Cuando se dice que alguien trae “la camiseta bien puesta”, es que esa persona o individuo, es fiel o leal, para con alguna persona, organismo, partido político o incluso equipo deportivo.
También se puede decir esto, en el caso del proyecto político personal de alguien. Por ejemplo, puede aspirar a algún puesto de elección popular y nadie lo habrá de convencer de que desista. Mucho menos cuando piensa o considera que ya le toca. Que ya basta de sacrificios.
Tratándose de seguidores o fanáticos del futbol, hasta antes de la creación de los Xolos, muchos eran fieles seguidores del América o del Guadalajara. Eran americanistas o chivas. Y a todas partes a donde iban, traían la camiseta bien puesta.
Ahora que, también los políticos “se ponen la camiseta”. Y hay de aquellos que no se la quitan, ni para bañarse. Quizás prefieren no bañarse, antes que quitársela.
Deben saber, que la mayoría de los políticos, al menos los tijuanenses, no están intreresados en los comicios intermedios del 7 de junio próximo. Sobre todo, si no tuvieron la “suerte” de ser seleccionados para ser candidatos a una diputación federal. O no les enjaretaron alguna tarea para estas campañas, que inician el próximo domingo.
Su interés, está en las elecciones del 2016, en que se elegirán diputados locales, alcaldes, regidores, síndicos procuradores y síndicos sociales. Son muchos los dispuestos a “sacrificarse”. En especial aquellos que sueñan con ser Alcaldes. Un presupuesto de 5 mil millones de pesos anuales, seduce a cualquiera.
En cuanto a los priístas, muchos aseguran que la principal pugna se dará entre hankistas y castrotrentistas. A la cabeza de dichas corrientes, aparecen, por los primeros, Carlos Barboza Castillo. Por los segundos, René Adrián Mendívil.
Este divisionismo añejo, se dice, ha sido el factor principal de los fracasos electorales del PRI en los últimos 25 años. Los líderes de ambas corrientes, Jorge Hank Rhon y Jorge Fernando Castro Trenti, nunca han entendido, aquello de “divide y vencerá”. Por lo tanto, divididos, casi siempre han sido vencidos.
El pleito, entre ambos, es a muerte. Ninguno quiere “dar su brazo a torcer”.
Pareciera que el castrotrentismo se vino a menos, después de que el priísta Fernando Castro Trenti, fue enviado a Argentina, a ocupar la Embajada de México. Desde tan lejos, le ha resultado difícil dirigir y controlar a sus otrora fieles y ciegos seguidores, al grado de que algunos “se le han salido del huacal”. Incluso, lo niegan.
Y es natural, suponen que Castro Trenti, aunque lejos, aseguró una posición importante y que casi se olvidó de quienes dejó en Baja California. Suponen que ya no retornará, hasta que concluya la gestión del Presidente Enrique Peña Nieto. Y, dicen, “amor de lejos, es amor de …endejos”.
Tal vez por eso, el diputado local, René Mendívil, creación de Castro Trenti, ya se ostenta como “agente libre” y aclara que ni es cabeza del castrotrentismo, ni depende de Fernando.
Así es que, lejos su “guía moral”, su creador, a quien ahora niega, se ha dedicado a acercarse peligrosamente al hankismo. Obviamente sin la anuencia del ahora funcionario diplomático.
Prueba de ello, es que se confabuló con hankistas y panistas, para preservar en el cargo de consejeros de la judicatura, del Tribunal Superior de Justicia del Estado, a Andrés Garza y Carlos Jiménez. Pero el proyecto del abordaje político, abortó.
La postura asumida por Mendívil, es por el hecho innegable de que pretende ser el candidato priísta a la alcaldía de Tijuana, en el 2016, y sabe que para ello, necesita el aval, no de Fernando Castro Trenti, sino de Jorge Hank Rhon.
Lo que no entiende, el legislador priísta, es que no se puede quitar, la imagen de castrotrentista. Como dicen : “ni que fuera gripe”. Le han permitido el acceso a terreno “Caliente”, pero hasta ahí.
Tampoco entiende, que el empresario casinero, ya tiene su “gallo”, para las elecciones del 2016. Específicamente para la alcaldía de Tijuana. Se llama Carlos Barboza Castillo.
Lo señaló abiertamente, cuando a principios de marzo, en los minutos previos a un encuentro de los Xolos, Hank le regaló a Carlos, una camiseta con su nombre en la espalda y el número 16. ¡Para que juegues!, le dijo. Al buen entendedor, pocas palabras.
Dicen –la gente habla solo porque tiene la boca llena de razón- que desde entonces, Barbooza trae la camiseta bien puesta. Que no se la quita, ni para bañarse. Que quizás lo haga hasta después de los comicios del 2016. ¡Uffff…!
Por cierto, el pasado fin de semana, Barboza y Mendívil se toparon en el evento de la toma de posesión del comité directivo del Colegio de Abogados “Emilio Rabasa”, que preside Gerardo Salcedo. Y se dieron un efusivo abrazo.
En tono irónico, alguno de los observadores comentó, que en caso de que Carlos presumiera a René, la camiseta que le regaló Hank, este se despojaría de la camisa y le mostraría, que también él traía la camiseta bien puesta, que, dicen, también le regalo el propietario de los Xolos. Y puede ser, que ambos sean “gallos” de Hank. Pero uno para titular y el otro para suplente. Y ni modo, el patrón manda.
gil_lavenants@hotmail.com
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