* La auditoría legislativa
Por Gilberto Lavenánt
Si se trata de hacer bien las cosas, los integrantes de la XX Legislatura Estatal, deben ¨pintar su raya¨ y hacer un análisis minucioso sobre todo lo que haya aprobado la legislatura anterior, sobre todo en los últimos meses, en los que anduvieron haciendo y deshaciendo, y hacer un recuento de los daños ocasionados.
Se sabe que se emitieron muchos decretos, que se aprobaron reformas legislativas ¨al vapor¨, atendiendo consignas partidistas o gubernamentales. Las especulaciones salen sobrando, y no es correcto dejar este tema en el tapete de la rumorología.
Señores, y señoras, diputados locales, para esto, primeramente hay que revisar el ¨tape¨ de las últimas reuniones, sobre todo aquellas en que los legisladores panistas estuvieron solos, pues los priístas, dizque por estrategia, decidieron no asistir a sesiones, en las que sabían que, con o sin ellos, los blanquiazules aprobarían todo lo que se propusieran.
Escarben en los archivos y revisen una a una las constancias, hagan un cotejo de los reformado con lo que fue derogado, y en aquellos casos en los que la lógica y la justicia social lo recomienden, o sea necesario, que se dé marcha atrás.
Pueden recurrir a convenios de coordinación o colaboración con los diversos organismos de profesionistas, de todas las ramas, para que, asignándoles tareas específicas, aporten ideas, comentarios, observaciones o recomendaciones, que serán una base importante para tomar las decisiones correspondientes.
Atención especial merecen las propuestas y reformas relacionadas con el Poder Judicial de Baja California, las relativas a la intentona por aniquilar al Tribunal de los Contencioso Administrativo, la del Notariado, que supuestamente fue reformada para que el Gobernador pueda regalar patentes de fedatario público a sus excolaboradores, amigos y socios.
Quizás les parezca engorroso e innecesario, pero no es así, nada de ¨borrón y cuenta nueva¨. El más elemental sentido de responsabilidad, obliga a llevar a cabo esto que podría denominarse auditoria legislativa, pues al final de cuentas el legislar es la tarea fundamental de esta institución, representativa de uno de los tres poderes básicos del sistema de gobierno de Baja California.
De la misma manera, hay que vaciar la ¨congeladora legislativa¨, ver cuántas y de qué tipo, son las iniciativas de ley que fueron ¨congeladas¨, simple y sencillamente porque no llevaban el ¨Vo.Bo.¨ del Jefe del Ejecutivo Estatal o porque no fueron propuestas o planteadas por un diputado panista, de los que constituían la mayoría en la XIX Legislatura.
El apartado de los llamados juicios políticos, también vale la pena y es obligatorio revisarlo. Ver cuántos de ellos sí estaban debidamente fundados, y resultaban procedentes, como lo fueron los planteados en contra del diputado detenido en estado de abriedad o bajo el influjo de las drogas y que fue encubierto por todo el sistema panista. El llamado ¨Diputadogate¨ o ¨Palacogate¨.
Otra área importante, es la relativa a los procesos de autorización de endedudamientos a los gobiernos estatal y municipal. Falta un mes para que se vayan y ese es tiempo más que suficiente para llamar a comparecer a los Ejecutivos, tanto estatal como municipales, y que expliquen, uno a uno, en especial los Alcaldes, el estado en que dejan las finanzas de los respectivos Ayuntamientos que encabezaron y para conocer las condiciones en que iniciarán sus funciones los nuevos Ayuntamientos, lo que servirá de base para determinar los apoyos que requerirán de entrada y a lo largo de los próximos tres años.
Sin duda alguna, además de la auditoria legislativa, ya es inaplazable replantear el análisis de temas tan álgidos como el fuero constitucional, el plebiscito, el referéndum y la revocación de mandato.
Total, el cúmulo de trabajo de los integrantes de la XX Legislatura, no solo implicará ver hacia adelante, hacer cosas nuevas, implementar acciones reformistas, sino también retroceder en el tiempo y revisar lo que hicieron sus antecesores.
Dicen que los resultados electorales de los comicios del pasado 4 de Julio, al menos en Baja California, fue un claro mensaje para los políticos en general. Para los que van de salida y fueron repudiados, por el abstencionismo o por el voto duro de los electores, y para los que llegan, para que de antemano tomen en cuenta que de su conducta, dependerán en gran parte los resultados de los siguientes procesos electorales.
Si no revisan lo mal hecho, o lo hecho con malsanas intenciones, serán cómplices de todo ello. Que recuerden los alcances del juramento, al asumir el cargo : protestaron cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan, y si no, los ciudadanos se los reclamarán. Aunque aún no exista la revocación de mandato, existe la alternancia en el poder, por la vía del voto, que aunque es lenta, tarde que temprano se hace efectiva.
Sobre aviso, no hay engaño.
gil_lavenant@hotmail.com
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