López Obrador y la estrategia de Marcelo Ebrard

Por José Luis Camacho Acevedo

Marcelo Ebrard es la cabeza visible del grupo de Manuel Camacho.

El operador financiero sigue siendo Juan Enríquez Cabot.

Cuando Manuel Camacho fue regente de la ciudad de México,  Juan Enríquez era director de Servicios Metropolitanos (ServiMet).

El negocio más fructífero que Manuel Camacho le encargó a Juan Enríquez fue convertir los basureros de santa fe en la zona plus en que ahora están convertidos.

Empezaron jalando a importantes corporativos. Bancos, automotrices y cadenas hoteleras despegaron el boom de Santa Fe.

Arturo González Cosió y la Dra. Alejandra Moreno Toscano, cerebros del grupo camachista, no intervinieron en el proyecto. Pero desde el despegue de Santa Fe, para convertirse en una zona del primer mundo, ni a Manuel Camacho ni a Marcelo Ebrard ni a Juan Enríquez se les ha conocido por una larga temporada una manera honesta de vivir.

Juan Enríquez paso un tiempo largo en Estados Unidos. Marcelo Ebrard, cuyo tío el veterinario Casaubon que tiene su clínica en Miguel Angel de Quevedo y quien una vez atendió a mi perra, en la breve conversación que sostuvimos ese día,  entendí que las finanzas de Marcelo Ebrard, en ese tiempo diputado, no andaban muy bien.

Manuel Camacho formó un partido político para hacerse candidato a la presidencia de la república, e hizo un papel muy triste obteniendo únicamente el 0.6 % de los votos y por tanto perdió el registro y el dinero.

Hacer un partido y luego una campaña presidencial, seguramente le representó a Manuel Camacho un gasto considerable. ¿De donde? Si, esa fue la época en la que no se le conocía manera honesta de vivir.

Actualmente Juan Enríquez moviliza empresas inmobiliarias que están adquiriendo casas, edificios y terrenos.

En el ambiente de los palenques se acostumbra para sacar el coraje a los gallos que van a pelear ponerles en frente un rival al que se conoce como “la mona”.

Si Mario Delgado es “la mona” de Camacho y Ebrard para tapar a Juan Ramón de la Fuente que sería tal vez el aceptado por López Obrador como carta de negociación para que le dejen vía libre para la candidatura presidencial, la versión se hace verosímil.

Es remoto el escenario de una competencia cerrada entre López Obrador y Marcelo Ebrard en la consulta abierta que decidirá al candidato de las Izquierdas.

Las encuestas a favor de AMLO promedian 10% arriba de Marcelo.

Juan Ramón de la Fuente no irá como candidato al gobierno del DF si no existe un acuerdo total de los que tomarán la decisión.

Mario Delgado tendrá que realizar un gran esfuerzo para poder competir dado su bajo perfil y los números que le dan en las encuestas a la señora del Huipil, Beatriz Paredes.

López Obrador ha abandonado la terquedad que lo caracterizaba hace años. Ahora es conciliador, incluyente y hasta negociador.

La estrategia sería AMLO candidato a presidente y Juan Ramón al gobierno del DF.

Pero López Obrador puede conceder la opción de Mario Delgado. Les deja el negocio del DF a Camacho y su pandilla. Y él tratará de que su movimiento social, MORENA, trate de lograr la hazaña de remontar la considerable ventaja que ahora le lleva el priista Enrique Peña Nieto.