Por Gilberto Lavenant
El domingo 10 de junio, comentaba aquí, en Palco de Prensa, bajo el título de “Los Filibusteros”, que en la historia de Baja California se conoce como filibusteros, a extranjeros que participaron en la toma de ciudades fronterizas como Tijuana, presuntamente para constituir una república socialista independiente, que luego habría de anexarse a la Unión Americana, siendo uno de los pasajes más controvertidos.
Decía entonces que, irónicamente, 101 años después de aquel histórico acontecimiento, dos extranjeros, a quienes podría referírseles como filibusteros, asociándolos con los intereses anexionistas de aquella época, participan en actividades electorales para convertirse en presuntos representantes de los bajacalifornianos en el Senado.
Señalaba que se trata del panista Ernesto Ruffo Appel, nacido en San Diego, California, y Marco Antonio Blásquez Salinas, candidato del llamado Movimiento Progresista, que impulsa la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, nacido en territorio mexicano, pero que por cuestiones laborales, como él mismo lo confiesa, adquirió la nacionalidad estadounidense.
Aclaraba que si bien es cierto que para efectos civiles la legislación mexicana permite ostentar la doble nacionalidad, para que quienes las ostenten, puedan ocupar cargos públicos, deben renunciar a su nacionalidad extranjera.
Pues bien, ayer el delegado regional del CEN del PRI, Enrique Martínez y Martínez, reveló que se están preparando para combatir a los “filibusteros” que están participando en el actual proceso electoral. Se refirió a los ya mencionados, Ruffo y Blásquez, pero agregó a la lista al sedicente ingeniero Jaime Bonilla Valdez, representante del candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, de quien es candidato plurinominal a diputado federal, al igual que Blásquez, su empleado.
De Bonilla, no solamente refirió que se tiene información en el sentido de que además de que tiene nacionalidad estadounidense, es miembro del Partido Republicano en Estados Uniodos y que ha ostentado cargos públicos en territorio norteamericano. Fue director del Distrito de Agua de Otay Mesa, durante aproximádamente 12 años.
En la conferencia de prensa, que tuvo lugar ayer, aquí en Tijuana, los periodistas agregaron un nombre más a la lista de “filibusteros”, el de Alfonso Orel Blancafort Camarena, candidato a Senador por el Partido Verde Ecologista de México.
Como era de suponerse, los periodistas cuestionaron al representante del CEN del PRI, exgobernador de Coahuila, la razón por la cual hasta ahora se menciona la condición extranjera de tales candidatos y si es que al proceder en contra de tales candidaturas, no se tomaría como una campaña negra.
Precisamente esta semana, Blásques Salinas, candidato a Senador por el llamado Movimiento Progresista, en reunión con un grupo de abogados reconoció tener doble nacionalidad y aseguró que eso no le afecta en su candidatura, que para ello se reformó la legislación mexicana, para permitir a los mexicanos adquirir otra nacionalidad, sin perder la nacionalidad mexicana. Tratando de convencerlos, aseguró que si se le hubiese condicionado a renunciar a su nacionalidad mexicana, no hubiera adquirido la estadounidense.
Así mismo, Blásquez, adoptando una postura lopezobradorista, comento que quienes cuestionan su nacionalidad, es que pretenden “bajarlo”, pues, según él, encabeza las encuestas sobre preferencias electorales en Baja California.
Al haber sido convocados a conferencia de prensa, para tocar el tema de los “filibusteros”, los periodistas suponían que era para anunciar que en forma inmediata se presentaría la denuncia correspondiente ante el Instituto Federal Electoral, o en su caso ante el Trife, Tribunal Electoral Federal, o bien que ya se había iniciado procedimiento para ello.
El representante priísta les aclaró que tal reclamo se formula al momento del registro de las cadidaturas o bien, luego de los comicios, durante el conteo de votos. Por lo tanto precisó que se reservan el derecho para solicitar la cancelación del registro de los “filibusteros”, durante el conteo de votos y que esto se hará a través del CEN del PRI.
El caso de doble nacionalidad en el que más abundó, fue el de Ruffo Appel, de quien dijo que tiene tres actas de nacimiento y 3 nombres diversos. Pero también abundó bastante respecto al candidato a diputado plurinominal, por el llamado Movimiento Progresista, el sedicente ingeniero Jaime Bonilla Valdez, de quien lo menos que dijo fue que además de tener nacionalidad estadounidense, es miembro del Partido Republicano.
Dicen, que si en la guerra y en el amor, todo se vale, que en la política con más ganas. Resulta obvio que los priístas no le perdonarán a los “filibusteros” haber tenido la osadía de participar como candidatos a puestos de elección, sabiendo que estaban impedidos para ello. Quizás pensaron que tales “detalles” pasarían desaparecibidos. Además, dicen que “entre menos burros, más olotes”.
Faltan unos días para los comicios del 1 de julio. Es poco tiempo, pero suficiente para reclamar la nulidad de las candidaturas de estos cuatro “filibusteros”. El PRI ha decidido colocarlos todos juntos, cual soldaditos de plomo en el “stand de tiro” de una feria de pueblo y se prepara para aniquiliarlos. No es necesario recurrir a “campañas negras”, la simple advertencia basta.
Comentaba, en la primera parte de “Los Filibusteros”, lo peligroso que sería que llegaran a reusltar electos y que por ostentar nacionalidad estadounidense, al legislar sobre asuntos que afecten intereses del Tío Sam, o sufran alguna agresión en territorio mexicano, el gobierno norteamericano podría hacer reclamos a México por lesionar a alguno de sus “flamantes” representantes ante el Congreso de la Unión. Delicado este asunto.
gil_lavenants@hotmail.com
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