Por Gilberto Lavenant
El día de ayer, en la Ciudad de México, el Senador priísta, Fernando Castro Trenti, presentó un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, por el cual exhorta al titular del Poder Ejecutivo Federal y al INFONAVIT, para que suspendan el remate de viviendas ubicadas en los estados de Tamaulipas, Nuevo León, México, Jalisco, Baja California y Chihuahua, y, en su caso, procedan a la elaboración de un censo de deudores, les ofrezcan facilidades para el pago de los adeudos contraídos, y de no ser así, absorban la mitad del costo de los inmuebles para posteriormente adjudicarlos entre las familias más necesitadas de dichas entidades federativas.
“Estoy llamando –dijo el Senador- a la suspensión de remates de casas de interés social, porque esto viola la razón de ser de dichas viviendas, que es proveer a las familias de un espacio digno para habitar, por eso demando que en el caso de los deudores el INFONAVIT reestructure la deuda y además se den facilidades de pago a los beneficiarios atrasados en sus crédito. Por ultimo, llamo a redestinar las casas abandonadas a familias en situación de vulnerabilidad”.
El legislador indicó que, de acuerdo con los resultados del Censo General de Población y Vivienda 2010, el número de viviendas deshabitadas pasó de 4.3 millones a 5 millones, con una diferencia de 721 mil a la alza, siendo de resaltarse que los estados de Baja California, Chihuahua, Zacatecas y Tamaulipas, presentaron más de 18 % de viviendas en esta situación.
Derivado de esto, observó que el INFONAVIT prevé realizar una subasta para la venta de casas abandonadas y, de ser necesario, incluso efectuar un remate con las viviendas que fueron adquiridas con crédito otorgado por el organismo. Para esto, pretende acudir con los principales desarrolladores, para realizar la venta, en paquetes de una y como máximo 10 viviendas, con el objetivo de que se puedan colocar de manera directa entre las familias que lo requieran.
El Senador propone que si bien es cierto que el INFONAVIT, como cualquier otra institución crediticia, está obligada a recuperar los recursos que otorga para el financiamiento de diversas actividades, no se puede obviar que la misión de dicho organismo público no es el lucro, sino la satisfacción de una necesidad de primer orden, que en este caso es la vivienda.
Por lo tanto, propone que el referido Instituto proceda a la elaboración de un censo de deudores y les ofrezca facilidades para el pago de los adeudos contraídos, y de no ser así, absorba la mitad del costo de los inmuebles para posteriormente adjudicarlos entre las familias más necesitadas, que al fin y al cabo tal es la función para la cual fue creado dicho organismo.
También hizo hincapié en que el Gobierno Federal publicó el 30 de diciembre de 2008 el Programa Nacional de Vivienda, en el cual se estableció como un objetivo incrementar la cobertura de financiamientos de vivienda, ofrecidos a la población en situación de pobreza, para así llegar a una meta sexenal de 6 millones de financiamientos.
No obstante, mencionó que, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay 9 millones 37 mil 690 de hogares en rezago habitacional ampliado, los cuales representan el 31.1% del total de hogares en México, esto es, 2.3% menos de lo que representaban en 2008.
Si bien es cierto, lo planteado por Castro Trenti es una llamada de atención que resulta urgente y necesario atender, se quedó corto, pues en torno al negocio inmobiliario revolotean como buitres muchos connotados empresarios, carentes de toda sensibilidad y compromiso social, a quienes poco importa el daño que están ocasionando, con tal de retacarse de dinero las bolsas.
El INFONAVIT, desde hace tiempo que perdió su esencia y hoy se ha convertido en un magnífico negocio para los desarrolladores inmobiliarios, llámense GEO o URBI, por mencionar un par de ellos. El INFONAVIT es solo un parapeto para conseguir incautos y ponerlos a disposición de los comerciantes de viviendas, para que los sacrifiquen.
A Castro Trenti le faltó decir que ya es tiempo de que, a los desarrolladores inmobiliarios, les mochen las garras, pues como aves de rapiña, a cada mexicano, carente de vivienda, que atrapan, no lo sueltan hasta que lo esprimen y lo dejan más pobre que lo que estaba. Al grado de que los dejan pobres y sin viviendas.
Otra parte de este jugoso negocio lo son las financieras, que mostrando una falsa generosidad, para captar incautos, les ofrecen hartas facilidades crediticias para que se enganchen, bajo sistemas leoninos en los que se plantean pequeños pagos o abonos, bajo el supuesto de que son menores que una renta mensual, pero con intereses crecientes que hacen impagables los adeudos, hasta que se ven obligados a abandonar las casas que presuntamente ya eran de su propiedad. Sobre todos aquellos que contratan en Udi´s.
El otro aspecto del negocio inmobiliario, es el de los irresponsables propietarios de las empresas inmobiliarias, como Urbi, en el caso de Villas del Alcazar, en Tijuana, que construyó 675 viviendas en terreno ajeno y ahora que el presunto propietario amenaza con lanzarlos a la calle, los Pérez Román, eluden cínicamente sus responsabilidades.
El negocio inmobiliario es tan nocivo, y son tantos los agraviados, que si legisladores como Castro Trenti estuvieran conscientes de esta deplorable realidad, lo menos que deberían hacer es presentar una iniciativa para crear una Procuraduría Inmobiliaria, que acabe con las triquiñuelas y abusos de estos “flamantes” empresarios.
gil_lavenants@hotmail.com
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