La investigación se realizó con un grupo étnica y culturalmente homogéneo de personas. Se buscó que la única variable significativa fuera la estatura. Los científicos de la Universidad de Hawaii, EEUU, quienes dirigieron este estudio, no pueden explicar con exactitud por qué las personas de baja estatura cuentan con el gen FOXO3 y los demás no.
Sin embargo, no hay duda de que este gen está relacionado con la longevidad. Hasta donde sabemos, el gen mejora el metabolismo, suprime tumores, favorece la asimilación de insulina y protege a las células de la oxidación por estrés.
¿Quiere decir que los altos están condenados? No realmente, cualquier persona puede llevar una vida sana y evitar factores de riesgo para la salud. Los altos pueden tener una vida larga si se cuidan, aunque no tengan el gen FOXO3. Claro que es más probable que los chaparritos ya nazcan con esta significativa ayuda genética y tengan una vida más fácil. Ahora los pequeños pueden ir por el mundo contentos porque por fin su estatura les ha dado una ventaja.
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