viernes, 12 de noviembre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Leyzaola NO
Por Gilberto Lavenánt

Aunque no mencionó el nombre del aún Secretario de Seguridad Pública de esta ciudad, el Alcalde electo de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, no de manera directa, pero con bastante claridad, dijo ayer que Julián Leyzaola no cotinuará en dicho cargo durante la próxima administración municipal, y además estableció el por qué.
Mucho se ha especulado sobre este tema e incluso el propio Leyzaola le ha hecho la lucha para perpetuarse en el cargo, ha conseguido recomendaciones de todo tipo y se ha publicitado casi como si fuese un héroe urbano y, para su desgracia, no ha podido evitar que también se proyecte su lado negativo,

Bustamante acudió el jueves como invitado de los Comunicadores de Baja California, organización coordinada por Juanita Jiménez y Alfredo Martínez Ruíz, al foro que se llevó a cabo en el Palacio de la Cultura, antiguo Palacio Municipal de Tijuana, ubicado en Calle Segunda y Constitución.

También habían sido invitados los Alcaldes electos de Ensenada, Enrique Pelayo, de Tecate, Javier Urbalejo, de Playas de Rosarito, Javier Robles y de Mexicali, Francisco Pérez Tejada, pero no llegaron, ni justificaron su ausencia.

Así es que el evento fue solo con Bustamante, quien hizo un esbozo general de lo que será su administración, destacando como punto prioritario el de la seguridad pública y observando que la policía municipal dedicará todos sus esfuerzos a labores preventivas, dejando el combate al narcotráfico o crimen organizado a las corporaciones competentes para ello.

El ya casi Alcalde de Tijuana, observó que se ha percatado del abandono en que se encuentra la pereiferia de la ciudad, y en especial la zona este, por lo que anunció que hacia allá estará enfocada la atención de la policía municipal, con lo cual dió a entender la razón principal por la que Leyzaola no puede seguir al frente de la Seguridad Pública Municipal, pues se siente policía antinarcóticos y en ese sentido, dicho con todo respeto, obviamente, ¨se ha llevado entre las patas a todos sus sobordinados¨.

Bustamante comentó que las colonias populares se encuentran abandonadas, sin vigilancia policiaca, por lo que los trabajadores, y en especial las mujeres, enfrentan enormes riesgos al acudir a sus centros de trabajo, situación que ya debe de cambiar.

Otro detalle al respecto, es que anunció que el nombre de quien ocupará la posición de la Secretaría de Seguridad Pública, lo dará a conocer hasta dos días antes de que él mismo tome posesión, por dos razones básicas. Una, para no exponer a quien habrá de ser, al revelar la identidad del que será y que mientras que no asuma el cargo, estará en riesgo, al no contar con seguridad personal, y la otra, porque el que aún está en funciones, en este caso Leyzaola, también estaría en riesgo, porque al tener la certeza de que dejará de tener autoridad a partir de determinado día, también corre riesgos.

Esto, evidentemente, terminará con la serie de especulaciones que ha generado la remoción de autoridades municipales, unas de manera natural, y otras generadas por el propio Leyzaola y sus ¨padrinos¨, con acciones mediáticas que pretendían prácticamente mantenerlo en el cargo, presionando al nuevo Alcalde de Tijuana y dando a entender que cometería un grave error si no lo ratifica.

Pese a las ¨medallitas¨ que le han colgado al aún jefe policiaco, y las leyendas urbanas que se han generado en torno a su persona, Tijuana merece un cambio en materia de seguridad pública, Tijuana requiere una policía que se enfoque estrictamente en lo que es su competencia, las labores preventivas, complementada o apoyada con labores de otras dependencias municipales y de los demás niveles de gobierno, en materia de educación, deporte y cultura.

Tijuana no requiere de ¨robocops¨ o superpolicías, sino simplemente policías ordinarios, de esos elementos de puntos fijos, de aquellos que controlen el tránsito vehicular, de los que amonesten o detengan a los delincuentes comúnes, aquellos que acudan en el menor tiempo posible a atender las llamadas de auxilio de los tijuanenses, cuando son asaltados hasta a plena luz del día, cuando les despojan de sus automóviles en una esquina o en un centro comercial.

Posiblemente en otros lugares como Tamaulipas o Nuevo León, requieran a un tipo como Leyzaola. Allá ellos.

Los tijuanenses deberán notar el cambio, que debe ser positivo y seguramente los propios policías municipales se sientan los más beneficiados, cuando dejen de ser utilizados como carne de cañón, para combatir al narcotráfico, sin ser su competencia y en completa desventaja, prácticamente con simples resorteras, enfrentando a individuos desalmados, armados con armamento de grueso calibre.

Bustamante tocó otros temas, pero sobre este punto, casi ya está todo dicho. Solo falta conocer el nombre del sustituto. Nada más.


gil_lavenant@hotmail.com

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