Ya todo esto, ¿qué dice Zeta? ¿Qué dice el semanario con sede en Tijuana que rastrea edición tras edición a Jorge Hank Rhon? El medio que no le aceptó un centavo de publicidad cuando fue presidente municipal. El que cada semana publica una página negra para exigir que se reabra el caso de uno de sus periodistas, Héctor El Gato Félix, asesinado en 1988, presuntamente por órdenes del señor al que nadie, salvo Zeta, acostumbra tocar en la frontera.
—Tu lectura de los hechos —le pido a la directora de Zeta, Adela Navarro.
—Estamos ante la posibilidad de que, finalmente, se acabe la impunidad que ha rodeado a Jorge Hank durante todos estos años. Es un hombre que ha vivido bajo la sospecha eterna de la comisión de ilícitos y de favorecer al crimen organizado. Sospecha de lavado de dinero. Creo que estamos ante la oportunidad de que todas esas interrogantes se develen.
—Aquí en el centro se lee como un golpe político.
—Desde el momento en que aparecen 88 armas, la mayoría de ellas de uso exclusivo del Ejército, se sale del ámbito político para internarse en el criminal. Es cosa de todos los días denunciar en Baja California desde 2007, cuando llega a la región militar el general Sergio Aponte Polito y hace la campaña “nosotros sí vamos”. La población responde y le entrega su confianza y empieza a hacer denuncias ciudadanas. Es así como se ha realizado la mayoría de las detenciones de criminales en el estado.
—¿Por qué ahora?
—Quiero pensar que los hechos fortuitos que se sucedieron la madrugada del sábado llevaron a las autoridades militares a la detención. El ¿por qué ahora? es, precisamente, la pregunta que se hacen los políticos cuando quieren insertar un hecho así en el golpeteo político.
—Tu lectura de los hechos —le pido a la directora de Zeta, Adela Navarro.
—Estamos ante la posibilidad de que, finalmente, se acabe la impunidad que ha rodeado a Jorge Hank durante todos estos años. Es un hombre que ha vivido bajo la sospecha eterna de la comisión de ilícitos y de favorecer al crimen organizado. Sospecha de lavado de dinero. Creo que estamos ante la oportunidad de que todas esas interrogantes se develen.
—Aquí en el centro se lee como un golpe político.
—Desde el momento en que aparecen 88 armas, la mayoría de ellas de uso exclusivo del Ejército, se sale del ámbito político para internarse en el criminal. Es cosa de todos los días denunciar en Baja California desde 2007, cuando llega a la región militar el general Sergio Aponte Polito y hace la campaña “nosotros sí vamos”. La población responde y le entrega su confianza y empieza a hacer denuncias ciudadanas. Es así como se ha realizado la mayoría de las detenciones de criminales en el estado.
—¿Por qué ahora?
—Quiero pensar que los hechos fortuitos que se sucedieron la madrugada del sábado llevaron a las autoridades militares a la detención. El ¿por qué ahora? es, precisamente, la pregunta que se hacen los políticos cuando quieren insertar un hecho así en el golpeteo político.
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