* El "parto difícil"
Por Gilberto Lavenánt
El domingo 5 de diciembre, venció el plazo para que la Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma de Baja California designara al nuevo Rector, y no logró su cometido. Algo inusitado en la vida universitaria, que viene a ser algo así como un ¨parto difícil¨. Sumamente difícil.
La legislación universitaria otorga a los 11 notables de la Junta de Gobierno, un plazo adicional de 30 días, contados a partir del lunes 1 de diciembre, para que designen al nuevo Rector. Sin embargo, no advierte ¿Qué va a pasar si dentro de ese plao tampoco designa al nuevo Rector?
Y mucho menos advierte ¿Qué hacer ante el doble papel que ostenta en estos momentos el llamado ¨candidato oficial¨, Dr. Felipe Cuamea Velazquez, pues por una parte ¨batea¨ como candidato, y por otra como Rector provisional, o sea como arbitro del proceso, al estar obligado, como máxima autoridad universitaria, a velar y exigir un proceso limpio y transparente, lo que, ética y moralmente, al menos, le hace inelegible para ser beneficiado con la designación, al ser juez y parte. ¡Qué embrollo este!
A partir de que venció el plazo, sin designación, la Junta de Gobierno se vió obligada a dar una explicación o versión oficial respecto a esta situación. Y lo hizo, aunque no fue, ni clara, ni convincente, pues responsabilizó a los candidatos de no haber logrado obtener los votos suficientes para ser favorecidos con dicha designación, cuando que debió haber dicho que ellos, los integrantes de la Junta de Gobierno, no lograron despojarse de los intereses de grupo o personales, para hacer prevalecer los intereses universitarios y resolver la designación en los mejores términos posibles.
Hasta ahí, el proceso inconcluso, generó especulaciones, suspicacias, sospechas, verdades veladas, acusaciones casi directas, presiones, sarcasmos, críticas severas y tantas cosas más.
Hubo reclamos en el sentido de que las reuniones de la Junta de Gobierno fueran abiertas, públicas, para que todos los universitarios interesados en este proceso, supieran el por qué los 11 notables no se ponían de acuerdo sobre la persona que habrán de designar como nuevo Rector.
Se supo, obviamente por comentarios de los propios miembros de la Junta de Gobierno, que entre ellos se formaron dos grupos. El llamado G6, conformado por Alejandro Mungaray Lagarda, Román Lizárraga Arciniega, Héctor Baro Angulo, Tonatiuh Guillén López, Fernando Abelardo Jiménez Codinach, así como por Martín Francisco Montaño Gómez. El G5, por su parte, integrado por Luis Lloréns Báez, Luis Javier Garavito Elías, Rosa Imelda Rojas Caldelas, Leonel Cota Araiza y Margarito Quintero Núñez.
Pero, formal u oficialmente, no se conocía con exactitud cual era la postura de ambos grupos. Solo se sabía que el candidato del G6 lo es Felipe Cuamea, ahora Rector provisional, y el del G5, Juan José Sevilla.
Las presiones, y sobre todo las críticas, han sido muchas, en contra del ¨líder¨ del G6, el exRector Alejandro Mungaray Lagarda, Secretario de Desarrollo del Gobierno del Estado, quien evidentemente tiene una ¨concha muy dura¨, pues ni siquiera se sonroja. Se le acusa de pretender seguir sosteniendo el control de la Máxima Casa de Estudios y que para ello cuenta con la anuencia o visto bueno del Gobernador Osuna Millán. La ¨sordera¨ es un mal común, en la élite estatal gobernante, en estos momentos.
Por su parte, los integrantes del G5, al menos dos de ellos, Luis Llorenz Báez, Presidente de la Junta de Gobierno, y Leonel Cota Araiza, ya no resistieron los cuestionamientos, sobre el papel que han estado jugando como integrantes de la Junta de Gobierno, en el proceso de designación del nuevo Rector, y mediante sendos escritos, publicados ayer en el portal del Observatorio Académico Universitario, dijeron sus verdades y revelaron la forma sucia como ha venido operando la UABC. Desde hace ocho años, cuando menos, según dicen. Que es lo que no quieren que continue y que por ello, no pueden votar a favor de Cuamea. Así de sencillo.
Incluso ayer en el portal del OAU hubo hasta referencia a la cercanía o sumisión, del ahora exRector Gabriel Estrella, ante el Gobernador Osuna Millán, o versiones atribuidas a éste, en el sentido de advertir que se debe votar a favor de Cuamea, pues existe el riesgo de que se imponga a un candidato patrocinado por Jorge Hank Rhon. Vale la pena accesar al portal del OAU : http://red-academica.net/observatorio-academico/
Lo único claro, de todo lo que se ha dicho sobre este proceso, es que en la UABC existen grupos de poder, relacionados con el exRector Alejandro Mungaray y por ende con el Gobernador Osuna Millán, que pretenden seguir manipulándola.
Que la UABC necesita cambios reales, que le permitan transitar de una vez por todas, del mundo del papel y las apariencias, al mundo de realidades y posibilidades de una educación de calidad, una investigación y vinculación pertinentes y de excelencia.
Que los del G5, integrantes de la Junta de Gobierno de la UABC, que anhelan el cambio, no están a favor de Felipe Cuamea, no tanto por él mismo, sino por el grupo de Mungaray, que le patrocina.
Que se debe hacer un esfuerzo máximo por los integrantes de la Junta de Gobierno, para que al final de este plazo adicional de 30 días, éste ¨parto difícil¨, tenga un final más o menos feliz, y no concluya en un ¨aborto¨, lo que sería sumamente lamentable para todos los universitarios.
gil_lavenant@hotmail.com
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