sábado, 4 de septiembre de 2010

COLUMNA: Cicuta

* Fatuo
Por Jaime Flores Martínez

Maniatado por su soberbia, desquiciado por su impotencia, el director del Centro SCT Ramón Luque Félix ya se convirtió en un dolor de cabeza para el gobernador de Baja California José Guadalupe Osuna Millán. Apenas el pasado lunes, Cicuta se refirió a una denuncia presentada ante la PGR contra Luque Félix. Los transportistas lo acusan por abuso de autoridad y concusión. La versión de los choferes señala que este funcionario no tiene empacho en inventar leyes y ordenar su aplicación, aun a sabiendas que viola la ley.
Harto sospechoso resulta que el actual delegado de la PGR Francisco Javier Cossío no presione al ministerio público encargado del caso para que llame a comparecer a Luque Félix, quien es compadre del gobernador José Guadalupe Osuna Millán. No hay compadre que no haga daño, dice el refrán. Cualquiera diría que –al darle carpetazo al asunto--Cossío no quiere incomodar a Osuna Millán, su padrino político.
El caso es que el gobernador ya reacciono frente a las acusaciones de los choferes contra Luque Félix. Un funcionario de alto nivel, confió que Osuna Millán se reunió esta semana con Luque para pedirle “que arreglara el conflicto con los transportistas”. Le dijo que el conflicto “generó un ruido innecesario”.
Lo que no sabe el gobernador es que Luque Félix también está denunciado ante la Secretaria de la Función Pública (SFP) y ante el Órgano Interno de Control de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), por extralimitarse en sus funciones. Las denuncias fueron presentadas, nada más, nada menos, por el actual delegado de Autotransporte Federal en Tijuana, Ramón Madrigal Álvarez.
Madrigal no estuvo de acuerdo con las medidas que Luque Félix intentó implementar desde su arribo a la dependencia. Con su experiencia de 20 años, Madrigal le habría dicho que no valía la pena violentar las leyes. Sin embargo, el señor Luque estaba dispuesto a hacer “su santa voluntad”.
En uno de esos arranques ordenó a Madrigal trasladarse a Mexicali para destituir al entonces delegado de Autotransporte Federal, Jaime Jiménez. Ante esta orden, Madrigal le respondió que “no lo haría” porque “despedir funcionarios no era su función”.
La respuesta de su subalterno generó una reacción tan virulenta que, desde ese momento, Madrigal se convirtió en su enemigo; decidió hacerle la vida imposible hasta el punto de advertirle que lo destituiría con la intención de colocar en ese puesto a su incondicional Jorge Chávez.
Decidido a salirse con la suya, Luque Félix denuncio a Madrigal ante la SCT por “impedir la aplicación de la ley” en un operativo de revisión realizado en octubre del año pasado en Tecate. También lo acuso por la expedición irregular de tarjetas de circulación certificadas a los choferes de camiones de carga. Ninguna acusación estuvo fundada y por ello resultaron improcedentes.
Indignado porque sus métodos no funcionaron, Luque Félix decidió deshacerse de su incómodo empleado y “se le ocurrió” comisionarlo a Tapachula, Chiapas. Pensó que --al sacarlo del Estado-- le trastornaría la vida y le abriría paso a su “limpia botas” Jorge Chávez.
Sin embargo, Madrigal descubrió a tiempo la maniobra. En un par de días, solicitó y obtuvo un amparo administrativo que impidió su traslado al sureste mexicano. Nadie quiere imaginarse el berrinche que hizo Luque Félix. A pesar de su evidente perturbación, Luque debe saber que las denuncias que obran en su contra no prescriben, es decir, quedaran vivas después de concluir su gestión. Además, el gobernador prefiere evitar conflictos. Ya se lo dijo
Desleal
A propósito del tema, alguien debe decir que el sub delgado de Autotransporte Federal en Mexicali, Mario Acosta Núñez, es ubicado como el importador de vehículos por excelencia en la capital del Estado. Propietario de un lote de automóviles usados, el señor Acosta resulto beneficiario de un amparo otorgado por la justicia federal, luego del decreto emitido el 31 de diciembre de 2008 por la Secretaria de Hacienda. Con esta suspensión provisional, Acosta puede importar autos con precios del 2008. Vendedores de automóviles usados de Mexicali, aseguran que Acosta cobra una cuota de 180 dólares por cada automóvil que es importado gracias a ese amparo. Los importadores de Tijuana trinan de coraje porque –para ellos— Acosta representa una competencia desleal.
Huida
El delegado de Capufe en Baja California Sergio Delgadillo Jaime, decidió salirse de su oficina “por la puerta de atrás” Empleados de la dependencia aseguran que la tarde del lunes, Delgadillo Jaime comenzó a sacar “sus chivas” de la delegación de Capufe. Su nula trascendencia garantiza que nadie lo extrañara. Su desempeño fue apenas perceptible. Hay quien dice que a Delgadillo Jaime “se le acabo el corrido” desde el momento que su medio hermano Héctor Osuna Jaime dejo la presidencia de la COFETEL. Esto vendría a confirmar que Delgadillo Jaime estaba sostenido en el puesto por las influencias de su consanguíneo y no por sus capacidades.
Al menos en dos ocasiones Cicuta intentó charlar con el ingeniero Delgadillo, aunque sus múltiples ocupaciones le impidieron siquiera contestar el teléfono. Según su secretaria, siempre estaba en junta o se encontraba sumamente ocupado; nunca tuvo un minuto para devolver la llamada. Personaje de piel sensible, el señor Delgadillo no soporta la crítica. Se siente intocable, y lo es, porque ya no existe.
Comentarios: cicuta45@gmail.com

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