COLUMNA: Palco de Prensa

* Los culpables
Por Gilberto Lavenant
Después de tantos bochornos e incomodidades, de una serie de dimes y diretes, de lanzar la “bolita” de un lado a otro, el dirigente estatal del PAN, Andrés de la Rosa Anaya, sale con lc chistozada de que el caso del “diputadogate”, fue un error del diputado panista mexicalense Victor González Ortega. De nadie más.

Si es cierto, el dizque legislador ya está grandecito para saber lo que hace y cómo o con quien lo hace, pero eso de que sea el único culpable del denigrante espectáculo que dió, no es así.

Muchos son los culpables en ese asunto.

Culpable es el PAN y sus dirigentes, entre ellos el propio de la Rosa Anaya, por postular a puestos de elección popular a individuos con pésimos antecedentes, sin verificar sus vicios y mañas o costumbres. Aunque siempre salen con que postulan a sus mejores hombres. Uff.

Si lo admitieron en el proceso de selección interna y luego lo postularon como candidato a diputado local y la inercia lo llevó a ocupar una posición en la Legislatura Estatal, pues lo menos que debe hacer la organización partidista es exigirle que guarde compostura.

Pero ya ven, ni siquiera han sido capaces de expulsarlo del partido. Ya está por terminarse el período para el cual fue electo y se corre el riesgo de que lo vuelvan a postular para algún otro cargo. Recuerden que uno de sus hermanos forma parte de la planilla de munícipes, en Mexicali. Puede ser que también incurra en los mismos “errores”.

Culpables son los actuales integrantes de la Legislatura Estatal, quienes no obstante conocer la fama del diputado panista, a quien conocen comúnmente como “el chupitos”, por su afición a las bebidas alcohólicas, lo eligieron como su Presidente. Así es que ahora que ni se quejen, ni se quieran lavar las manos.

También son culpables, porque las pachangas u orgías que celebraba el “diputadogate” en las instalaciones de la Legislatura, eran conocidas y toleradas por muchos, sin que nadie se atreviera a ponerle un freno. Más bien lo festejaban como un chiste vulgar y de mal gusto. Que ahora les indigne su presencia y le den trato de apestado, es otra cosa, pero tienen culpa en este asunto.

Culpables lo son el Alcalde mexicalense Rodolfo Valdez Gutiérrez y el Síndico Procurador, David de la Rosa Anaya, porque en lugar de darle a este asunto el trámite legal que correspondía, lo encubrieron, o sea lo solaparon, y de paso le permitieron salir libre, dejando constancia de que entre los panistas la impunidad es una institución muy sólida y que saben conjugar perfectamente el verbo cubrir o encubrir : yo te cubro, tú me cubres, él nos cubre, nosotros nos cubrimos, etc.

Culpable lo es el Ejecutivo del Estado, llámese Gobernador Osuna Millán o el Procurador Rommel Moreno Manjarrez, porque la denuncia recibida en relación con este asunto, que se sepa, nunca fue atendida. La recibieron, si es cierto, realizaron algunas actuaciones, pero no con la intención de deslindar responsabilidades, sino más bien haciendo valer el tradicional método de “el enfriapapas calientes”. Dejar que pase el tiempo, que cura casi todos los males.

Así que aunque en principio uno fue el protagonista estelar de este espectáculo, muchos otros fueron los co-estelares y por lo tanto merecen el mismo reconocimiento de culpas, aunque al final de cuentas todo quedará sólo como una mala nota que pronto ya casi nadie recordará.

Los bajacalifornianos también tienen culpa en todo esto, pues por regla general votan por cualquier sujeto que les ponen como candidato, simplemente porque lo visten de azul, sin cuestionar cultura, principios, vicios o mañas.

Culpables también, porque cuando ocurren casos como el del “diputadogate”, lo más que hacen es desahogarse criticando los hechos, pero no se atreven a exigir acciones drásticas, contundentes, precisas.

Para concluir, cabe observar que en este caso aplica perfectamente aquello que advierte : “no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre”. !Salud..!, diría el diputadete en mención.
gil_lavenant@hotmail.com