a encontrar en sus “cabecitas”, sino que se requiere la valiosa participación de individuos experimentados, con probada capacidad en áreas específicas.
Algunos actúan como si estuviesen conformando planillas escolares y que los tijuanenses son niños chiquitos a los que se les puede seguir jugando el dedo en la boca, prometiéndoles cosas, sin ton, ni son, ni fundamento.
Más seriedad, señores.gil_lavenant@hotmail.com
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