Ensenada está que arde. Y no es para menos, los integrantes del cabildo, encabezados por el Alcalde Enrique Pelayo Torres, priísta, polémico, modificaron la reglamentación del uso de suelo, para permitir construir viviendas de lujo, hoteles, centros recreativos, en el Valle de Guadalupe, el principal productor de vinos en el país. El orgullo de los ensenadenses.
Si una foto dice más que mil palabras, la expresión : ¡Pueeeeerrrrrcos! contiene el coraje, la frustración, la desesperación de los ensenadenses, al ver cómo quienes fueron electos para representar y defender los intereses de Ensenada, se confabulan para servir a intereses mercantilistas, que, tarde que temprano, acabarán con el fabuloso proyecto de “La Ruta del Vino”.
¡Pueeeeerrrrrcos! Es el título de la columna del periódico El Vigía, de Ensenada, suscrita por El Mosquito, correspondiente a la edición del sábado 9 de noviembre, en relación a este escándalo, en el que aparece como protagonista principal el propio Alcalde priísta, Pelayo Torres, junto con casi todos los regidores que integran el cabildo porteño.
El Mosquito recuerda que : “El famoso caricaturista político, Eduardo del Río, mejor conocido como "Rius”, publicó hace más de 45 años sus historietas "Los Supermachos” y "Los Agachados”, que retrataban a la sociedad mexicana y su clase gobernante a través de la sátira política. Uno de sus personajes era don Perpetuo del Rosal, presidente municipal de "San Garabato de las Tunas, Cuc.”, y miembro del R.I.P., en alusión al Partido Revolucionario Institucional (PRI)”.
“La referencia anterior –agrega- viene al caso porque aquí en Ensenada tenemos un don Perpetuo de carne y hueso en la figura del alcalde, Enrique Pelayo Torres; sin embargo, lo más lamentable es que a casi medio siglo de distancia, en la otrora cuna de la democracia -como en su momento se le bautizó a este puerto-, todavía existan autoridades electas en las urnas que se comporten de forma tan antidemocrática”.
“En este espacio –observa- desde hace tres años ya advertíamos el peligro de que el primer edil, el síndico y los regidores, traicionaran a Ensenada para favorecer los intereses de un cacique”.
“Desde que rindió protesta –apunta- como presidente municipal, lo primero que hizo Pelayo Torres fue nombrar como delegado en el poblado de Francisco Zarco al ex diputado por Rosarito, Ricardo Zazueta, quien posteriormente fue designado como subsecretario general del XX Ayuntamiento de Ensenada, un cargo que no existía en el organigrama”. El columnista se permite comentar que este sujeto, Zazueta, es ampliamente conocido en Playas de Rosarito, pues junto con otros individuos sin escrúpulos, prácticamente se apropio de dicho municipio.
“El asunto –agrega El Mosquito- es que Zazueta es socio de Carlos Lagos, el poderoso empresario inmobiliario, con quien fundó la empresa Lagza (Lagos-Zazueta), que curiosamente es la principal beneficiada con los cambios que el Cabildo aprobó hace dos días -en lo oscurito- al Reglamento de Zonificación y Uso de Suelo para el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte de Ensenada”.
Luego cuestiona : “¿Acaso lo anterior no es tráfico de influencias?; ¿nuestros queridos y nunca bien ponderados regidores ignoraban lo anterior?, ¿Pelayo Torres puede fingir demencia y afirmar que no tienen ningún compromiso con Zazueta?”.
Y concluye : “Lo que ocurrió el jueves pasado por la noche en la Sala de Cabildo del Palacio Municipal avergonzaría hasta un perro, menos al alcalde, síndico y regidores. ¿De cuánto sería el cañonazo?”.
Veamos en síntesis este asunto. Hace aproximádamente un año, un vitivinicultor del Valle de Guadalupe, confió al autor de Palco de Prensa, que el priísta Ricardo Zazueta se asoció con el hijo del Alcalde ensenadense, y se estaban dedicando a despojar de tierras a los agricultores y que ya se habían apoderado de grandes extensiones.
Como lo señala El Mosquito, Zazueta es socio de Carlos Lagos, propietarios de la desarrolladora Lagza, quienes bajo las órdenes de otro sujeto sin escrúpulos, Pedro Ramírez Campuzano, bajo numerosas artimañas y argucias legaloides, ostentándose como propietarios del Rancho El Rosario, con superficie de 19 mil hectáreas, en el que se ubica casi el 100% del poblado de Playas de Rosarito, desde hace varios años se han dedicado a extorsionar y despojar a los habitantes del quinto municipio de Baja California. Son los que están metidos en el asunto del Valle de Guadalupe.
La reglamentación municipal, solamente autorizaba construir una vivienda en predios de 4 hectáreas, lo que permitía preservar las condición agrícola de la principal productora de vinos en el país. El orgullo de los ensenadenses. Pelayo y sus regidores, en lo oscurito, cambiaron la legislación para que ahora se construyan casas de lujo, hoteles, desarrollos habitacionales y centros recreativos. Será el fin de la Ruta del Vino, advierten.
Lo peor es que las reformas señalan que las construcciones ilegales, ya existentes, ahora serán legales y ya nadie podrá molestar a los propietarios. La aprobación se realizó en sesión de Cabildo, celebrada a las 21:00 horas del pasado jueves 7 de noviembre, literalmente en lo oscurito. Votaron a favor, los regidores del PRI, Panal, PVEM, PRD y PES. Solamente una regidora del PAN votó en contra y otro más que no asistió. Pelayo se lava las manos, diciendo que se abstuvo. Los ensenadenses lo identifican como el autor intelectual de este atropello.
La expresión de El Mosquito : ¡Pueeeeerrrrrcos! lo dice todo. Y quizás se quedó corto.
gil_lavenants@hotmail.com
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