viernes, 3 de septiembre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Las incomodidades
Por Gilberto Lavenánt

En política, la amistad, el parentesco, tanto el consanguíneo como el de afinidad, suelen causar incomodidades. Resulta incómodo, para un Alcalde, para un Gobernador o para un Presidente de la República, que algunos parientes, amigos, compadres, ahijados, esposas y exesposas, no saben actuar con discresión y por lo tanto, no entienden que con sus actos, exhiben o comprometen al funcionario público, con el que tienen, o presumen tener, determinada relación.

Puede resultar motivo de orgullo o satisfacción, tener un lazo de amistad o parentesco con el funcionario en el poder. Pero además, presumir esa relación ante todo mundo. Como si fuese una extensión del fuero o manto protector que da al funcionario de que se trate, el cargo que ostenta, los parientes o amigos, pretenden disfrutar los privilegios de ese poder, aunque legalmente no les corresponda.

Los hay, que con la simple manifestación del parentesco o la supuesta amistad, abren puertas y exigen trato especial, cual si fuesen apoderados legales, representantes diplomáticos o los funcionarios, con quienes dicen tener determinada liga, como si fuesen ellos mismos en persona.

¿Quién le va a negar un favor al pariente o amigo del Gobernador?, ¿Quién va a frenar un trámite del compadre o ahijado del Presidente de la República?, ¿Quién, como subalterno, se va atrever a cuestionar, si es cierto o falso que el amigo o el pariente del Alcalde, tiene el respaldo y aval de este para realizar tal o cual trámite?

Y también suele ocurrir, que esos parientes o supuestos amigos, son más soberbios que los funcionarios con los que afirman tener alguna liga de parentesco o amistad. Incluso, a la sombra del poder, encabezan proyectos, o realizan gestiones, que como simples ciudadanos, quizás no se atreverían a promover.

No entienden, estos parientes o supuestos amigos, que con sus actos, afectan al funcionario con el que presumen tener relación, aunque los objetivos de los mismos sean nobles o positivos. A estos siempre se les agregará la referencia de los lazos y tarde que temprano se les reconocerá como el “hermano incómodo”, o el primo, o el compadre, o la esposa, o la exesposa. ¿Más claro, o es bastante para entenderle?

Pues si no le entienden, pues entremos en detalles. Es el caso concreto de doña Carolina Aubanel Riedel, que está metida en un embrollo, que le exhibe y compromete públicamente, y en especial exhibe y compromete públicamente al Alcalde electo, Carlos Bustamante Anchondo, con quien estuvo casada y por lo tanto es padre de sus hijos. El parentesco familiar, o la presunta amistad, no debería ser motivo de referencia alguna, pero cuando se entra al terreno de la política, muchas cuestiones personales se hacen públicas, directa o indirectamente, por las incomodidades que estas generan.

Doña Carolina, obviamente por su proyección personal, se comprometió o aceptó que la comprometieran, a encabezar un proyecto, de los gobiernos panistas, bajo el supuesto de que se trata de intereses ciudadanos y la intención de realizar una importante obra, en beneficio de esta ciudad, no en su perjuicio.

Sin embargo, por una parte, el proyecto ha sido seriamente cuestionado y cada día aumenta el número de personas que se oponen al mismo. Uno de las más destacadas adhesiones a esta oposición, fue la del exgobernador priísta, Xicoténcatl Leyva Mortera y del exalcalde, también priísta, Federico Valdez Martínez. Además de varios profesionistas e incluso de profesionales de la ingeniería y la arquitectura y otros más que están en espera de momentos oportunos para sumarse.

Y doña Carolina, en lugar de actuar con mesura, con cautela, con discresión, “se subió al ring” para pelear abiertamente con el exgobernador y sus seguidores, acusándolo de encabezar la lucha opositora y de otras cosas más. No se le recomienda tener como enemigo a Leyva Mortera.

A esto se agrega otros factores interesantes, que también generan incomodidades. Se da como un hecho que la principal asesora de don Carlos Bustamante Anchondo, en su gestión municipal, será precisamente doña Carolina, su exesposa y madre de sus hijos. Se dice que será la Directora de Comunicación Social, pero para no aparecer públicamente, será representada por la jóven comunicadora, Artemiza Fernández Pinto, parte del equipo del noticiero En Síntesis.

Agreguen a esto el detalle de que don Carlos Bustamante, es priísta y el exgobernador Leyva Mortera, así como el exalcalde Valdez Martínez, también son priístas. Seguramente que habrá más de un priísta que también se sumarán a la postura opositora de estos ante el proyecto del Zócalo 11 de Julio, precisamente el que encabeza doña Carolina, que haciendo compromisos con panistas, pretende seguir adelante, pese a la oposición generada y que cada día crece y que le generará serias incomodidades al futuro Alcalde de Tijuana. No hay duda de que a doña Carolina, pronto se le conocerá como la “asesora incómoda”.

Si tuviera un poco de sensatez, de cordura, de sentido común, doña Carolina haría un lado su soberbia, se apartaría del proyecto del zócalo y daría oportunidad de que el futuro Alcalde de Tijuana tome una decisión sobre este tema, sin incomodidades. Porque si bien es cierto que no es su proyecto, le resultará incómodo ver que la oposición subirá de tono y en medio de la trifulca aparecerá la madre de sus hijos. Su asesora en comunicación social.

¿Hacia dónde se inclinará el Alcade Bustamante, en esto del zócalo ? ¿A favor de la oposición, pese a que sea contraria a doña Carolina, o a favor de ésta, aunque eso le cueste enemistarse con priístas como Leyva Mortera o muchos más? No cabe duda de qu este tipo de dilemas, son incómodos.
gil_lavenant@hotmail.com

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