Por Alfredo Calva
No hay mal que dure cien años, ni paciente que los aguante, y así quedo demostrado en las filas de la CTM en esta entidad. Las huestes que por años, Eligio Valencia Roque, ha mangoneado a gusto y a placer, por fin se decidieron a sublevarse, y tomaron la decisión de erradicar el cáncer que ha dañado enormemente a su organismo y llevar a efecto un saneamiento y asepsia de la central obrera.
Hartos de la política impositiva y degradante de Valencia Roque, sus antes seguidores, hoy, se transforman en sus perseguidores y detractores, consientes de que, si quieren salvar a la CTM, la única oportunidad que tienen de lograrlo, antes que fenezca, es extirpar el tumor cancerígeno llamado Eligio Valencia Roque.
La gota que derramo el vaso de la paciencia y aguante de los cetemistas, fue la imposición, por cuarta ocasión, de Francisco Hernández Vera, su yerno, como líder de la Federación CTM en Tijuana, siendo que, el compromiso de Valencia Roque, en el anterior periodo, fue que, ese sería el último trienio de mandato del oscuro Hernández Vera.
Como de costumbre y siguiendo sus prácticas de incumplimiento Valencia Roque, envió su promesa, junto a su palabra a la tarjea del olvido, y de nueva cuenta ensarto a su incomodo yerno en la Federación Tijuana, por otros tres años, hecho, que fue el detonante para que los agremiados, los pocos que quedan, se encendieran desencajaran el hacha de guerra, en contra de quien hasta ese momento para ellos, fue el líder estatal de la CTM.
A partir de ese momento los desencuentros han estado a la orden del día, las denostaciones a través de la guerra mediática emprendida entre Valencia Roque y sus inquisidores ha ido en incremento, mientras el decadente dirigente busca minimizar la gravedad de su situación sindical, sus antagónicos, accionan a través del senador cetemista y Secretario General sustituto de esa central, Carlos Aceves del Olmo, hacer del conocimiento del dirigente nacional, Joaquín Gamboa Pascoe, de todo el deterioro causado por Eligio Valencia a la CTM de Baja California.
De acuerdo al sondeo realizado entre los combatientes e inconformes con la permanencia en la CTM de Valencia y su pariente político, desde su arribo a la dirigencia estatal cetemista, el deterioro sindical a sido paulatino pero constante a tal grado se encuentra la situación de la CTM respecto a sus afiliados que, de los casi 150 sindicatos existentes a la muerte de Roberto Luévano Aguayo, al ser sustituido por Valencia Roque, estos se han reducido a no más de una treintena, el resto se ha desprendido de la CTM gracias a las trapacerías de Valencia y su oscuro yerno, Francisco Hernández Vera.
De acuerdo a como se deslizan los acontecimientos, es cuestión de tiempo para que, la decrepitud sindical de Valencia Roque, pague la factura que tiene pendiente con los miembros de los escasos sindicatos que aun están integrados en la central obrera, las acciones que están llevando a efecto los verdugos de Eligio Valencia, les permite estar seguros de que es cuestión de días para que se deshagan del nefasto líder.
Ya lo veremos
Cuestión de tiempo.
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