Por Teresa Gurza
Parece que hasta él se está dando cuenta; porque está semana llamó a todo el mundo al diálogo para combatir al narcotráfico; y al respecto dijo a los empresarios, “yo me voy, pero la violencia se queda”.
Lo que indica que el primer mandatario está anticipando que “su” guerra, en la que lleva empeñado tres años, no tendrá resultado final favorable; y quiere endilgar a quien sea la corresponsabilidad de matanzas, ejecuciones, levantones, narcofosas y demás.
Ahora sí muy preocupado. Pero, ¿cómo pretende obtener la respuesta “amplia y firme” que solicitó, cuando poco le ha importado a lo largo de meses la opinión de los demás?.
Es una lástima lo que ha sido su conducta; y su llamado hecho a deshoras, después de haberle mentado la madre a casi todos y en medio de la crítica situación preelectoral causada por el asesinato Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, no tuvo el eco que pensó; y sí fue visto por muchos como oportunismo político y electorero.
Como será que hasta el IFE, le ha prohibido dirigirse a la Nación para presumir lo que piensa son sus logros.
Entre ellos, el perdón de la tenencia a los que compren coches nuevos; en lo que muestra que no le importa nada, el que será mínimo el porcentaje de mexicanos beneficiados con la medida.
Y es que el Presidente y su partido han olvidado lo que sostenían cuando eran oposición, respecto a las prácticas tramposas del PRI para atraer electores.
Hoy pareciera que nunca cuestionaron los métodos que están utilizando.
Como en los mejores tiempos de los presidentes del PRI, Calderón palomea, veta, interviene en los procesos, quiere funcionarios electorales afines a él y derrocha recursos públicos en propaganda.
Y el Pan ha hecho en las entidades donde este domingo hubo elecciones, los mismos acarreos a los mítines; las mismas promesas que luego incumplirán; las mismas entregas de tortas, playeras, refrigeradores, licuadoras, lavadoras, recámaras, o dinero.
Todo, a cambio de los votos de ciudadanos necesitados de cualquier cosa precisamente a causa de las políticas económicas gubernamentales en beneficio de los más ricos.
Y como que entre el gobierno y su partido hay una elemental falta sincronización; de otra manera como entender a la panista de Tlaxcala que el mismo día del llamado al diálogo presidencial, declaró que “no se puede hablar con los priístas asesinos, que mandan asesinar a sus candidatos”.
Otro panista, me refiero al hermano molesto del que no quiere que nadie sea “tonto útil”, viaja con familia y guardaespaldas a Sudáfrica, come, bebe y ve los juegos desde palco especial porque a todos ellos les encanta el fútbol y esté como esté la situación en México, no podían perderse la Copa del Mundo; a la que según sus propios dichos asiste siempre “con recursos propios”.
¿Cuánto ganará el caballero que le alcanza hasta para darles ese gusto hasta a sus guaruras?.
Y que bueno que insultó a parientes de jugadores de la selección nacional; porque de no haber sido por el oso que armó, nadie se hubiera enterado del viajecito.
Pero es terrible que mientras todo lo anterior sucede, se informa que por lo poco que se recauda y las facilidades para la evasión, México es en los hechos un paraíso fiscal.
Así estamos.
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