TIJUANA.- “Hay que ser solidarios” expresó el Excelentísimo Señor Arzobispo Metropolitano, Don Rafael Romo Muñoz, con nuestros hermanos de Mexicali que están sufriendo por las consecuencias del temblor de 7.2 grados en la escala de Richter que se suscitó el domingo pasado.
Manifestó que la solidaridad es como decía el Papa Juan Pablo II: “interesarme por el otro y saber que el otro se interesa por mí”, porque la Iglesia es una en el mundo entero, así como la humanidad lo es.
Y como los bajacalifornianos y mexicanos han apoyado a otros hermanos como los haitianos y chilenos que están más distantes, aclaró que no del corazón, con mayor razón les debemos brindar atención a estos hermanos nuestros que son cercanos a nosotros en todos los sentidos.
Por ello en todas las parroquias de Tecate, Playas de Rosarito y Tijuana se llevará a cabo una segunda colecta en las misas del siguiente domingo 11 de abril. Y posteriormente estará la Iglesia en la posibilidad de brindar un apoyo constante a los mexicalenses.
Aclaró el Arzobispo que los temblores son resultado de la naturaleza, pero si el lugar donde acontece un fenómeno natural hay una densa población los daños son muchos y si no hay población no hay afectación de personas.
“Que no vaya nuestro lamento contra Dios, sino más bien que nosotros mismos seamos previsores. Que sepamos dónde debemos ubicarnos, donde no haya riesgo, y hacer bien las cosas en todo sentido porque esto significaría también este anhelo de Dios de que crezcamos en el progreso, porque de ninguna manera Dios nos está poniendo en dificultad. El quiere que de veras crezcamos, que progresemos porque Dios quiere lo mejor para el ser humano”, afirmó el Arzobispo.
Y hacer las cosas bien hace la diferencia. Ejemplificó el caso de Haití, donde siendo un país muy pobre teniendo pocas posibilidades para organizarse, sufrieron grandes daños, pero aquí en Baja California con un poco más de madurez, de crecimiento, no nos afectó mucho.
Recordó el pasaje bíblico donde los apóstoles le dijeron a Jesús que se habían enterado de una crueldad de Herodes y que varias construcciones se habían caído y matado a muchas personas, y Jesús les contestó que si se creían mejores que quienes habían sido afectados, y que vivieran de acuerdo a su dignidad no vaya a ser que les pase algo peor.
“Nosotros debemos esforzarnos por estar en paz con Dios, en paz con nosotros mismos y en paz con los demás”, invitó Monseñor Romo Muñoz.
A los mexicalenses les dice que los tenemos muy presentes en nuestras oraciones, y que poniéndose en las manos de Dios acepten el reto de levantarse y no quedarse postrados para continuar adelante con la gracia de Dios.
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