Por Alfredo Calva
En todas las actividades de la vida, en especial en la política, si cuando se habla, no se tiene conectada la lengua con el cerebro se corre el grave riesgo de emitir comentarios indebidos que al paso del tiempo nos laceran, socavan la personalidad, credibilidad y confiabilidad, un icono de este hecho lo es sin duda alguna, es más, con certeza inaudita por las sobradas muestras conocidas, Cuauhtémoc Cardona Benavides, actual Secretario de Gobierno, en la administración de José Guadalupe Osuna Millán.
Lo anterior quedo consolidado durante la comparecencia que sostuvo Cardona Benavides, con integrantes del congreso local, evento al que acudió previa citación de los legisladores para que brindara su explicación en torno al escándalo generado a raíz de la conversación filtrada por personal adscrito al área de comunicación del gobierno estatal, obtenida de manera ilegal a través de una acción de espionaje al legislador estatal, Eli Topete.
Previo a su entrevista, los titulares de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa y el Procurador de Justicia, Rommel Moreno Manjarres, comparecieron ante los legisladores y negaron que en sus dependencias contaran con la tecnología, el equipo y personal capacitado para intervenir llamadas telefónicas, hecho que les refuto de manera tangible el diputado Julio Felipe García Muñoz, al mostrar facturas que amparan la compra de equipo sofisticado para esas tareas realizado por el gobierno del estado.
Ante la evidencia, Cardona Benavides, intento minimizar el hecho haciéndose lo que nunca ha sido, el gracioso, manifestando que solo era una eventualidad generada por simple morbo, tan estólida respuesta, detono el encono del diputado García Muñoz, quien le refresco la memoria al hacerle recordar sus palabras expresadas en una reunión formal días antes al propio legislador inquisidor, en las que le aseguró a García Muñoz que sólo el Secretario de Seguridad Pública Estatal, Daniel de la Rosa, es el único capaz de poder intervenir y grabar conversaciones telefónicas a solicitud expresa del titular del Ejecutivo del Estado, José Guadalupe Osuna Millán.
Esta revelación hecha a García Muñoz por parte del Secretario de Gobierno, fue una simple y llana delación en contra de su jefe, hecha por su falta de concatenación entre su lengua y el cerebro, al menos que, haya sido con insana intención.
Lo cierto es, que al recordarle García Muñoz, su expresión y pedir la aclaración al respecto, Cardona Benavides, entendió el embrollo en el que se encontraba y en el que metió a su jefe el gobernador del estado, ya que con esta aseveración indiscreta e idiota, coloco a Osuna Millán, al borde del juicio político.
Lo dicho, el que nace para tamal…..
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