MEXICALI.- El Instituto del Deporte y la Cultura Física de Baja California a través de su Director General, Saúl Castro Verdugo, lamenta profundamente el deceso del periodista Jaime Frayre Olguín, acaecido este fin de semana en la Ciudad de Mexicali, Baja California.
Jaime Frayre, originario de Torreón, Coahuila, nació el 26 de junio de 1944 y fue uno de los decanos de la crónica y la fotografía deportiva en Baja California además de que por más de tres décadas dio fiel seguimiento a la actividad en este y otros ámbitos en el estado y en particular en la capital del mismo.
Fue en el rotativo La Voz de la Frontera donde quedaron plasmadas las reseñas e imágenes captadas por su lente en la que inmortalizó a varias leyendas del deporte del estado y de México.
Por azares del destino, Jaime llegó a Mexicali debido a cuestiones laborales. Sin embargo, el viaje se convirtió en un cambio de residencia permanente.
Sus lazos con el deporte fueron sumamente fuertes ya que antes de iniciarse en la aventura periodística, fue un ávido futbolista, y de acuerdo con el testimonio de quienes lo vieron jugar, se desempeñó como un gran extremo derecho, posición de las que es difícil encontrar jugadores natos hoy en día.
No obstante y debido a una lesión en la rodilla, salió de la canchas, pero nunca se apartó de ellas, al iniciar una nueva faceta en su vida primero como fotógrafo y después como reportero, combinando ambas facetas.
Jaime Frayre Olguín fue un gran compañero y a la vez un maestro de muchas generaciones de cronistas y reporteros gráficos al compartir sus experiencias y consejos como una de las personalidades más conocidas en Mexicali, donde desarrolló una fructífera carrera profesional.
El trabajo del “Socio” Frayre fue también clave en la difusión y éxito del programa de talentos deportivos del estado, al dar seguimiento constante a la Olimpiada Nacional, evento que cubrió ininterrumpidamente por varios años como parte del “pool” periodístico de Baja California.
A esta tarea se sumaron diferentes coberturas en el extranjero en países como Estados Unidos, Japón o Cuba, donde se caracterizó por captar detalles en especial de la vida social y deportiva de la isla.
Sus crónicas y vivencias son ya inolvidables, pues junto con las hazañas de los talentos deportivos en la Olimpiada Nacional, plasmó también otro punto de vista de la justa al permitir al lector conocer a fondo a atletas en sus etapas de inicio, hasta llegar al plano internacional.
El pasado 23 de marzo Jaime sufrió la pérdida de su señora esposa, Silvia. ¡Descanse en Paz, Jaime Frayre Olguin (1944-2013)!
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