Son, según investigaciones recientes, los beneficios del sexo. Empecemos por las defensas: una frecuencia sexual de una o dos veces por semana podría elevar hasta en un 30% los niveles de un anticuerpo, la inmunoglobulina A (IgA), muy implicada en la prevención de enfermedades e infecciones.
Eso aseguran científicos de la Wilkes University (EEUU) quienes llegaron a esa conclusión tras tomar muestras de saliva de estudiantes, medir sus niveles de IgA y relacionarlos con su actividad sexual.
En cuanto a la salud cardiovascular, quienes practican sexo al menos dos veces por semana tienen la mitad de riesgos de sufrir un ataque cardiaco, sugiere un estudio realizado por la Universidad Queens de Belfast, en el que se indica que contribuye al incremento del colesterol HDL (el bueno).
Las mujeres tienen beneficios añadidos: un estudio de la Universidad de Stanford señala que durante la estimulación y el orgasmo los niveles de oxitocina son significativamente superiores en ellas; esta mayor liberación de oxitocina tiene la capacidad de calmar el dolor (se calcula que, durante el clímax, pueden tolerar el dolor hasta un 110% más), potencia la cicatrización de heridas y favorece el sueño.
Asimismo, el sexo podría ser un buen tratamiento de belleza para la mujer: durante la relación sexual se produce una mayor secreción de estrógenos, que mejoran la hidratación de la piel, da fuerza y brillo al cabello y previene la osteoporosis; también se estimula la producción de hormona del crecimiento (que favorece un aspecto más juvenil) y el movimiento ayuda a fortalecer los músculos y a quemar calorías.
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