jueves, 9 de septiembre de 2010

COLUMNA: Yo como el chinito “milando”

* La iglesia, “paraíso de los pedófilos”
Por Javier Malacara
La iglesia, “paraíso de los pedófilos”
Se suponía, debido a lo que ya todos sabemos en torno a los famosos votos de castidad y celibato de la iglesia católica, específicamente no deberíamos de hablar de “sexualidad” entre curas y monjas. Se suponía que, mucho menos, deberíamos hablar de “violaciones sexuales” al nivel de los sacerdotes, ministros religiosos, monjas, etc. ¿Se imaginan la implicación y trascendencia del tema “conducta sexual inapropiada” del clero, de los religiosos, de los sacerdotes, de las monjas, de los diáconos...? La triste y vergonzosa realidad es otra. ¡Ahí están los datos! Las violaciones sexuales de los sacerdotes católicos no sólo se producen con la “gente de afuera”; las monjas y los seminaristas, la “gente de adentro”, también son violados por los sacerdotes. La Pederastia en la Iglesia Católica. Delitos sexuales del clero contra menores, es un drama silenciado y encubierto por los obispos.
Claro que en cuestión de violaciones sexuales ¡el que no corre vuela!, por el motivo o los motivos que sean, en el sentido de que todos los grupos humanos han padecido y padecen este vergonzoso mal; pero considerando la información noticiosa diaria, los datos y las denuncias que cada día aparecen en los medios, a nivel internacional, y los supuestos compromisos espirituales y morales de los religiosos: ministros y pastores religiosos, sacerdotes, curas, clérigos peregrinos, clérigos, diáconos, funcionarios y administrativos religiosos, aquí estamos en presencia del “grupo” que más corre y que más vuela, en presencia del conocido ¡todos contra todos!
Los afectantes son de todo tipo de categoría, como vimos más arriba, todos mayores de edad, todos hombres, unos jóvenes y otros viejos; los afectados también son de todo tipo mujeres, hombres, niñas y niños, ricos y, libres y esclavos; de cualquier edad: mayores de edad y menores de edad, jóvenes y viejos. Es decir, que este grupo de violadores sexuales, de transgresores sexuales, le tira a todo lo que se mueve, a todo lo que se le para “enfrente” ¡o “detrás”! ¡Cuánto “apetito” sexual!
En México el 30% de los 14 mil sacerdotes católicos de este país ha abusado sexualmente de otras personas: el 55% ha abusado contra mujeres, el 30% contra niños y niñas y el 15% contra hombres, Otras cifras y estadísticas comparativas referidas al mismo tema en países americanos y en otros países muestran también cifras alarmantes y de alto riesgo para toda la sociedad mundial. Claro que en todos los grupos humanos hay violadores sexuales, violadores sexuales de todo tipo de abuso sexual infantil.
La protección a las redes de pederastas, a los violadores en general y a sus “fieles devotos” o “leales devotos” o cómplices y a los pederastas y violadores religiosos en particular, y las frecuentes complicidades de autoridades, grupos administrativos, trabajadores y maestros de organizaciones, instituciones y escuelas religiosas, y hasta de reyes y nobles también se han documentado “¿Qué me dice de los que ven la crueldad del mundo y se preguntan dónde está Dios? ¿Y de los que saben de los escándalos de la Iglesia y se preguntan quiénes son esos hombres que afirman tener la verdad sobre Cristo y aun así mienten y encubren los abusos sexuales a niños cometidos por sus propios sacerdotes?”.
Por supuesto que en este tema no se puede dejar de hablar de las inmoralidades del cura mexicano pederasta, violador de niños, criminal, delincuente, ladrón, falsificador, llamado Marcial Maciel Degollado, y de sus engendros, los Legionarios de Cristo, es el tema más vergonzoso que hemos abordado en el ámbito de la imagología clerical o imagen de las religiones y los religiosos. Claro que este caso, más que conocido internacionalmente, del cura pederasta Marcial Maciel y de sus encubridores, los Legionarios de Cristo, entre otros encubridores, no es el único que se ha dado en México.
Las denuncias contra curas pederastas son comunes y habituales en México. ¿Por qué? Pues porque, entre otras cosas y principalmente, todos sabemos que "México es en América Latina un oasis de la pederastia, de los pederastas, de la pedofilia y los pedófilos". En América Latina, tres de cada diez búsquedas de pornografía infantil por internet se hacen a través de portales mexicanos, así, este país ocupa el primer lugar de la región en tener el mayor número de usuarios que acceden a páginas nacionales en busca de imágenes sexuales de niños. De acuerdo con datos de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil (RPPI), 27 por ciento de las consultas de la web proviene de sitios con el dominio "mx", que pertenece a México. El segundo sitio lo ocupa Colombia, con 17 por ciento, luego Perú, con 13).
Entonces ¿cuál es la característica principal actualmente de la Iglesia Mexicana? ¿La Iglesia Mexicana es una iglesia que se caracteriza por lo que debería ser su principal función, atenerse, apegarse, a lo que realmente Jesús dijo, a lo que realmente Cristo deseó y predicó, o es una iglesia que se ha catalogado como "altamente corrupta", "delincuente" y "criminal"?. La Iglesia católica mexicana, de la misma manera que la inmensa mayoría del catolicismo mundial, en todas sus variantes o sectas, pero principalmente el catolicismo romano, es una "iglesia del silencio" para lo que le conviene, claro está.
En este país Recientemente se ha involucrado al cardenal Rivera Carrera en las averiguaciones del caso del presbítero Nicolás Aguilar Rivera, perseguido por la policía de Los Ángeles, California, Estados Unidos, y acusado de abuso sexual a más de un centenar de menores (pederastia), tanto en Estados Unidos como en México. Entre las acusaciones que pesan en contra del prelado mexicano incluyen las de brindar protección al presbítero, cuando era obispo de Tehuacán, Puebla. En septiembre de 2006 su nombre fue incluido en una demanda levantada por Joaquín Aguilar Méndez en la cual se acusa a Carrera de presumiblemente ayudar al sacerdote Nicolás Aguilar a evitar ser procesado por actos lascivos contra menores. Rivera Carrera argumentó que él no se encontraba laborando en dicha diócesis en las fechas que indican los acusadores sucedieron los hechos, por lo que no es posible pudiera encubrir a nadie.
De acuerdo con una investigación del diario Los Ángeles Times, Rivera Carrera, junto con el cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Ángeles, habrían encubierto al clérigo a finales de los años 80 al aceptar repetidos traslados de Aguilar de un país a otro. Las autoridades judiciales de Estados Unidos tienen como evidencia la supuesta correspondencia privada de los jerarcas católicos sobre el asunto, cartas que se encuentran en el expediente del caso.
De acuerdo con la información, acerca de la protección que Carrera Rivera brindo desde 1997 al cura pederasta Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo, ha sido bien documentada. También se documenta el silencio que guardó el Vaticano de las atrocidades de Maciel, en particular del actual papa Joseph Ratzinger y de su predecesor Karol Wojtyla…

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