Por Gilberto Lavenant
Contrario a lo que establecen en su publicidad engañosa, la empresa inmobiliaria Urbi, supuestamente una de las más exitosas desarrolladora de viviendas en el país, convirtió en el sueño de 675 familias, en una verdadera pesadilla.
Todo, porque las viviendas que les vendió, las construyó en un predio propiedad de un tercero que desde hace 5 años amenaza con lanzarlos a la calle.
El negocio fue jugoso, no hay duda. Según estimaciones, al vender 390 casas, a un valor de aproximádamente 26 mil dólares, cada una, y otras 260 a razón de 35 mil dólares, cada una, la citada empresa obtuvo ingresos por 19 millones 200 mil dólares.
El desarrollo urbano se denomina Villas del Alcazar y se ubica en la jurisdicción de la Delegación Municipal de La Mesa, aquí en Tijuana, cuyo titular lo es Manuel Trasviña Pérez, ante quien los afectados han acudido en busca de apoyo, toda vez que los propietarios y personal de Urbi, lo único que han hecho es darles “atole con el dedo”.
El razonamiento mercantilista de la empresa, es el que implica la máxima de las utilidades posibles, con el mínimo de esfuerzos y bajo la sentencia aquella que elude todo tipo de responsabilidades, que reza : “salida la mercancía, no se aceptan reclamaciones” y que por lo tanto, casa vendida, ya no es negocio.
Ese es el caso de los condominios Villas de El Alcazar, en la zona de La Presa Rodriguez. En febrero del 2001, Urbi, a través de una de sus filiales, Cyd Desarrollos Urbanos, S.A. de C.V., adquirió un enorme predio, donde construyó aproximádamente 700 viviendas, bajo régimen en condominio.
Seis años después, aparece un tercero, Luis Carrillo Sánchez, quien dice ser propietario donde se ubican las Villas del Alcazar y reclama judicialmente la nulidad de la Escritura Pública de adquisición de Urbi, así como aquellas mediante las cuales vendió a terceros dichas viviendas. A partir de entonces, los adquirientes, viven angustiados de ser lanzados a la calle. El asunto está radicado en el Juzgado Octavo de lo Civil, en Tijuana, bajo expediente 750/2007.
Carrillo Sánchez, exhibe documentos con los que afirma ser propietario de las Parcelas 50 y 51 del Distrito de Riego Número 12 de La Mesa y además señala que quien le vendió el predio mayor a Urbi, Rafael Pérez Ramos, lo “adquirió en propiedad”, mediante juicio de prescripción, falsificando un contrato de compraventa que supuestamente celebró en 1968 con Guadalupe García, propietario original del predio en el que se asienta el poblado de La Presa Rodríguez, cuando que dicha persona falleció 16 años antes de la celebración de dicho acto jurídico.
Evidentemente por su ligereza y falta de ética para hacer negocios, Urbi, por conducto de sus directivos, poco les importó la ilícita procedencia de los supuestos derechos de propiedad de quien le enajenó el predio mayor en el que desarrolló Villas del Alcazar. Aproximádamente 700 viviendas, la mayoría financiadas mediante créditos otorgados por Infonavit. Organismo éste cuyos directivos “se hacen patos” ante los reclamos de los afectados. Infonavit pareciera otra filial de Urbi, pues ha puesto “oídos sordos” ante este serio problema.
El asunto es más grave de lo que parece. Urbi, que legalmente está obligada a resolver el problema en el que metió a las personas a quienes les vendió las viviendas construídas en predio ajeno, en todo momento ha actuado para eludir sus responsabilidades.
Aparentando solidaridad y responsabilidad, Urbi comisionó a sus abogados dizque para auxiliar a los afectados, contestándoles las demandas en sucontra. Los escritos de contestación son tan burdos, que todos, sin excepción, fueron prevenidos por la titular del juzgado donde se ventila el asunto. Prevenir, es una advertencia o aviso que señala el juzgador cuando advierte deficiencias en una demanda o en una contestación.
Los abogados de Urbi, aprovechando que los adquirientes de viviendas de Villas del Alcazar, desconocen las cuestiones jurídicas, les dicen que todo está arreglado, que no se preocupen, que no pasará nada. Lleva 5 años este caso de las “casas del engaño”. Conocedores de la materia estiman que, dada la cantidad de demandados, el asunto se prolongará por otros 10 a 15 años.
Desesperados, los adquirientes de viviendas de Villas del Alcazar, han hecho circular volantes en los que dan a conocer el serio problema que afrontan. “¡ Dí NO a URBI ! URBI nos fraudeó. Construyó en terreno ajeno las casas que nos vendió”, dicen de entrada.
Así mismo, advierten que Urbi los engañó y les sigue engañando, pues afirman que con engaños los está obligando a firmar escritos de contestación a la demanda, pero sólo para que no le reclamen por la evicción, o sea para eludir la obligación de restituirles el valor de sus viviendas, en caso de que los despojen de ellas.
La incertidumbre agobia desde hace 5 años a los adquirientes de viviendas de Villas del Alcazar. Desde hace 5 años viven angustiados por el temor de ser desalojados.
Desesperados, al no encontrar respuesta efectiva de parte de Urbi, están dispuestos a acudir ante todas las instancias que les sea posible, tales como las autoridades municipales que otorgan los permisos para la realización de este tipo de desarrollos habitacionales, para que los obliguen a cumplir con sus responsabilidades. Incluso ante la Procuraduría de Derechos Humanos. Lo advierten a través de facebook con la denominación Villas del Alcazar.
Buscan, también, exigirle a los propietarios de Urbi que den la cara, entre ellos a los hermanos Cuauhtémoc y Netzahualcóyotl Pérez Román, éste último supuesto aspirante a la gubernatura de Baja California. Si ellos originaron este problema al construir viviendas en terreno ajeno, que lo resuelvan. Que no sigan construyendo más “casas del engaño” como las de Villas del Alcazar. No se las regalaron, se las vendieron.
gil_lavenants@hotmail.com
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