jueves, 2 de febrero de 2012

Que se cuiden Televisa y Azteca

Por Álvaro Cueva (Milenio)
La televisión mexicana no es sólo la que se hace en el Distrito Federal y en los estados se están haciendo unos programas importantísimos tal y como lo demuestra el estreno de “Mucho corazón”. ¿Qué es? Una telenovela, pero, ojo, no es una telenovela ni de Televisa, ni de Azteca, ni de Argos ni de Telemundo. Es una telenovela del Canal 10 de Chiapas. (PRESIONA MAS INFORMACION PARA VER EL PROMO).




¿Se da cuenta de lo que le estoy diciendo? Chiapas acaba de romper el legendario centralismo telenovelero de nuestro país. Se la está jugando a nivel costos, se la está jugando a nivel implicaciones, se la está jugando a nivel competencia.

No me quiero ni imaginar la cara de los celosos de Televisa y Azteca cuando miren este melodrama. No me quiero ni imaginar lo que va a pasar aquí.

Por si esto no fuera suficiente como para ponerse de pie y aplaudirle a los responsables de este concepto, “Mucho corazón” no viene de la iniciativa privada. Es un trabajo del Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión.

¡Es televisión pública! ¡Televisión que se paga con los impuestos de los chiapanecos!

Y, con todo respeto, Chiapas no es precisamente el estado más rico de nuestra federación.

¿Cómo es posible que esto esté pasando? ¿Cómo es posible que no haya pasado antes?

Y si antes le dije que no me quería ni imaginar la cara de los señores de Televisa y Azteca, ahora le digo que no me quiero ni imaginar la de los directivos de Once TV México, Conaculta Canal 22 y TV UNAM que teniéndolo todo en la Ciudad de México, jamás habían llegado tan lejos.

¡Qué lección de entusiasmo nos está dando el Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión! Porque si usted pensaba que estos señores nadaban en dinero, pues no, sus presupuestos son tan raquíticos como los de la más miserable televisora pública de cualquier estado.

Y así, lo consiguieron. Y así, se salieron con la suya. ¡Bravo! ¡Bravísimo! ¡Felicidades!

¿Qué es “Mucho corazón”? Un melodrama seriado de 35 capítulos de media hora que se transmite, desde el 25 de enero, todos los miércoles a las 21:00 horas por el Canal 10 de aquel estado.

A lo mejor usted me dice: Álvaro, una telenovela de 35 capítulos es ridícula.

No, no lo es si consideramos lo que se está haciendo en países como Corea o lo que de repente nos llega de Estados Unidos (“La reina del sur”) o Colombia (“Sin tetas no hay paraíso”).

¿De qué trata? Es una historia de amor superclásica, el romance entre una chica pobre y un chico que acaba de regresar a su pueblo después de haber estudiado fuera.

¿Y cuál es la gracia? Que atrás de esta historia diseñada por Alberto Aridjis (“Carita de ángel”) y Georgina Tinoco (“Esmeralda”), dos excelentes autores de nuestra televisión nacional, se esconde una exquisita propuesta didáctica digna de la mejor de las telenovelas de Miguel Sabido (“Ven conmigo”).

“Mucho corazón” confirma que Miguel Sabido tenía razón, que las telenovelas didácticas siguen siendo algo útil y vigente, que a través de la televisión se puede educar a las multitudes y que a través de nuestra gran pantalla chica se puede mejorar al país. ¡La amo!

Porque, además, no deja de ser telenovela: la miras, te la pasas bien, te emocionas, pero al mismo tiempo participas, reflexionas, creces.

Qué tan nobles no serán las intenciones de este proyecto que, más allá de lo que se está haciendo en redes sociales, al final de cada uno de sus episodios hay una mesa redonda donde se discute todo lo que sucedió ahí a nivel ideas.

¿Pero sabe qué es lo que más admiro de esta coproducción con el DIF y la casa PCI Media Impact?

Que está mil veces mejor hecha que “La mujer de Judas” y “La que no podía amar, y que es millones de veces más apasionante que “Bajo el alma”, que “Dos hogares” y que muchos de esos proyectos carísimos que pasaron con más pena que gloria en nuestra industria.

Debería ver las tomas, debería apreciar su dirección de arte, debería escuchar ese tema musical interpretado por Alexander Acha. ¡Debería verla, caray!

No estamos hablando de las típicas estrellas acartonadas, “megacirugiadas”, con cuerpos de gimnasio y totalmente fuera de edad de la gran televisión abierta de este país sino de talentos locales, de chiapanecos que orgullosamente se ven como chiapanecos y que orgullosamente hablan como chiapanecos.

No sabe usted qué belleza de mujeres y qué galanura de hombres de todas las edades, qué colores, qué vestuario y qué accesorios, desde aquellos collares sensacionales de ámbar tamaño mega-mega hasta esas camisas bordadas tan exquisitas.

Y qué diferencia respecto a las telenovelas patrocinadas por el mismísimo gobierno de Chiapas o por otros gobiernos estatales.

Aquí, sin tanta alharaca, se hace la mejor de las promociones. ¡Es un proyectazo!

Por favor, luche por verlo aunque sea por internet. “Mucho corazón” es un acontecimiento histórico y usted merece ser parte de él. Se lo recomiendo.

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