domingo, 3 de octubre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Buenas, para todo
Por Gilberto Lavenánt

Las encuestas, son como las medicinas que venden los merolicos en plena calle. Para curar el mal de orines de los niños chiquitos. Los dolores de cabeza de la señora de la casa. El ¨mal de ojo¨. Aplicadas en política, las encuestas, son buenas, para todo. O casi todo.

Ahí tienen el caso más reciente. El Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, andaba deprimido, encorajinado, estresado. Parecía que le habían hecho el ¨mal de ojo¨. Y no era para menos.

El periódico capitalino El Universal, publicó los resultados de una encuesta que realizó a nivel nacional, para tratar de evaluar la actuación de los Gobernadores de las 32 entidades del país. Pero eso no fue lo grave, sino el hecho de que, conforme a los datos obtenidos, el gobernador de Baja California, resultó con la más baja calificación.
Fueron los propios bajacalifornianos quienes hicieron tal evaluación, al responder a los cuestionamientos de la encuesta de El Universal y por lo tanto quienes determinaron que Osuna Millán no solo es uno de los peores Gobernadores, sino el peor. Incluso, peor que el llamado ¨gober precioso¨.
Esto no lo podía creer don José Guadalupe. A donde quiera que iba, parecía que todos se le quedaban viendo de manera escrutadora. Trataban de adivinar, cómo se sentía, al ser señalado como mal gobernante.
La nota referente a dicha encuesta, fue publicada en la página c-10, de la sección de los Estados, con llamada en primera plana, en la edición del jueves 23 de septiembre de El Universal, destacando dos listas de los evaluados, cada una con cinco gobernadores.
En la parte superior, los mejores, siendo estos Humberto Moreira, Fernando Ortega, Miguel Angel Osorio Chong y Juan Sabines, Gobernadores de Coahuila, Campeche, Hidalgo, Queretaro y Chiapas, con las más altas puntuaciones porcentuales : 8.34, 7.79, 7.70, 7.70 y 7.68, respectivamente.
En la parte inferior, los peores. El Gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, con una puntuación porcentual de solamente 5.08, la más baja de todas. Junto a él, en la lista del deshonor, aparecieron otros cuatro Gobernadores, aunque menos peores. Nada menos que Ulises Ruiz Ortiz, Gobernador de Oaxaca, con 5.37; Mario Marin Torres, Gobernador de Puebla, con 5.60; Narciso Agundez, Gobernador de Baja California Sur y la perredista Amalia García, Gobernadora de Zacatecas, con 5.74. Si las comparaciones son odiosas, aquí resultaron apabullantes, deshonrosas.
Delicado el asunto para el gobernador Osuna Millán, pues la publicación parecía estar dirigida a él, toda vez que se hacia, apenas a unos días de rendir su tercer informe de gobierno. Nada de lo que dijera, podría componer las cosas.
Estaba a punto de ¨volverse loco¨, de estallar, cuando alguien le habló al oido y le dijo que tenía la ¨medicina¨ perfecta para curar su dañada imágen y su orgullo herido, que le estaban ocasionando dolores de cabeza y casi permanente mal humor.
Ni tardo ni perezoso, soprendido, cuestiona a su interlocutor : -¿De qué se trata ? ¿ A qué medicina te refieres? ¿Lo que sea, dame una dosis doble?
El interlocutor, con énfasis y orgullo le contesta : -Le tengo una encuesta, hecha a su medida, ajustada a sus necesidades, en la que se dirá que usted, sino es el mejor, cuando menos no es el peor, como se dice.
Y así fue como apareció, súbitamente, casi a unas horas de que rindiera su informe, la encuesta ¨milagrosa¨, en la que se afirma que ¨Aprueba el 80 % de la población en encuesta al Gobernador Osuna Millán¨.
Igualito que cuando a unos días de los comicios del 4 de julio, se publicaron encuestas en las que se aseguraba que Carlitos Torres Torres iba a la cabeza, con mucha ventaja, en la preferencia de los electores. Pero los efectos ilusorios chocaron estrepitosamente con la realidad. La historia ya es de todos conocida.
¿Cuánto costaría al Gobernador Osuna Millán, esta encuesta hecha a su medida? Seguramente bastante. Y lástima, porque los efectos ilusorios están muy lejos de la realidad. Seguramente ni él se la cree, pero la lucha la hace, tratando de componer, a base de trucos de mágia y prestidigitación, su maltrecha imágen.
No cabe duda que ésta engañosa fórmula, sigue siendo muy socorrida. Y eso que no estamos en tiempos de procesos electorales. En política, las encuestas son buenas, para todo. O casi todo.
gil_lavenant@hotmail.com

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