TIJUANA.- Ignacio Martínez, gerente de los billares Pockets, de la Zona Río, se auto-secuestró para cobrar rescate y con eso cubrir el desfalco de 11 mil dólares que provocó a la empresa. Pare ello mandó un correo electrónico a su jefe, en donde presuntamente una tercera persona advertía:
"Tenemos secuestrado a Igancio y para negociar su liberación, para empezar, van a ser 25 mil dólares". Sin embargo, la trama fue descubierta por agentes de la Policía Ministerial adscritos a la Unidad Integral Contra Robos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). El e-mail lo envió después de que la compañía lo demandó ante el Ministerio Público por el delito de robo calificado de dependiente, al descubrir que en los "cortes de caja" regularmente había faltantes de dinero, pues el hoy indiciado se hizo adicto al juego de apuestas, lo que lo llevó a sustraer diversas cantidades de dinero de la empresa. Cuando ganaba lo reponía. Al realizar la empresa una auditoría, se detectó que faltaban 11 mil dólares. Al verse descubierto el empleado, ya no fue a laborar. Como era el principal sospechoso decidió inventar que lo secuestraron y así obtener dinero para pagar lo que debía y cubrir el faltante a la compañía.
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