Por Alfredo Calva
Despacha como director de gobierno, de bajo perfil y actuar sinuoso, soterrado, Obed Silva Sánchez, manipula discretamente todo lo relacionado con los permisos de venta de alcohol, que por razones diversas se encuentran ¨atorados¨ en la administración municipal, logrando con ello, sustanciales compensaciones económicas.
Incrustado en la dependencia que titula Roberto Alcide Beltrones Rivera, gracias a las maniobras y acuerdos de su tutor político, el senador Fernando ¨El Diablo¨ Castro Trenti, Silva Sánchez, utiliza todos los trucos legales que conoce para destrabar permisos, concesiones y cualquier trámite que por los conductos normales no se aprobarían, con el consecuente beneficio personal.
Quienes han acudido con él para tratar asuntos relacionados con su investidura, aseguran que su trato es altanero y en ocasiones grosero, debido dicen, a sus complejos, que no le permiten además, brindar resultados positivos en las gestiones que se le solicitan.
Personal del área a la que pertenece Silva Sánchez, señalan que, sus acciones son subrepticias, ajenas al conocimiento del Secretario de Gobierno, apuntaladas solo por su cercanía al legislador federal, de quien ha expresado, que lo protege en todo lo que lleve a cabo, esto sin rendir cuentas a nadie.
Es tiempo de que el Secretario de Gobierno, Roberto Alcide Beltrones, supervise el comportamiento y acciones de su subordinado, elimine los tratos soterrados que viene manejando Obed Silva, en su beneficio personal y si, por compromiso político no lo puede despedir, será necesario que le haga entender que tiene un superior y que la dependencia no es su negocio personal.
Impedir las triquiñuelas.
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