Por Gilberto Lavenant
La problemática social y económica de México, tiene, en sus orígenes, múltiples coincidencias con las de los llamados países emergentes, al grado de que no es del todo difícil prescribir, sugerir o recomendar, posibles medidas, para realmente encontrar las respuestas y condiciones que plantean y anhelan la mayoría de los mexicanos.
Circula en las redes, un texto que contiene 10 recomendaciones del Primer Ministro de China, Wen Jiabao, para aplicar a los países emergentes, que, aunque algunas pueden ser consideradas un tanto extremosas, constituyen casi un traje a la medida para México.
En el mismo se indica, que el Primer Ministro de China, preocupado por la problemática que afrontan los países emergentes, en atención a las negociaciones con dichas naciones, luego de estudiar su cultura, sus pueblos y gobiernos, se atrevió a hacer una serie de sugerencias, que motivaron el cambio y explosivo crecimiento de la economía de su país, en los últimos años.
Dice que urge hacer cambios en la administración de cada país, a partir de eliminar lo que denomina “factores hipócritas”. Que para lograr el progreso, como China, se tendrán que hacer cambios drásticos. Menciona los 10 principales.
1.- La pena de muerte, para crímenes comprobados. Dice que un gobierno, tiene que dejar de lado la hipocresía. Que un criminal no debe ser tratado como una celebridad. Que los reincidentes, han tenido su oportunidad de cambiar y no han cambiado, por lo tanto, no merecen ese compromiso, por parte del gobierno. Que la sociedad no merece vivir con tanto miedo.
Sería lo ideal, pero con un sistema judicial tan corrupto y al servicio de los políticos, se cometerían injusticias fatales y resultaría peor, el remedio que la enfermedad.
2.- Severo castigo para los políticos corruptos. Manifiesta, que es terrible que nuestros países tienen las tasas más altas de corrupción, en el mundo. Que nuestros países no castigan, como debe ser, a los políticos, principalmente a los del régimen en turno y que por eso no hay altos burócratas en prisión. Hace hincapié, en que en China la corrupción es castigada con la pena de muerte y el retorno, a las arcas públicas, de los valores robados.
Los mexicanos, no pedirían tanto. Al menos que se acabara la impunidad y que los políticos corruptos sean refundidos en la cárcel. El problema es que son tantos, que harían falta prisiones y tal vez hasta quien las cuidara.
3.- Quintuplicar la inversión en educación. Señala, que un país que quiere crecer, debe producir los mejores profesionales del mundo y que esto sólo es posible si el Estado invierte por lo menos cinco veces más de lo que se hace actualmente, en educación.
Es lamentable, que con una estructura social y económica, como la de México, casi resulta ocioso invertir en educación, pues simplemente se están produciendo desempleados con título. Lamentable también es que los caminos hacia la ilegalidad, son más cortos y productivos.
4.- Reducción drástica de la carga tributaria y reforma fiscal inmediata. Advierte que la carga fiscal, en los países emergentes, es exagerada, confiscatoria, injusta y desordenada y que, si no hay un cambio drástico, las empresas no podrán competir en los mercados internacionales y el mercado interno también se estancará.
En México, irónicamente, sin invertir ni un peso, el socio mayoritario de cada empresa, es el gobierno, y las ganancias van a parar a los bolsillos de los políticos corruptos.
5.- Reducción de un 80% el salario y los gastos de los políticos. Observa que los países emergentes tienen la política más cara del mundo y que esto ocurre, por la cultura del malandraje y por falta de políticas serias y claras en materia salarial.
La clase política, es insaciable. Además de ser excesivamente corrupta, establece a su favor salarios sumamente altos. Cómo si la economía mexicana estuviese en pleno auge. Caros, ineficientes y corruptos. Son una lacra social, que no deja avanzar al país.
6.- Desburocratización inmediata. Dice que los países en vías de desarrollo y los emergentes, siempre han sido muy burocráticos y complicados en términos de la negociación.
Durante años, se ha pregonado la necesidad de lograr la simplificación administrativa. Pero se mantiene engorrosa, para justificar las nóminas gordas. De otra forma ¿en dónde acomodarían a los compadres, a los parientes y a las amigas?
Luego establece la urgencia de recuperar la inversión pública eficiente, que está detenida, el invertir fuertemente en el cambio de la cultura popular, pues los pueblos ya no creen en el gobierno, ni en la política y por lo tanto no respetan a las instituciones. Eel invertir en ciencia y tecnología, y por último, el reducir la edad laboral y penal a los 16 años.
Finalmente, observa que : “En nuestros países, reina la impunidad en la política. La gente no tiene, ni voz, ni voto. Esa cultura es exactamente lo que causa problemas en la política actual y por lo tanto, un pueblo complaciente que sólo mira cómo los corruptos retiran o hurtan el dinero de su propio bolsillo. Es el sueño de todos los delincuentes de cuello blanco”.
En cuanto a la problemática, cualquiera diría que describe con precisión a México y que lo que recomienda, prácticamente es un “traje a la medida” para nuestro país. El problema es que, valga la redundancia, el problema mayor lo son los propios políticos, y ni de locos estarían a favor someterlos, que acabe la impunidad y que sean refundidos en la cárcel.
Lamentablemente, México no es China.
gil_lavenants@hotmail.com
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