jueves, 19 de mayo de 2011

Palco de Prensa: La metida de pata

Por Gilberto Lavenant
Podría pasarle a cualquiera, por mero accidente, por descuido, por exceso de confianza, por subestimar a los demás, por sobreestimarse a sí mismo, por menospreciar los derechos y garantías individuales, por suponer que los fines justifican los medios, en fin, por tantas cosas, meter la pata.

En eso está quedando la actuación del General Alfonso Duarte Mújica, Jefe de la Segunda Región Militar, en el caso relativo a las vejaciones en que él jefe militar incurrió, en perjuicio de la Diputada Claudia Agatón Muñiz y el Regidor ensenadense Armando Reyes Ledezma.

Los representantes sociales, agraviados, lo denunciaron públicamente y hubo quienes, en principio, dudaron de la veracidad de los hechos. Al menos, se dudaba de que el protagonista principal de los mismos hubiese sido el responsable del combate al crímen organizado en esta zona del país.

El mismo que en la inauguración de Tijuana Innovadora, frente al Presidente Felipe Calderón, logró una prolongada ovación del público asistente, en reconocimiento por la labor realizada en la región y los efectos obtenidos. El mismo que se ha ganado el respeto y admiración de los bajacalifornianos, por su energía y caballerosidad, además de la efectividad en el combate a la delincuencia.

Pero, lamentablemente, en este penoso y reprobable incidente, se desdibujó su imágen y quedó en el papel de prepotente, arbitrario, violador de los derechos humanos. Ni el fuero, ni los cargos, ni los fines sociales de la diputada y regidor, le valieron respeto alguno. Simplemente les dió trato de presuntos delincuentes.

Quedaba pendiente de aclarar si la actitud del militar había sido provocada por posturas prepotentes e insolentes de los representantes sociales. Esta duda se disipó y aclaró, a partir de que fue difundida una videograbación, un tanto deficiente, pero que mostraba claramente la situación. Los funcionarios guardaron compostrura, cordura, respeto y prudencia ante la autoridad militar. Fue el jefe militar el que no les guardó consideración alguna, el que probablemente por no creer que eran quienes decían ser, los trató peor que a cualquier hijo de vecino.

Cuando al General Duarte lo cuestionaron los periodistas sobre este asunto, fue parco, omitió hacer declaración alguna, aunque finalmente, casi entre dientes, reconoció que si era cierto el incidente y que además fue él mismo quien encaró a los representantes sociales. Sin embargo, bajo el pretexto de que la labor del ejército no debía relacionarse con cuestiones políticas, dijo que el asunto había sido canalizado a la Agencia del Ministerio Público Federal de Ensenada.

Hoy ya quedó claro, que el General Duarte, dicho con todo respeto, metió la pata, como se dice comúnmente, cuando alguien la riega, al hacer algo indebido, al equivocarse feamente, haciendo lo que no debió haber hecho, al grado de que se metió en un lío político, pero no propiamente partidista, sino de mayor fondo, pues este incidente está dando pie a que se cuestione la labor del ejército en la entidad e incluso ya empezaron a surgir reclamos en el sentido de que el militar debe salir de Baja California.

Para empezar, ayer en conferencia de prensa, la diputada Claudia Agatón reclamó pleno respeto a las garantías individuales de todos los mexicanos, sin importar el fuero. En el acto estuvo acompañada por el Presidente de la Mesa Directiva de la XX Legislatura, Marco Antonio Vizcarra Calderón, y de los diputados Eli Topete Robles, Fausto Zárate Zepeda, Nancy Sánchez Arredondo, Laurencio Dado Alatorre y Juan Vargas.
Claudia exigió a las fuerzas militares tratar con respeto a todos los bajacalifornianos y culpó directamente al General Alfonso Duarte Mújica, Comandante de la Segunda Región Militar, de cualquier represalia en su contra y en perjuicio del Regidor ensenadense Armando Reyes Ledezma, quien también se vió involucrado en el acto.
Así mismo, dijo que se unirá a la posición de su partido el PT, a nivel nacional, en contra de la intención del Presidente Felipe Calderón Hinojosa de darle más facultades al ejército para realizar tareas de seguridad pública. También anunció que ya prepara, en coordinación con el equipo jurídico del Congreso del Estado, una demanda por lo sucedido, en contra de quien resulte responsable. Además, como precedente, se inconformará ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Por su parte, la Diputada Nancy Sánchez Arredondo, expresidenta de la legislatura estatal, además de expresar su apoyo incondicional a la Diputada Agatón, dijo que ella personalmente conocía de casos donde militares, abusando de su poder, habían irrumpido en algunos hogares bajacalifornianos. Sentenció que debe de exigirse que un acto así, en el que resultaron agraviados la diputada Agatón y el regidor ensenadense, no vuelva a repetirse. En ese mismo evento, el Diputado tecatense Juan Vargas, reclamó : "Queremos que el General Duarte salga de Baja California".
Mientras esto ocurría en Mexicali, en la capital del país, el Senador priísta, Fernando Castro Trenti, exponía este asunto ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y reclamaba la intervención de la Procuraduria de Justicia Militar para que se invetiguen los hechos y se proceda contra quien haya actuado indebidamente. Esto, además de acordar exhortar al Presidente Felipe Calderón, para que a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, se modernicen los retenes y puestos militares de revisión.

Por una metida de pata, el General Duarte Mújica está en el ojo del huracán. Hasta los militares deben ser políticos, o sea, no tratar como malandros a todo mundo.

gil_lavenants@hotmail.com

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