viernes, 5 de marzo de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Los condicionamientos
Por Gilberto Lavenant

Son muchos, priístas y no priístas, los que aún preguntan ¿cuáles fueron las razones por las que el presidente de la Cámara de Comercio de Tijuana, Mario Escobedo Carignan, se retiró de la contienda por la candidatura a Alcalde, por parte del PRI?

Y se lo preguntan directamente, e incluso le preguntan si tuvo presiones para que renunciara, o si tuvo algo que ver en esa decisión el Senador Manlio Fabio, su compadre, o el Senador Fernando Castro Trenti, “El diablo”.

Sus respuestas no parecen convincentes. Dice que fue por cuestiones personales y confiesa que efectivamente no es militante priísta, pero que quería darle un cambio a la política y darle oportunidad a gente joven.

Por ahí está el meollo del asunto.

Cercanos a Mario Escobedo cuentan que al dirigente de los comerciantes le afectó el “síndrome del novato de la política”. Aquel que sufren quienes desde afuera piensan que la política es fascinante, y ya adentro, se dan cuenta que es repugnante.

Dicen que a Mario le llamó poderosamente la atención el poder lograr una posición pública desde donde podría tomar decisiones o participar en la búsqueda de soluciones a la problemática de la ciudad. Y saborear las “mieles” del poder público, obviamente.

Tenía frente a sí una oportunidad única. Y sabe que las oportunidades deben ser aprovechadas, pues casi nunca se presentan de nueva cuenta. Esta era la suya. La dejó ir.

El PRI, un partido en la “lona”, sin personaje alguno realmente valioso para contender por la Alcaldía de Tijuana.

El “compadrazgo” que había adquirido con el Senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, padrino de bodas de su hija y uno de los más fuertes pretensos priístas a la Presidencia de la República en las elecciones del 2012.

Su yerno, el diputado local, Chris López, con marcada ascendencia entre los priístas.

La “asesoría” del Senador Fernando Castro Trenti, uno de los operadores políticos más influyentes en la cúpula priísta nacional.

Definitivamente, la tenia hecha. La estrategia de los “cartelazos” en los que organismos priístas le felicitaban como Presidente Municipal de Tijuana, le hicieron pensar en que efectivamente estaba predestinado a ser Alcalde de esta ciudad.
Por eso hablaba con plena seguridad y jactancia sobre su cercano futuro político. Estaba a un paso de lograr la postulación de candidato priísta a la Presidencia Municipal de Tijuana, sin ser priísta. Un sueño que muchos priístas de tantos años no han podido lograr. Y él lo tenia a la mano. Se trataba simplemente de dejarse querer.

Pero lo empezaron a agobiar los propios priístas. Muchos se le acercaron a “solidarizarse” con su proyecto político y le ofrecían apoyos, de palabra, simplemente, pero dizque apoyos.

Solo que comprobó que nadie da nada, sin pedir algo a cambio.

Quienes le ofrecieron apoyarlo, y que él aceptó con mucho gusto, le condicionaron los apoyos, a cambio de posiciones dentro de su planilla. Mínimo una o dos regidurías. Después, ya en funciones, cargos de primero, segundo y tercer nivel. Varios, por cada grupo u organización.

La libreta en la que apuntaba los ofrecimientos y los condicionamientos, ya no tenía espacio libre alguno. A eso le tuvo que agregar las recomendaciones e incluso las imposiciones.

No le dejaban ni una sola posición en la que pudiese colocar a alguien de su confianza. Sería solo él, rodeado de compromisos y de personajes mañosos y quemados. Al final, la figura de Alcalde de Tijuana, sería meramente virtual. Algo decorativo. De papel.

Entonces, despertó sobresaltado. El sueño político, se convirtió en una horrible pesadilla. De pronto comprendió que la política no era lo suyo. Que no es fácil eso de comer suciedad de puerco, sin hacer gestos.

Y todavía hay ingenuos, o incrédulos, que le preguntan las razones por las cuales desistió de dejar la dirigencia del comercio organizado, para convertirse en político de tiempo completo. Algún día le dirían : díme con quien andas, y te diré quien eres. Hoy le aterroriza la idea de aue le lleguen a considerar como político. Piensa que él no es de esos. Ni lo será nunca.

gil_lavenant@hotmail.com

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