* La mayoría calificada
Por Gilberto Lavenánt
Ayer domingo, 5 de diciembre, venció el plazo para que la Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma de Baja California designara al nuevo Rector, y no hubo ¨humo blanco¨.
Por lo tanto, a partir de hoy, habrá Rector provisional, o encargado de la Rectoría, pues Gabriel Estrella Valenzuela concluyó ayer domingo su gestión como Rector, y la Junta de Gobierno agotó hasta el último minuto del plazo que tenía para resolver este asunto, y sus integrantes no se pusieron de acuerdo.
Los votos de los 11 ¨notables¨ de la Junta de Gobierno, siguen 6-5, y la designación del nuevo Rector debe ser con, cuando menos, 7 votos a favor. Esto es lo que podría llamarse la ¨mayoría calificada¨ universitaria.
Igual que cuando la legislatura estatal desea reformar la Constitución local y requiere de 17 votos, o sea ¨mayoría calificada¨. En la XIX Legislatura, los panistas eran mayoría, pero para reformar la Constitución, tuvieron que lograr que la priísta, Edna Pérez emitiera su voto traidor.
Lo mismo ocurre ahora a los priístas, en la XX Legislatura. Son mayoría, pero cuando se trate de reformas constitucionales, requieren de un voto más, para alcanzar la mayoría calificada.
¿Qué es lo que está pasando al interior de la Junta de Gobierno de la UABC? Nadie lo sabe. Los universitarios reclaman apertura. Quisieran que las reuniones fueran abiertas, para saber qué es lo que tiene divididos a sus integrantes.
El Observatorio Académico Universitario, da una descripión general, de la integración de los dos grupos rivales, al interior de la Junta de Gobierno.
¨El G6 –indica- está conformado por Alejandro Mungaray Lagarda, Román Lizárraga Arciniega, Héctor Baro Angulo, Tonatiuh Guillén López, Fernando Abelardo Jiménez Codinach y, más recientemente, por Martín Francisco Montaño Gómez. El G5, por su parte, está integrado por Luis Lloréns Báez, Luis Javier Garavito Elías, Rosa Imelda Rojas Caldelas, Leonel Cota Araiza y Margarito Quintero Núñez¨.
Y explica que ¨Mientras el G6 está lidereado por su fundador y creador Mungaray Lagarda, el G5 no surgió de una creación programada, y su liderazgo visible es compartido por Lloréns Báez y Garavito Elías, mientras que Cota Araiza tiene una presencia moral sobresaliente¨.
¨Se sabe –dice el OAU- que el G6 apoya la candidatura de Felipe Cuamea Velázquez, actual Secretario General. El argumento detrás de esta posición es sencillo y directo: la institución va por buen camino y para que siga progresando se necesita que haya continuidad en sus mandos directivos. No se escuchan las voces que reclaman un cambio en la conducción de la universidad; no se ven las presiones ejercidas desde la autoridad para obtener firmas de apoyo; no se considera otra alternativa que no sea la de ellos¨.
¨Del otro lado –observa el OAU- el G5, además de manifestar su desacuerdo con la propuesta del G6, no parece haber expresado su apoyo a alguno de los otros candidatos. No obstante, se comenta que cada grupo tiene a dos favoritos. El G6, a Felipe Cuamea y Juan Manuel Ocegueda; el G5, a Benjamín Valdez y Juan José Sevilla¨.
La postura asumida por ambos grupos, genera hartas sospechas. Y cuestionamientos diversos.
¿Si los candidatos a ocupar la Rectoría, son individuos prestigiados en el ámbito universitario, qué ¨peros¨ les ponen, a unos y a otros, para que los ¨11 notables¨ no se inclinen a favor de uno de ellos?
¿Qué les conocen, que no les haga merecedores del voto requerido para alcanzar la máxima posición de la autoridad universitaria?
De Cuamea, parece que lo que más se cuestiona, es el hecho de que está siendo apoyado por Alejandro Mungaray Lagarda, Secretario de Desarrollo Económico del Estado, y de quien la Legislatura Estatal, a solicitud de un grupo de universitarios, pidió al Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, que lo retire de la sucesión rectoral. Pero ambos, como es la costumbre oficial en el actual sexenio, han puesto oídos sordos.
Incluso la petición fue planteada ante la propia Junta de Gobierno, que, lógico, también se ha hecho la sorda, y los solicitantes ya interpusieron amparo ante el caso omiso que les hicieron y que estiman violatorio de sus garantías invididuales.
Ante la oferta del continuismo por parte de Cuamea y sus patrocinadores, que evidentemente no ha resultado convincente para los integrantes del Grupo de los 5, identificado simplemente como el G5, esto significa que los manejos universitarios, tanto económicos, como académicos, durante los 4 años de Rector de Gabriel Estrella, no fueron, ni buenos, ni claros, como para que resulte atractiva la posibilidad de continuarlos, y lograr que todos los Consejeros Universitarios se vayan a la cargada.
Por cierto, aquí en Palco de Prensa observaba que todo esto es producto de la maximización y hubo quienes no lo entendieron. La UABC ya no es una escuelita. Es un enorme complejo académico, en el que se manejan cuantiosos recursos económicos, que ha despertado la codicia de muchos. De aquellos que la ven como un enorme botín.
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