martes, 31 de mayo de 2011

Palco de Prensa: El abogado

Por Gilberto Lavenant
El ejercicio de la abogacía, enfrenta al individuo a serios dilemas éticos, en tanto que si bien es cierto que hasta los criminales tienen derecho a contar con quien les asesore o defienda, legalmente hablando, el abogado también está en su derecho de seleccionar a sus clientes o defensos.
Muchos abogados acceden a defender a quienes enfrentan conflictos legales, aunque a simple vista puedan percatarse que son responsables o culpables, respecto a los hechos o actos que se les imputan. Y en muchos de los casos logran alcanzar el éxito y por lo tanto obtienen que sus clientes sean liberados, basándose en fallas técnicas, aunque ellos mismos están conscientes de que liberan a un individuo peligroso para la sociedad.



En estos casos, la ética profesional es rebasada por la pretensión del beneficio económico, vía honorarios. Ingenuamente piensan, y dicen, que nunca habrán de ser víctimas de sus propios clientes. Lo cierto es que muchos abogados, han perdido la vida a mano de sus propios clientes, cuando el resultado de un asunto legal no les favorece, o simplemente cuando consideran que “sabe demasiado” respecto a los negocios que manejan.



Pero se dan otros casos, aquellos en los que aparentemente no hay delito que perseguir, pero analizado el caso, en especial por un abogado, por un especialista en derecho, se puede llegar a la conclusión de que se acciona sin un derecho real, sino aparente. Que abusan de la ignorancia y necesidad de terceros, a quienes despojan de su patrimonio, recurriendo a argucias legaloides, incluso ante la complascencia de las autoridades.



Es en estos casos en los que el ejercicio de la abogacía es deshonesto, cuando a sabiendas que se causa un daño, proceden, por el insano interés del enriquecimiento indebido. Para estos individuos, la ética no existe. El dinero es lo que cuenta. Para ellos, el que paga manda y hacen lo que les manda el que les paga honorarios, aún a sabiendas de que no les asiste la razón, ni el derecho.



Un ejemplo concreto, para no darle tantas vueltas a esto. Quizás muchos no sepan, que dos grupos de inviduos, sin escrúpulos, técnicamente hablando se han apropiado del poblado de Playas de Rosarito, a base de actos ilícitos, y se han dedicado a despojar de su patrimonio a muchas personas, haciendo uso de artimañas legaloides.



Se trata del caso del Rancho El Rosario o El Rosarito, que en los próximos días habremos de referir en forma detallada. Por el momento baste decir que en 1879, el Presidente Porfirio Díaz expidió un título de propiedad, a favor de Joaquín Machado, fallecido en 1910, respecto a un predio, entonces baldío, en el que se ubica el poblado de Playas de Rosarito, el quinto municipio de Baja California.



A 101 años del fallecimiento del propietario original de El Rosario, hoy Playas de Rosarito, supuestos descendientes de Joaquin Machado, sacaron de las cenizas el viejo título de propiedad expedido hace 132 años, pero que desde 1916 la viuda de Joaquin dió por extraviado.



Apenas en el año 2000, se promovió el cuarto juicio sucesorio a bienes de Joaquin, pero ahora bajo los apellidos Machado Valdez, y acumulado a los de otras 8 personas, supuestos hermanos del citado antiguo propietario de Playas de Rosarito, ostentándose como co-propietarios del predio en mención.



Entre las ilegalidades a las que recurrieron, para identificar el Rancho El Rosario, actualmente Playas de Rosarito, inventaron un plano en el que pintan a El Rosario como un predio baldío y además elaboran un avaluo, en donde afirman que en dicho predio, que en realidad es Playas de Rosarito, no cuenta con densidad habitacional, o sea que en el año 2000 es un predio baldío. Como si fuese una simple fábula o un cuento. Pero efectivamente, legalmente hablando, o bajo un procedimiento judicial, se apropiaron de Playas de Rosarito. Este hecho no ha sido registrado en los Record Guiness, pero está para Riplay.



Todo esto está debidamente consignado en el expediente 1692/2000, radicado en el Juzgado Séptimo de lo Civil del Partido Judicial de Tijuana, relativo a las sucesiones acumuladas de 9 personas de apellidos Machado Valdez, supuestas co-propietarias del Rancho El Rosario, actualmente conocido como Playas de Rosarito.



Con el simple nombramiento de albaceas, ostentándose como propietarios de El Rosario, promueven juicios de amparo, argumentado que sin ser oídos, ni vencidos, en juicio, fueron despojados por personas que ostentan derechos posesorios y de propiedad respecto a predios valiosos y les reclaman, como una vil extorsión, que les cedan cuando menos el 50 por ciento del predio o en su caso 2 o 3 millones de dólares. Los casos están debidamente documentados.



Bueno, pues deben saber que uno de los abogados de dichos individuos sin escrúpulos, lo es el Lic. Enrique Gómez Llanos León, Presidente de la Federació Estatal de Colegios, Barras y Asociaciones de Abogados en el Estado y que está a punto de ser designado Consejero del Consejo de Transparencia del Estado. Solo eso faltaba.



El abogado de los supuestos Machado Valdez, presuntos co-propietarios del poblado de Playas de Rosarito, cuyas fechorías están por acreditarse en cualquier momento, aspira a manejar el accesoa la información pública. No cabe duda que andan mal las cosas en Baja California. El autor de Palco de Prensa pone a disposición de quien desee verificar lo aquí apuntado, los expedientes correspondientes. Los “pelos de la burra”, para que no digan que son puros cuentos.



gil_lavenants@hotmail.com

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